RUDOLF HESS Y SU MISTERIOSO VIAJE A ESCOCIA
¿Cuáles podrían ser las verdaderas intenciones para que el lugarteniente de Hitler volara de forma secreta a Reino Unido con un supuesto plan de paz en plena IIª Guerra Mundial? ¿Fue una iniciativa propia? O ¿Iba como enviado de Hitler? A día de hoy no hay explicación y las especulaciones siguen volando como aquel Messerschmitt 110 con el que Hess cruzó el Canal de la Mancha.
Rudolf Hess, experto aviador, no era un cualquiera dentro de la jerarquía nazi, aunque si es cierto que desde el inicio de la guerra fue perdiendo protagonismo en favor de los militares o del propio Goebbels. En el periodo anterior había sido el brazo derecho de Hitler, su fiel y leal compañero y auténtico sostén durante el periodo de reclusión de ambos en la cárcel de Landsberg tras el fracasado “putsch” de Múnich. Allí ayudó al Führer con su Mein Kampf, la auténtica biblia del nazismo, transcribiéndolo al dictado.
VUELO RUMBO A ESCOCIA
El 10 de mayo de 1941 despegaba del aeródromo militar de Ausburgo a las 17:45 a bordo de un caza Messerschmitt 110, con rumbo a Escocia, vuelo detectado por la RAF sobre las 22:00, y una hora mas tarde se informaba que el avión se había estrellado lanzándose en paracaídas el piloto. Pudo ser también un aterrizaje de emergencia, las fuentes varían. Y lo hizo cerca de Glasgow a unos 20 kms. del castillo de lord Hamilton, aviador también y al que Hess conoció en los JJ OO de Berlín de 1936. Coincide con la última gran incursión de la Luftwaffe sobre Londres, a partir de ese día todos los efectivos se dirigirían al inminente ataque contra la URSS.
Su idea era negociar la paz con Reino Unido, pero no viajaba, según él, como un traidor al Führer, sino como ministro del Reich, y exigía, por tanto, las prerrogativas e inmunidades debidas a su cargo. En resumidas cuentas llevaba las siguientes propuestas: determinar dos grandes zonas de influencia, Alemania en Europa y Reino Unido en su Imperio con excepción de las antiguas colonias alemanas, para las que pedía su devolución; indemnizaciones recíprocas a los súbditos británicos y alemanes sancionados por la guerra; y la firma de un armisticio y la consiguiente firma de un tratado de paz, incluyendo a Italia.
DESCONFIANZA E INCERTIDUMBRE
En Londres desconfían de ese tal Alfred Horn que se ha presentado en el castillo de lord Hamilton diciendo que le han confiado «una misión especial cerca del duque de Hamilton», que fuera el mismísimo Rudolf Hess. Chocaba que las iniciales del personaje coincidieran con las de Adolf Hitler. El primer sorprendido es el primer ministro W. Churchill que se niega a creer la noticia. Pero se permite alojar al intruso en el castillo y se envía a sir Ivone Kirkpatrick, que había trabajado en la embajada en Berlín para reconocerlo y asistir a las posibles conversaciones.
El mensaje de Hess es contundente al decir que Führer no quería la muerte de Inglaterra y deseaba poner fin a las hostilidades, y que su presencia constataba la sinceridad y la voluntad pacífica de Alemania. Si bien es cierto que para la primavera de 1941 Hitler había desistido de la operación León Marino (invasión de Gran Bretaña) y había perdido la batalla de Inglaterra su poderío en el viejo continente era incontestable. No en vano en abril los alemanes habían invadido Yugoslavia y conquistado Grecia, seguían pareciendo imparables. Además las espadas estaban en todo lo alto en el norte de África. Y como reconocía el mismo Churchill sobre su situación en el verano de 1941: «.. no dominábamos el espacio aéreo del enemigo sobre Europa, salvo el paso de Calais, donde se encontraban las fortificaciones alemanas más poderosas. Las naves de desembarco estaba en fase de construcción. En Gran Bretaña ni siquiera teníamos un ejército tan numeroso, tan bien entrenado ni tan bien equipado como el que encontraríamos en suelo francés».
Hess repetía los argumentos clásicos de Hitler sobre las causas y consecuencias de la guerra y esperaba ser recibido, sino por Churchill o incluso el rey, por alguna personalidad relevante para esta negociación de paz.
Lord Simon se entrevistó con él el 12 de junio y las conversaciones giraron sobre los mismos extremos. Parece ser que le sometieron a observación médica y a un análisis pormenorizado de sus conocimientos de la realidad y pronto se dieron cuenta que Hess ignoraba todos o casi todos lo planes de Hitler, especialmente en lo que se refería al inminente ataque alemán a la URSS. Como quedó patente durante los Juicios de Nuremberg, sus propios compañeros de banquillo, antiguos camaradas, pensaban que estaba loco.
ESPECULACIONES SOBRE EL VIAJE
Se han dado muchas explicaciones a la conducta de Hess con este viaje, desde su locura, versión oficial alemana hasta la envidia y frustración al considerarse siempre relegado. Y no falta la del sacrificio por su Alemania y por su Führer, corriendo el riesgo de ser fusilado, con la idea que que si conseguía la paz con Inglaterra recuperaría el favor de su Führer. En realidad caben todas las posibilidades y especulaciones. Un estratagema del Servicio de Inteligencia británico para provocar un colapso en Alemania; o la del deficiente mental, creyente en la astrología, como le presentan los estadounidenses, según el informe del psiquiatra Douglas Mc Kelly, a quien confesó en Nuremberg que su horóscopo le indicó que en el año 1941 estaba destinado a llevar la paz al mundo.
REACCIÓN EN MOSCÚ
Este acto generó grandes dudas en Stalin quien siempre pensó que se trataba de una maquinación entre Alemania e Inglaterra contra la URSS por mas que Churchill intentara convencerlo de lo contrario, pero sin éxito. Siempre pensó que de lo que se trataba era de buscar la paz entre ambos países y que Alemania tuviera las manos libres para atacar a la URSS. De hecho en mayo ya se conocía la verdadera intención de Hitler con su operación Barbarroja, de la que se conocía hasta su fecha, el 22 de junio. Es decir a un mes vista.
Peter Padfield, en su libro Hess, Hitler y Churchill: el verdadero punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial, argumenta que Hess fue un peón, una vez mas, de Hitler, y que el recelo de Stalin estaba totalmente justificado.
REACCIÓN EN BERLÍN
Y la reacción de Berlín fue terrible. Hitler lo calificó de loco, pero se planteaba cómo informar al pueblo alemán de lo sucedido. Se detuvo al célebre constructor de aviones, Messerschmitt, y a todo el personal de la secretaria de Hess. Se supuso que Hess había tenido que echar mano de su cargo como Ministro para que se le permitiera volar. De urgencia Hitler convocó a Goering, Keitel y todos los gauletiers del partido para estudiar y coordinar el comunicado oficial de la fuga:
«Unos trastornos mentales imputables a una antigua herida de guerra que le habían llevado a aberraciones de carácter idealista. Parecía que Rudolf Hess padecía desde hacía algún tiempo trastornos alucinatorios que le hicieron imaginarse que estaba llamado a tratar un acuerdo pacífico entre el Reich y el Reino Unido. Este accidente no afecta en modo alguno a la continuación de la guerra que ha sido impuesta al pueblo alemán por la Gran Bretaña».
Se procedió a darle de baja del partido y de todos sus cargos y Hitler dictó orden secreta de que si Hess volviera a Alemania, fuera fusilado inmediatamente sin previo juicio. Lo sustituyó Martín Bormann. Aunque tampoco está totalmente esclarecido la reacción real.
Hess fue acusado en Nuremberg de crímenes contra la paz y fue condenado a cadena perpetua en la prisión de Spandau junto con otros dirigentes nazis. Llegó a ser el único preso de la prisión (unos veintiún años) hasta el 17 de agosto de 1986 que se ahorcó, llevándose el misterio consigo. Fue el último prisionero de la Segunda Guerra Mundial
Fuentes:
La segunda guerra mundial, volumen 1. José Fernando Aguirre. Editorial Argos, 1963
PADFIELD, P. Hess, Hitler y Churchill: el verdadero punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial (Icon Books, 2013 )
SERVENT, P. Rudolf Hess. El último enigma del Tercer Reich. (Esfera de los libros 2021)
Churchill. W. La Segunda Guerra Mundial, volumen II (Memorias)
En Inglaterra también había un fuerte movimiento nacional-socialista y Hitler mostró en inumerables ocasiones su voluntad de una paz sólida con el pueblo inglés con gestos importantes como por ejemplo Dunkerque, donde pudo haber realizado una verdadera matanza de decenas de miles de soldados ingleses simplemente dando la orden. Recordemos que los agresores y los que iniciaron el conflicto bélico son los Ingleses con el absurdo pretexto de "protección" de Polonia (a la URSS no le dijeron ni pío). Yo si le doy credibilidad a lo que comentaban de buscar la paz, no tenían porque mentir cuando lo decían, eran los dueños de Europa. Sobre la orden de detención de Hess por el Tercer Reich es la primera noticia que tengo. No me lo creo ya que sino no hubiera sido juzgado como "uno más" en el ignominioso juicio de Nuremberg. Por cierto, condenarle a "crímenes contra la paz" (pero que coño es eso... un delito creado ad hoc y sin fundamento jurídico) a alguien que no participó en acción militar ni criminal demostrable, fue una auténtica vergüenza para el sistema de justicia de occidente. Otro tema curioso a profundizar sería la forma de como murió, oficialmente un suicidio pocas semanas antes de que los rusos quisieran ponerle en libertad... Ya es casualidad. En resumen, todo lo que rodea a Rudolf Hess me parece en una nebulosa que pretende esconder temas de más peso específico y que podría ser digna de un guíon de película.
ResponderEliminarPartiendo de la base de que todas las opiniones son respetables, discrepo en alguno de tus planteamientos. Coincido contigo en lo de Dunkerque, de hecho lo recojo en un post sobre el tema; no así con el asunto de que Inglaterra iniciara el conflicto tras la invasión alemana de Polonia; no está nada clara la idea de que Hess fuera un enviado para negociar la paz; por otro lado la orden de detención de Hess está recogida en varias de las fuentes que cito pero también hay dudas sobre ella pues hay autores que no contemplan; y respecto al juicio de Nuremberg, también lo recojo en un artículo del blog sobre el mismo, es cierto que hay muchas críticas a todo el proceso, como bien dices, pero su condena es por ser colaborador de todo el proceso criminal del nazismo, no olvidemos que era el lugarteniente de Hitler, conocedor de su filosofía emanada del Mein Kampf. Respecto a su muerte solo conocemos que fue por ahogamiento en la horca pero es cierto que no está esclarecido cómo sucedió en realidad, lo que da pie a todo tipo de especulaciones como bien dices.
ResponderEliminarLos comentarios son siempre enriquecedores. Gracias.
Yo me decanto por la idea de que era un débil mental, que por azar coincidió en la cárcel con otro psicópata peor. Terminó creyendo que era relevante, aunque no fue más que un peón para obtener el poder. Por supuesto Alemania no quería una guerra con Inglaterra, sobretodo, porque invadir Inglaterra les iba a costar todo su esfuerzo de guerra.
ResponderEliminarSiempre me ha generado suspicacias los hechos de ser el único prisionero que cumplio la cadena perpetua solo por su caracter politico, pues realmente su papel en la guerra fue mínimo. Y de otra parte su estricto aislamiento, impidiéndole escribir sus memorias y el contacto con con el exterior.
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