CRONOLOGÍA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Cuando el 1 de septiembre de 1939 el ejército alemán
cruzó la frontera polaca iniciando un nuevo episodio de fuego y sangre en la
vieja Europa que se extendería por todo el mundo, se iban a cumplir, dos meses después,
solo veintiún años desde que el ruido de artillería y el olor a pólvora había
dado paso a un silencio sepulcral en esos mismos campos. Poco duraba la paz y
la tranquilidad en aquellos tiempos. Parece que no se había aprendido nada.
El ascenso al poder de Hitler en 1933 señaló el comienzo de una nueva etapa en las relaciones
internacionales, que se caracterizó por el creciente papel agresivo de los
regímenes totalitarios fascistas. La invasión de Polonia ese 1 septiembre de
1939 provocó la reacción de Reino Unido y Francia y desencadenó la Segunda
Guerra Mundial.
En menos de 40 años,
Europa y el mundo vivirían dos guerras mundiales siendo esta las más mortífera sin
lugar a duda. Con un numero terrible de víctimas, militares y sobre todo
civiles. Puede ascender a una terrorífica horquilla de 50 a 70 millones. Solo
la URSS, por ejemplo, superó los 15 millones. Duró seis años que iremos
repasando en este episodio.
ANTECEDENTES
Es una teoría aceptada que este conflicto bélico, la
segunda, comenzó precisamente cuando terminó la primera. No físicamente, pero
sí en aquel no tan lejano 1919, con los Tratado de Versalles, cuando se sembró
la semilla del odio y la revancha que germinarían veinte años después.
Hitler aprovechó la desesperación del pueblo alemán
por las duras condiciones económicas, políticas, territoriales y militares que
las potencias vencedoras les impusieron y creó una corriente nacionalista que
como la espuma fue creciendo y que el mismo pueblo alemán la acogió con
esperanza.
Y a lo que hay que sumar la crisis económica
provocada por el crac del 29. Poco a poco los dirigentes nazis se fueron
moviendo de forma efectiva. Alemania abandonó la Sociedad de Naciones, inició la
remilitarización de Alemania, instauró el servicio militar e incrementó las
fuerzas navales y áreas. A nivel interno comenzó su política antisemita que fue
creciendo con el paso de los años y fue quitando de su camino a todo tipo de
opositores como los comunistas. Tenemos el ejemplo de toda la trama del
incendio del Reichstag que muestra su forma de operar. A todo esto, por
supuesto, despreciando los acuerdos de Versalles de tan solo dos décadas atrás.
Y su política exterior y diplomática tampoco dejaba lugar
a dudas con las alianzas con la Italia de Mussolini o con el Imperio del Sol
Naciente. Países con característica políticas análogas.
En 1933, como ya hemos dicho, Hitler llega al poder.
Y comienzan sus movimientos: remilitarización de Renania en 1933, la anexión de Austria (marzo de 1938), la de los Sudetes checos (octubre de 1938), su apoyo
al banco franquista en la Guerra Civil española (1936-1939) fueron muestras
inequívocas de que no se iban a quedar solo ahí y que su idea de expansión era
clara y sin ambages.
¿Qué hacían las potencias europeas ante esta nueva
situación?
Tanto Francia como el Reino Unido tenía miedo, no querían
que se repitiera la historia y además no estaban preparados. Por lo que optaron
por la táctica de ir dando hilo a la bestia para ver si se calmaba, no provocarla
y ver si la tormenta amainaba.
En Múnich, el 30 de septiembre de 1938, se escenificó uno de los dramas más significativos de este periodo cuando se legitimó el destino de los Sudetes, de Checoslovaquia y, en definitiva, el de toda Europa. Se conoció como la «traición de Múnich». Chamberlain regresó a Londres enarbolando la bandera de la paz, como héroe que había evitado la guerra. Y lo mismo hizo Deladier en París. Se estaba alimentado a la bestia que era insaciable. Porque Hitler jugaba esa carta, la del temor de sus enemigos a una nueva guerra. Mientras el presupuesto alemán para reforzar su arsenal iba creciendo, el de Francia y Reino Unido iba decreciendo.
¿Y qué pasaba con la URSS?
Pues eran espectadores de excepción. Ante
las exigencias de Hitler sobre Danzig y el «corredor polaco», Reino Unido y
Francia declararon su apoyo a la independencia de Polonia e iniciaron un
acercamiento a la URSS. Pero las negociaciones se vieron entorpecidas por los
recelos polacos a que tropas soviéticas pudiesen atravesar su territorio en
caso de un ataque alemán y la desconfianza entre los soviéticos y los
franco-británicos. Además, paralelamente, los soviéticos estaban negociando en
secreto con los alemanes. Polonia estaba vendida.
El 23 de agosto de 1939
se firmó el pacto germano-soviético de no agresión, por el que ambos países
dejaban de lado temporalmente sus conflictos y diferencias ideológicas. Hitler
quería evitar la guerra en dos frentes en caso de conflicto con Reino Unido y
Francia, asegurándose la neutralidad de la URSS. Stalin justificó el acuerdo
por el «clima de evidente hostilidad de las potencias occidentales hacia la
URSS» y con el fin de evitar el aislamiento y prevenir una posible agresión
alemana. Dicho pacto contenía además un protocolo secreto por el que se preveía
el reparto de Polonia entre alemanes y soviéticos.
A todo esto, otro protagonista era Japón que se lanzó
a una política expansionista en China, justificada en su crisis económica como
solución a sus problemas. En 1931 ocupó militarmente Manchuria y un año después
anunció la constitución de un Estado satélite, Manchukuo. Tampoco en este caso
las potencias occidentales reaccionaron. Lo que les dio pie para que entre 1932
y 1937 se lanzaran a invadir toda China y el sudeste asiático. Ni los
británicos ni los estadounidenses alzaron la voz y qué decir de la Sociedad de Naciones que
ni declaró Estado agresor a Japón ni impuso sanciones.
1 DE SEPTIEMBRE DE 1939: COMIENZA LA
GUERRA
Ese día la Werhmacht invade Polonia, dos días después Reino Unido y Francia le declaran la guerra y el 17 la URSS invade Polonia también por el Este, en virtud del pacto firmado entre alemanes y soviéticos. Las fuerzas armadas polacas no pueden ofrecer mucha resistencia y en menos de un mes los alemanes entraban en Varsovia, el 28 de septiembre.
Los alemanes también se adelantan en el Mar del Norte, en el mes de septiembre los submarinos alemanes, los temibles U-Boot, hundirían 48 mercantes aliados. La idea era bloquear a Gran Bretaña para que no recibiera suministros.
Una de las características más
sorprendente de los primeros meses de la guerra era que la maquinaria de guerra
alemana había evolucionado más rápidamente que la de sus enemigos, en tierra,
aire y mar, pero no solo eso sino también sorprendió en el campo de la
estrategia y táctica militar. Pero además de una forma fulgurante.
Por ejemplo, los polacos se enfrentaron a las fuerzas de ocupación, a los
poderosos blindados, con la caballería tradicional. Toda Europa y sus ejércitos
se habían quedado anclados en 1918.
La Werhmacht sorprendió al mundo con su Blitzkrieg o «guerra relámpago», que era una combinación de los potentes carros blindados apoyados por la Luftwaffe desde el aire, con la infantería a rebufo, y de forma rápida y contundente alcanzar los objetivos. El elemento sorpresa era clave y esta táctica marcaría la supremacía de los ejércitos alemanes hasta 1941.
Los soviéticos antes de finalizar el año invadieron Estonia, Letonia y Lituania, y también Finlandia en la conocida como Guerra de Invierno.
En octubre continuaría la sangría de la Kriegsmarine sobre barcos aliados y en este mes
El 3 de noviembre el congreso de los Estados Unidos modifica la ley sobre su neutralidad, que habían proclamado en septiembre, introduciendo la cláusula «cash-and-carry», en beneficio de los británicos. Esta cláusula permitiría al Reino Unido comprar en Estados Unidos las armas y otros bienes que necesitaban para hacer frente a la guerra. Se pagaba en efectivo (cash) y los estadounidenses se encargaban de transportarlos a su país (carry)
Antes de finalizar el año, el 8 de noviembre se produce un atentado contra Hitler en Múnich, a la salida de la cervecería en al que se había fundado el partido nazi años antes. Era evidente que algunos militares no compartían la idea de abrir una guerra total de incalculables consecuencias. Pero fue un fracaso y Hitler salió ileso.
Para acabar el año, la Kriegsmarine sufre el hundimiento de su acorazado «Admiral Graff Spee», lejos del continente en guerra, concretamente en la bahía de Montevideo. La primera gran pérdida de la Armada alemana.
1940: LOS ALEMANES ARROLLAN
Año que no empieza nada
bien para los aliados en el mar. En los dos primeros meses del año los U-boote
han hundido en el mar del Norte y en el Atlántico más de 100 buques mercantes
aliados.
Los aliados intentaron
cortar el aprovisionamiento de hierro sueco a los alemanes, pero estos se
adelantaron e invadieron Dinamarca y Noruega el 9 abril de 1940. El Heer ocupaba Dinamarca sin resistencia y desembarcaba en Oslo, Narvik y Trondheim.
Los noruegos si la ofrecen, aunque sin resultados positivos. El fracaso
británico en Noruega determinó la dimisión de Chamberlain y el nombramiento de
W Churchill el 10 de mayo de 1940 como primer ministro.
Y el 13 de
mayo, ante la Cámara de los Comunes, se dirigió a su pueblo con el famoso
discurso y aquellas ya míticas palabras: «Diré a esta Cámara, tal como
le dije a aquellos que se han unido a este Gobierno: No tengo nada que ofrecer,
sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor»
El 10 de mayo a las 5:35
horas comenzaba la ofensiva alemana contra Francia, Bélgica, Luxemburgo y los
Países Bajos. Mientras que otra ala rompió el frente en Sedán. Entre medias
quedaron aislados en Dunkerque más de 350.000 soldados, británicos y franceses,
la mayoría de ellos logró embarcar y refugiarse en Inglaterra. El 27 comenzaba
la evacuación que se prolongaría unos días, conocida como Operación Dinamo
El 15 de mayo Holanda se
rinde y el 27 lo haría Bélgica.
El 4 de junio, una vez
finalizada la retirada de Dunkerque, Churchill vuelve a dirigirse al pueblo,
esta vez desde la BBC, para informarles de la situación en Francia y alertarles
de una posible invasión de la isla por parte alemana. Todo con un mensaje
desafiante y cargado de emotividad para levantar el ánimo de sus conciudadanos.
Con aquellas palabras de:
«defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo, lucharemos en las
playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en
las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!»
El 10 de junio Italia
entra en la guerra del lado alemán y el 14 el Heer desfilaba por París,
declarada «ciudad abierta» para
evitar combates y bombardeos. Se firmó el armisticio en Compiegne
por el que Francia se dividió en dos zonas: el norte y la costa atlántica
fueron ocupados por los alemanes, mientas que en el centro-sur, la llamada
Francia de Vichy estableció un Gobierno autoritario dirigido por el mariscal
Petain, influido por el fascismo y colaboracionista con los nazis. Desde
Londres, el general De Gaulle hizo un llamamiento a la resistencia desde la BBC
constituyendo el Comité Nacional de los Franceses Libres.
Se da el caso que los
franceses oficialmente se convierten en enemigos de los británicos, pero por
poco tiempo.
El 18 de junio la URSS
invade los países bálticos.
Con el paso de los días
se demostró que las previsiones alemanas para doblegar por vía aérea a los
británicos no eran nada reales. La R.A.F. se manifestó como un rival muy
potente. La Luftwaffe no conseguía alcanzar la superioridad total en el aire y
progresivamente iban aumentando los ataques sobre las bases de aviones
británicas. El siguiente paso fue atacar la industria en bombardeos nocturnos.
El día 13, el Día del Águila, la Luftwaffe debía asestar el golpe
decisivo, pero fue un fracaso. La operación se saldó con más de 1.800 salidas
alemanas, 75 aparatos perdidos y 34 por parte de la R.A.F.
Un error alemán pudo
cambiar el signo de la batalla. El 24 de agosto, un bombardero de la Luftwaffe, desorientado en su trayecto
de vuelta, dejó caer su carga mortal sobre Londres por error. Churchill
reacciona de manera inminente y ordena al día siguiente bombardear Berlín como
réplica. Hitler, ultrajado, cambia de estrategia y dirige sus bombardeos sobre
ciudades inglesas, especialmente la capital, táctica que también reproducirían
los británicos. Este cambio de objetivos fue poco a poco liberando las bases
aéreas de la R.A.F. de los ataques de la Luftwaffe
y dio un respiro a los británicos para reconstruir su flota aérea.
A mediados de septiembre,
viendo que el dominio del aire no era alemán, Hitler se vio obligado a posponer
la invasión de la isla. Objetivo que poco a poco se fue diluyendo hasta
abandonarlo definitivamente.
El 31 de octubre se da
por finalizada la batalla de Inglaterra. Se calcula que se derribaron más de 1700
aviones alemanes y las perdidas británicas no llegaron a 1000. Los británicos
sufrieron mucho, pero la poblacional salió airosa, orgullosa de su ejército y
con la moral más alta que al inicio.
«Nunca en el campo de los conflictos humanos,
tantas personas han debido tanto a tan pocos hombres» con estas palabras
resumía Churchill el sentir del pueblo inglés en homenaje a los pilotos que
habían luchado en los cielos aquellos días.
Pronto
surgieron nuevos frentes: el norte de África y los Balcanes.
Como ya habíamos comentado, en junio de 1940 la Italia de Mussolini entró en la guerra al
Los italianos también
intentaron invadir Grecia desde Albania, pero fracasaron, lo que forzó a Hitler
a intervenir en los Balcanes. Para luchar contra el potente ejército alemán
estos países, Grecia y Yugoslavia principalmente, utilizaron la guerra de
guerrillas con la figura de los partisanos como punta de lanza. Y no pocos
dolores de cabeza les dieron a los germanos.
Entre 1940 y 1941
Hungría, Bulgaria y Rumanía firmaron pactos para entrar en la guerra de la mano
de Alemania. Entre abril y junio de 1941 los alemanes y sus aliados ocuparon
Yugoslavia y Grecia.
El 27 de septiembre se
firma en Berlín el pacto tripartito entre Alemania, Italia y Japón, conocido
como el Eje. Y el 23 de octubre Hitler y Franco se entrevistaron en Hendaya,
sur de Francia, con la idea de una posible entrada de España en la guerra.
El 14 de noviembre, en
Varsovia, 350.000 judíos son encerrados en el «ghetto». Se comenzaba a atisbar lo que luego conocimos como
Holocausto.
Entre 1939 y 1941,
Alemania se hizo con el control de casi toda Europa, salvo Reino Unido, la URSS, y los países neutrales.
1941: GUERRA MUNDIAL
Hasta la primavera de
1941 la guerra había tenido como escenario fundamental el continente europeo y
el norte de África. La agresión alemana a la URSS y la de Japón a la flota
estadounidense en el Pacífico ampliaron el campo de operaciones.
Eso sí, el año empieza
con las mismas noticias en el Mar del Norte y el Atlántico, los submarinos
alemanes siguen hundiendo mercantes aliados.
El 22 de enero el XIII
Cuerpo del Ejército británico toma Tobruk, en Libia, con la rendición de 25.000
italianos. Necesitan al Afrika Korps ya, que llegan a Libia el 12 de
febrero y un día más tarde el general Rommel. Y en abril ya comenzaría a
notarse su presencia. Reconquistarían Tobruk y avanzarían por el Norte de
África. Llegaron hasta Egipto poniendo en peligro el Canal de Suez, la ruta
británica hacia la India. Incluso estuvieron a punto de alcanzar los pozos de petróleo
de Oriente Próximo
El 27 de abril los
alemanes entran en Atenas. Siguen imparables.
El 10 de mayo se produce
un acontecimiento que incluso hoy en día no está totalmente esclarecido y es el viaje del lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess a Escocia. ¿Traición? ¿Demencia?
¿Negociación de paz?
Si venimos diciendo que
los alemanes y su armada eran dueños y señores del Mar del Norte y del
Atlántico, el 27 de mayo reciben una pésima noticia. La Royal Navy hunde
el acorazado alemán Bismarck, la joya de la corona de la Kriegsmarine.
El 22 de junio de 1941se
produce la invasión alemana de la URSS. A las 03:15 horas comienza el ataque en
el frente entre el Báltico y los Cárpatos. El ataque se produce por sorpresa,
sin previa declaración de guerra por parte alemana
El objetivo de la
invasión, conocida como Operación Barbarroja era obtener los cereales rusos y
el petróleo del Cáucaso, es decir, lo suministros que Alemania necesitaba para
continuar la guerra. El plan alemán pretendía destruir, en un ataque relámpago,
la potencia soviética antes de que esta estuviera preparada militarmente.
En un principio la
debilidad del Ejército rojo, sin altos mandos tras las purgas estalinistas,
favoreció el éxito alemán. Pero la llegada del invierno, la falta de carburante
y la táctica rusa de tierra quemada en su constante retirada (destrucción
premeditada de todos los bienes existentes en un territorio antes de que caigan
en manos del enemigo) hicieron fracasar a las tropas alemanas en el asedio de
Leningrado y en la toma de Moscú, con lo que la guerra contra la URSS se
prolongó. Hitler había sido muy optimista en sus previsiones.
Y en clave interna hay
que recordar que el día siguiente al inicio de la invasión el ministro español
Ramón Serrano Suñer, muy próximo al ideario nazi, propone y se aprueba por el
gobierno, la creación de una división de ayuda a los alemanes en la URSS. Fue
la conocida como División Azul.
Dejaremos a los alemanes
avanzando por la estepa rusa con dirección a Moscú, pero ya a finales de agosto
hay un informe del Mando Supremo de la Werhmacht avisando que la batalla contra
la URSS no podrá concluirse ese 1941 y se aplaza a 1942. El General Invierno.
El 15 de septiembre
comenzaría el sitio de Leningrado.
Y llegamos a ese 7 de
diciembre de 1941. Los japoneses sin previa declaración de guerra atacan la
base naval estadounidense de Pearl Harbor, en Hawái. El día de la infamia como
lo tituló el presidente Roosevelt. Esto provocaría la entrada de EE. UU. en la
guerra y a la larga cambiaría el rumbo de esta.
El 8 de diciembre los
aliados, excepto la URSS, declara la guerra a Japón. Y como sucede en estos
casos en efecto dominó, el 11 Alemania le declara la guerra a los EE. UU.
Y como había sucedido en
el continente con los alemanes, el avance nipón en Asia fue espectacular. Tras
la destrucción de parte de la flota estadounidense, el dominio japonés sobre el
mar le permitió un rápido proceso de ocupaciones. A finales de 1942 eran dueños
de Indochina, Malasia, Birmania, la zona costera de china, las Indias
Orientales Holandesas (Indonesia), filipinas, Guam, Salomón y Nueva Guinea y
llegaron a amenazar Australia.
El 10 de diciembre los británicos sufren sus
primeras bajas en el Pacífico con el hundimiento de los acorazados Prince of
Wales y Repulse, por la aviación nipona.
En el viejo continente,
ese final de año, parece que el impulso alemán en suelo ruso va perdiendo
fuelle y el ejército rojo inicia una serie de contraofensivas que alivian la
presión sobre Moscú.
Cerramos el segundo año
de guerra más el último cuatrimestre de 1939 con una posición de ventaja de
alemanes y japoneses, aunque los primeros se vieron frenados en la URSS.
1942: PUNTO DE INFLEXIÓN
STALINGRADO, EL ALAMEIN, BATALLA
DEL MAR DEL CORAL Y MIDWAY
Durante 1942 la guerra
experimentó un giro decisivo. Hitler sufrió su primera y más importante derrota
en Rusia. La toma de Stalingrado en el verano del 42 era el objetivo básico del
ejército alemán. Estos lograron la ocupación de la mayor parte de la ciudad.
Pero la contraofensiva soviética de noviembre cercó a 22 divisiones alemanas.
Hitler cometió el error de dar la orden de resistir y romper el cerco. Los
soviéticos impidieron la llegada de refuerzos y el hambre y el frío obligaron a
los alemanes a capitular en febrero de 1943. Mas tarde, la decisiva derrota de
las divisiones blindadas alemanas en Kursk, en julio de 1943, decidió la suerte
de la guerra en el frente oriental.
En África la ofensiva del
Afrika Korps de Rommel fue detenida por los británicos, que lograron la
victoria en El Alamein en noviembre de 1942. La suerte de Egipto y quien sabe
si del propio Imperio Británico se resolvió en esta batalla. El VIII Ejército
británico del general Montgomery, sus ratas del desierto iban ganado la
partida. No sin antes haber mantenido una dura lucha en la arena del desierto,
los alemanes habían conquistado Tobruk en junio y haciendo prisioneros a
330.000 soldados británicos y de la Commonwealth. Rommel había puesto en su
punto de mira El Alamein, Alejandría, el Delta del Ebro y El Cairo.
A todo esto, los
submarinos alemanes seguían haciendo estragos en el Atlántico norte.
El año había comenzado
para los japoneses como finalizó el anterior, como una apisonadora por Asía. En
enero ocuparían Manila en Filipinas, en febrero Singapur y Malasia y el 6 de
mayo los estadounidenses se retiran de Filipinas con aquella célebre fase de su
general MacArthur: «Volveré». Y cumplió su palabra
años después.
Pero en mayo tuvieron su
primer gran percance en la Batalla del Mar del Coral. Como dijo Montgomery, el
general británico: «Tácticamente,
la batalla marca una revolución en la guerra naval. Ambas flotas tenían una
fuerza considerable en buques convencionales, pero éstos nos entraron en
acción. La batalla se libró entre portaaviones. Y las flotas ni siquiera
llegaron a divisarse». La primera batalla de
portaaviones de la historia.
Y a primeros de junio tiene lugar la batalla de Midway donde la armada
imperial japonesa perdería cuatro portaaviones, el Akagi, el Kaga, el Soryu y
el Hiryu por tan solo uno de los estadounidenses, el Yorktown. La derrota
japonesa se imputa a su almirante Yamamoto y sus errores de cálculo que él
mismo reconoció «Yo soy el único que debe disculparse
ante Su Majestad por esta derrota».
Aunque en el imaginario
colectivo quedara Midway como el mayor éxito estadounidense en el pacífico y
clave para detener la expansión japonesa, en realidad, fue la batalla del Mar
del Coral la que jugó ese papel. No solo frenó la expansión, sino que evitó la
invasión de Australia por parte de Japón, condicionado además la siguiente de Midway por la
composición de las flotas y porque los japoneses habían perdido un buen número
de experimentados pilotos.
Y en agosto los estadounidenses comienzan su contraofensiva en tierra
desembarcando en Guadalcanal.
A mediados de año
Churchill y Roosevelt ya comienzan a hablar de la apertura de un nuevo frente
en Europa que aliviara a los soviéticos de la presión alemana.
Pero no todo les salió
bien a los aliados, pues el 18 de agosto tropas canadienses y británicas
intentan desembarcar en la costa francesa, en Dieppe. La operación resulto un
rotundo fracaso pero se reconoce que los sacrificios
de la «Operación Jubilee», como se la conoce,
evitaron terribles fracasos en otras operaciones de mayor magnitud, como las
que se llevarían a cabo en el norte de África, Sicilia o el territorio
peninsular italiano, sin olvidarnos de Normandía.
El 7 de noviembre
comienza la «Operación Torch», las
fuerzas anglo-estadounidenses desembarcan en Marruecos y Argelia, bajo la
dirección de Eisenhower. El salto al viejo continente por el sur está muy
cerca.
1943: EL AÑO DE LAS CONFERENCIAS Y
CAMBIO DE RUMBO
Conocido como el año de las Conferencias. Desde que Roosevelt y
Churchill se reunieran en Washington (EE. UU.), entre el 22 de diciembre de
1941 y el 12 de enero de 1942, conocida como Conferencia de Arcadia, hasta la
Conferencia de Potsdam (Alemania), conocida como Conferencia Terminal, en el
verano de 1945 una vez finalizada la guerra en su frente occidental, se
celebraron quince conferencias en
las que participaron las grandes potencias aliadas, EE. UU., la URSS y Reino
Unido principalmente. A veces eran a dos bandas y no en todas participaron los
líderes. En algunas de ellas hubo participación de otros aliados.
Pero 1943
se lleva la palma tanto cuantitativamente, con 5, como cualitativamente por
el calado de sus contenidos. Fue un año decisivo donde se comienza a perfilar
la acción conjunta y se veía la posibilidad real de ganar la guerra.
De hecho, el año comienza con la de Casablanca. Washington, Quebec, El
Cairo y Teherán serían las sedes de las otras.
Enero se cierra con la capitulación alemana en Stalingrado, casi
91.000 soldados alemanes caen prisioneros, es la primera gran derrota del
ejército alemán... La guerra comienza a ponerse muy cuesta arriba para Hitler. Porque
en mayo se rinden también en el norte de África.
Los aliados ahora eran el rodillo y el 10 de julio llegan a Sicilia
con la Operación Husky. De ahí saltan, en septiembre, a la península italiana,
desembarcando en Salerno con la operación Avalanche. Comienza el asalto del
continente desde el sur italiano.
El rey Víctor Manuel III nombró en su lugar al Mariscal Pietro
Badoglio. La noticia recorre Roma como la pólvora antes de que el rey lo
comunique por radio a las 11 de la noche. Era un secreto a voces. Roma es una
fiesta. Piensan que se acaba la guerra y que cesarían los bombardeos que
estaban sufriendo, pero Badoglio se encarga de enfriar el ambiente confirmando
que la guerra continuaba.
Mussolini es llevado al Gran Sasso, en los Abruzzos, donde fue alojado
en un pequeño hotel para esquiadores altamente custodiado. Hitler le
necesitaba, por lo menos a su Italia fascista y aliada y encargo su búsqueda y
rescate. Se pone en marcha la Operación Roble liderada por Otto Skorzany quien libera
al Duce.
El 1 de octubre los aliados toman Nápoles y se disponen a
subir hacia Roma, pero se toparían con la Línea Gustav y Montecassino. El 13 Italia declara la guerra a
Alemania previa firma de un armisticio con los aliados. Muchos soldados
italianos que se encontraban en guarniciones de combate con los alemanes pasan
a ser prisioneros.
Los alemanes ocuparon el norte y el centro del país hasta Roma, que la
ocupan el 10 de septiembre.
Mussolini organizó la llamada República de Saló bajo control nazi, el
23 de septiembre que duraría hasta el final de la guerra.
El año terminaría con la Conferencia de Teherán, donde se sentarían en
la misma mesa, Stalin, Churchill y Roosevelt, entre el 28 de noviembre y el 1
de diciembre. Los tres grandes temas que se pusieron sobre el tapete fueron: la
futura organización que garantizara la paz tras la guerra, la creación del
segundo frente, insistencia de Stalin, y la cuestión japonesa.
En el Atlántico Norte los submarinos alemanes siguen hundiendo navíos
aliados. ¿No consiguieron los aliados, especialmente
británicos cortar la sangría que les suponían los ataques de los submarinos
alemanes? ¿Cómo podían tener esa superioridad?
Pues gracias a unas máquinas de cifrado y descifrado de mensajes que
trajeron locos a los aliados, llamadas Enigma. Gracias a su sistema de cifrado
los U-Boot, los submarinos alemanes, se hicieron dueños del Atlántico atacando
a los convoyes que llevaban armamento, munición y alimentos a Gran Bretaña
desde los EE. UU. principalmente. El submarino recibía órdenes de forma segura
y la utilizaban también en la comunicación entre los propios submarinos. En
1943 los aliados consiguieron descifrar los mensajes. En el equipo de
contraespionaje que trabajó en ello había un grupo de polacos y de españoles.
1944: OPERACIONES OVERLORD Y
BAGRATION
Desde el 17 de enero de 1944 hasta el día 18 de mayo los
alemanes defendieron con uñas y dientes la posición de la abadía de
Montecassino, hasta que las fuerzas polacas consiguieron izar su bandera entre
las ruinas de esta. El día 22
los aliados desembarcan en Anzio. Vía libre hacia Roma. Que liberarían el 4 de
junio.
El acoso es total porque el 6 de junio tiene lugar el mayor desembarco de tropas de la historia en las playas de Normandía.
Las playas conocidas como
Sword, Gold, Juno, Omaha y Utah vieron desembarcar a miles de soldados aliados
y en algunas de ellas la defensa alemana fue encarnizada. La mano de Rommel, el
mariscal alemán que se había encargado de la defensa y que había alcanzado la
gloria con su Afrika Korps en el desierto africano, se hizo notar y eso
que no le hicieron caso en todo lo que pidió.
Los primeros en llegar
fueron los aerotransportados. A las 00:16 h del 6 de junio llegaron a tierra, a
9.5 kms al sur de la playa de Sword,
los primeros elementos de la 6ª División Aerotransportada británica con el
objetivo de asegurar el flanco este. El primer combate en suelo francés tiene
lugar para tomar el puente Pegasus.
Y aunque no fue tan
rápido alcanzar algunos objetivos claves, como estaba previsto, estos fueron
cayendo como fruta madura. El día 27 de junio liberan Cherburgo y el 9 de julio
Caen. París seria liberada el 25 de agosto.
Pero es que los problemas
de Hitler no se centrarían en el Oeste. El 22 de junio el ejército soviético
desencadena otra ofensiva, conocida como operación Bagration, para expulsar de
suelo ruso a las tropas alemanas. No solo expulsarles sino hacerles retroceder de
forma meteórica. Hitler se encontraba entre una gigantesca pinza y presionado por
ambos frentes.
Además, el 20
de julio sufre un atentado del que salió ileso de pura fortuna. Se conocería
como la operación Valkyria.
Los alemanes van
retrocediendo en ambos frentes, en el oeste y en el este por la presión
soviética. Y los japoneses lo hacían en el Pacífico.
El 17 de septiembre se
pone en marcha la operación Market Garden, un arriesgado plan ideado por
Montgomery para intentar acabar la guerra antes de finalizar el año. Una acción
combinada de aerotransportados y carros blindados. Los primeros serian lanzados
sobre Eindhoven, Nimega y Arnhem para controlar sus puentes y que no fueran
destruidos por los alemanes. Mientras tanto los blindados irían llegando para
consolidar las posiciones. Al final fue un desastre porque no consiguieron
llegar al último puente en Arnhem, resultó ser un puente lejano.
Esto fue un pequeño
respiro para los alemanes que iban retrocediendo hasta llegar a las fronteras de
su propio país con la intención de defenderlas a muerte. Pero Hitler se
guardaba un as en la manga, bueno más bien su última bala. El 16 de diciembre intenta una ofensiva desesperada en el bosque nevado de las Ardenas. Supuso el
agotamiento de las mejores unidades de la Werhmacht en claro proceso de
desintegración. Las divisiones Panzer no lograron alcanzar los objetivos ni
consolidar lo poco logrado y tuvieron que retroceder a sus puntos de origen.
1945: EL
FINAL DE LA GUERRA
El año
comienza con el fracaso alemán en las Ardenas, las balas se le estaban agotando
a Hitler que empezaba a preocuparse por la integridad de su propio país,
acosado por derecha e izquierda. En enero los soviéticos ocupan Varsovia y
parecen embalados dirección Berlín. En el camino van apareciendo terroríficas
escenas en los campos de exterminio nazi, principalmente destinados a la
Solución Final, como la llamaron los jerarcas nazis, al exterminio del pueblo
judío, pero allí había otras más etnias y condiciones, gitanos, comunistas,
hasta republicanos españoles.
Con los
avances sobre Alemania por uno y otro lado comenzaron a aparecer esos campos
del terror como Auschwitz. Ya en verano del año anterior los soviéticos habían
liberado los campos de exterminio de Belzec, Sobibor y Treblinka. En el oeste
los estadounidenses liberaron el 11 de abril el de Buchenwald, cera de Weimar,
en Alemania y el 5 de mayo el de Mauthausen. Pero había más como Dora-Mittelbau,
Flossenburg o Dachau. En abril las tropas británicas habían liberado los de
Neugamne y Bergen-Belsen. Las imágenes que se encontraron al entrar en aquellos
siniestros lugares fueron dantescas y escalofriantes.
Uno horror
que hemos conocido como el Holcausto.
En febrero los aliados en plena marcha hacia el final de la guerra se reúnen en Yalta (URSS) y otra vez se sientan en una mesa Stalin, Churchill y un envejecido
Roosevelt que moriría meses después antes de finalizar el conflicto bélico. En
Yalta se perfiló el final de la guerra y la configuración del nuevo mapa de
Europa, del Lejano Oriente y las próximas relaciones internacionales. Europa
quedaba dividida en dos amplias zonas, la oriental que quedaba bajo la
influencia de la URSS y el sistema comunista y la occidental influenciada por EE.
UU. y el capitalismo. Lo peor se lo reservaron para Alemania que la
fraccionaron en dos la RFA por un lado y la RDA por otro de influencia
soviética.
Y rizando el
rizo Berlín que en un principio se dividió en 4, una zona para cada vencedor de
la guerra (Francia, Reino Unido, EE. UU. y la URSS) y que al final quedó en 2
como el resto del país. Berlín había quedado en zona de influencia soviética.
Se considera
esta conferencia como el punto inicial de la Guerra Fría. Francia fue dejada de
forma expresa al margen de esta negociación.
En el Pacífico el avance estadounidense es arrollador e incontestable. Entre febrero y primeros de abril toman Iwo Jima y Okinawa a pesar de la resistencia suicida de las tropas japonesas.
El 12 de
abril fallecería el presidente Roosevelt que fue sucedido por Harry Truman.
El 23 abril de 1945 los
soviéticos entran en Berlín se estaban viviendo los últimos días de la guerra
en plena descomposición del régimen nazi. Berlín, la capital del III Reich, fue
cercada y bombardeada, al borde de la destrucción total. El 30 de abril Hitler
se suicidó en el búnker la Cancillería y la ciudad capituló.
Dos días antes había sido ejecutado por partisanos
italianos, el Duce, Benito Mussolini, en el norte de Italia.
El 8 de mayo de 1945 Alemania firma la rendición sin condiciones. Pero la guerra no había
terminado, en el Pacífico sigue habiendo combates.
Del 17 de
julio al 2 de agosto una nueva conferencia tiene lugar esta vez en Potsdam muy
cerca de Berlín. Stalin se presentó como el genuino vencedor de la guerra. Con la
autoconfianza por las nubes por que se enfrentaba a unos novatos, Truman y
Atlee. Quien más problemas le podía dar y, de hecho, le había dado en
anteriores ocasiones quedó fuera de juego a las primeras de cambio, Churchill
que acababa de perder la selecciones, d hecho los resultados los conoció en
Potsdam porque a la conferencia viajaron los dos candidatos. Jugaba con la
política de hechos consumados. Casi cuanto deseaba territorialmente ya lo tenía
ocupado el ejército rojo. Y no estaba dispuesto a hacer concesiones. Se
desconoce si en ese momento conocía las pruebas atómicas de los EE. UU. de las que fue informado Truman allí mismo mediante un telegrama
Truman, decidió lanzar las bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Sus efectos
fueron terroríficos, solo en Hiroshima hubo más de 100.000 muertos e innumerables
heridos y afectados por las radiaciones, de una población de 250.000
habitantes.
El 2 de septiembre de 1945 Japón
capituló. La guerra había acabado.
Fuentes:
1939-1945 Segunda Guerra Mundial, las claves de la mayor contienda de la historia
La Segunda Guerra
Mundial, editorial Edilibro
La Segunda Guerra
Mundial, J.F. Aguirre, editorial Argos (1969)
Winston S. Churchill La Segunda Guerra Mundial volumen
II
La Segunda Guerra Mundial en imágenes. David Boyle. Edimat Libros S.A.
La Segunda Guerra Mundial
Willmott, Cross y Messenger. Dorling Kindersley Limited
Gran crónica de la IIª Guerra Mundial
Para saber más:
Berlín, la caída: 1945. Antony Beevor. Planeta DeAgostini
La batalla de Stalingrado. William Craig. RBA
El Alamein. Jon Latimer. Círculo de lectores
Los años de la infamia, crónica de la II Guerra Mundial. Manuel Leguineche. Círculo de lectores
La Segunda Guerra Mundial en el mar. Craig L. Symonds. La esfera de los libros
Ardenas 1944, la última apuesta de Hitler. Antony Beevor. Círculo de lectores
El Día D, la batalla de Normandía. Antony Beevor. Círculo de lectores
El Día D, la batalla culminante de la Segunda Guerra Mundial. Stephen E. Ambrose. Círculo de lectores
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