OPERACIÓN BAGRATION
La exigencia de Stalin de abrir un segundo frente en Europa para aliviar la presión de los ejércitos alemanes sobre el ejército rojo en propio suelo soviético, se vio reconocida con la Operación Overlord. De esta forma Stalin escribiría a Churchill el mismo 6 de junio: "La ofensiva de las tropas soviéticas de este verano... comenzará a mediados de julio en uno de los sectores más importantes del frente".
Al final el ataque comenzó el 22 de junio de 1944. En tan solo 17 días se ciñó una poderosa
tenaza sobre las tropas alemanas que las iría estrangulando poco a poco al ritmo de su propia retirada. Se ponía en marcha lo que se conoció como Operación Bagration, bautizada con este nombre en honor Piotr Ivanovich Bagration, general ruso que había luchado contra los ejércitos napoleónicos, pero no solo eso, no era ruso sino georgiano, paisano de Stalin. Los soviéticos ya tenían su día D.OPERACIÓN CAMUFLAJE: MASKIROVKA
Al igual que sucedía en la costa oeste de Europa que los alemanes sabían de un inminente ataque, pero no de dónde se iba a producir, en el este pasaba lo mismo. Pensaban que el ejército rojo se dirigiría a Ucrania. Y repitiendo el guion del oeste, los soviéticos pusieron en marcha una campaña de despiste y desinformación que acabó por desconcertar y confundir a los alemanes, de nombre maskirovka. Todas las noches, tanques y camiones cargados con tropas, camuflados y con las luces apagadas, marchaban hacia Bielorrusia llevando tropas y material. Una agotada Luftwaffe no fue un obstáculo.
Los experimentados soldados del Grupo de ejércitos Centro si se percataron del movimiento de tropas soviéticas que se iban acumulando ante sus líneas, pero no les hicieron caso. Incluso se interceptaron mensajes de radio que no dejaban dudas de las intenciones soviéticas, pero el alto mando alemán quitaba importancia a todo ello, supusieron que eran maniobras de engaño por parte del enemigo para que creyeran que allí se desencadenaría el ataque y no donde pensaban ellos.
LA MAYOR OFENSIVA SOVIÉTICA DE LA GUERRA
Se trataría de la mayor ofensiva puesta en marcha por el Ejército Rojo durante la guerra y con un resultado devastador para el enemigo. El otrora temible y poderoso Grupo de ejércitos Centro de los alemanes, que había llegado a amenazar Moscú, acabaría siendo aplastado y puesto en una casi permanente retirada. Con más de dos millones de soldados, una poderosa fuerza artillera (más de 30.000 cañones), casi 6.000 blindados y el apoyo aéreo, con casi 9.000 aviones, los soviéticos se dispusieron a echar a los alemanes de su suelo patrio e ir reconquistándolo metro a metro, hasta no solo expulsarlos sino llegar al corazón de Alemania.
Los alemanes sabían a lo que se enfrentaban pues habían visto como no pudieron llegar a Moscú, como en Stalingrado en el invierno de 1942-1943 recibieron, no solo un duro revés, sino un mensaje claro y contundente de los soviéticos y en el verano de 1943 sufrieron otra derrota en Kursk, en la operación Ciudadela, demasiado para seguir pensando en ganar la guerra.
LA DESCONOCIDA BAGRATION
Bagration no es muy conocida para el público en general, quedando en un segundo plano por los desembarcos de Normandía, un par de semanas antes, y por la maquinaria mediática de los aliados, especialmente los estadounidenses, Hollywood incluida. El alcance de Bagration quedó tras el telón de acero a pesar de ser reconocida por muchos historiadores como el verdadero punto de inflexión de la derrota final alemana. Hubo que esperar a 1994, casi cincuenta años después, para que viera la luz en occidente, con la obra de Paul Adair. Eso no significa que no se hubiera escrito antes sobre ella pero su alcance quedaba restringido a los países del Este.
LA CONFERENCIA DE TEHERÁN
Como decía al principio, Stalin reclamaba a los aliados la apertura de un segundo frente en Europa. Y en la Conferencia de Teherán celebrada a finales de 1943 fue donde comenzó a prepararse esta estrategia, reunidos los tres grandes, el propio Stalin, Roosevelt y Churchill.
Puestos todos de acuerdo, sabiendo los soviéticos que se abriría ese segundo frente a primeros de junio, decidieron que ellos desencadenaría la tempestad a mediados de mes, pero ¿dónde? La cuestión del lugar desde donde lanzar la ofensiva era clave. Después de mucho debatir la decisión se centró en Bielorrusia, posiblemente donde menos se esperarían los alemanes ser atacados, directos hacia el Grupo de ejércitos Centro.
El desgaste de las previas ofensivas soviéticas se hacía notar en ambos bandos pero más en el alemán. Las fuerzas alemanas en el sector sur del frente habían quedado divididas en dos grupos de ejércitos, Ucrania Norte (Walther Model) y Ucrania Sur (Schorner), pero ya no ocupaban apenas suelo ucraniano, además necesitaban tropas de sus aliados, rumanos y húngaros principalmente. En el norte (Lindemann), los alemanes habían tenido que retroceder hasta la frontera de los países bálticos. Y en el sector intermedio, el Grupo de ejércitos Centro (Ernst Busch luego sustituido por Model) mantenía Bielorrusia. Pero no solo se enfrentaría al ejército rojo sino que tenían a sus espaldas la amenaza de los partisanos, mucho más implicados con los soviéticos, muy bien equipados y asesorados por el ejército rojo. Según los historiadores soviéticos podría haber tras las líneas alemanas unos 143.000 partisanos. La Luftwaffe seguía siendo de poca ayuda.
La operación estaría dirigida por los mariscales Vasilevsky y Georgui Zhukov. El primero dirigiría coordinadamente al 1er Frente del Báltico, cuyo jefe era el mariscal Ivan Bagramian, y el 3º de Bielorrusia, dirigido por Ivan Cherniajovsky. Por su parte Zhukov haría lo propio con el 1er Frente de Bielorrusia, dirigido por Konstantin Rokosovsky y el 2º Frente de Bielorrusia, a cuyo frente estaba Georgui Zajarov.
El ataque comenzó el 22 de junio contra el 3º Ejército Panzer en la región de Vitebsk, con la intervención de fuerzas del 1º Frente del Báltico y el 3º Frente de Bielorrusia. El día 23 fue contra el 4º Ejército entre Orsha y Mogilev por parte del 3º y, sobre todo, del 2º Frente de Bielorrusia; y el día 24 contra el 9º, en dirección a Babruysk, a cargo del ala izquierda del 1º Frente de Bielorrusia. Todos los ataques fueron precedidos de fuerte fuego artillero.
Los soviéticos habían aprendido, después de muchos fracasos, que no bastaba con ejecutar un gran ataque sobre un único punto, sino que había que atacar, en masa, sobre un frente muy amplio, impidiendo a los alemanes desplazar efectivos desde un área a otra.
En los otros sectores más al sur la historia se repetía. El 2º Frente de Bielorrusia tenía la misión de conquistar Mogilev, pero más importante era forzar el paso del río Dniéper. Y el día 27 los soviéticos ya disponían de cabezas de puentes en su orilla occidental y el 28 Mogilev fue cercada y capturada casi a continuación. El siguiente objetivo en caer fue Babruysk el día 29.
INCAPACIDAD DE REACCIÓN ALEMANA
El arrollador avance soviético no pudo ser contenido por el Grupo de ejércitos Centro, al no disponer de reservas acorazadas y móviles, por considerar el alto mando alemán que su sector no sufriría ningún ataque a gran escala. Fue incapaz de poner en marcha ninguna defensa efectiva. Lo único que pudo hacer, destrozadas las unidades de primera línea, fue tratar de establecer una línea de contención a lo largo del Berezina, esperando un reagrupamiento de lo poco que quedaba de esas unidades de primera línea antes de la llegada del ejército rojo. Y solo se podía intentar con tropas de retaguardia pero sin armamento pesado, aquella era una misión imposible. Aunque al final pudieron contar con la 5ª División Panzer que llegó del Grupo de ejércitos Ucrania Norte siendo al final su esfuerzo inútil. Con el Berezina franqueado en varios puntos, la ruta hacia Minsk quedaba totalmente franca.
Cuando Hitler fue consciente de la gravedad del ataque soviético y del destrozo que estaba sufriendo el Grupo de ejércitos Centro, pasó a la contra haciendo cambios, pero no los esperados refuerzos, sino solo sustituyendo a Busch por uno de sus mariscales favoritos, Walther Model. El cambio se hizo efectivo el 28 de junio, de esta forma Model por unos días compatibilizó su jefatura del Grupo de ejércitos Ucrania Norte y el del Centro, gracias a lo cual se facilitó alguna transferencia de tropas del primero al segundo, más necesitado.
Pero la sangría no paraba y el día 3 de julio cayó Minsk en manos soviéticas.
El otrora potente y terrible ejército alemán se deshacía como un azucarillo en el agua y en vez de intentar articular algún tipo de defensa ordenada, con los elementos que fueran, ahora las unidades se desintegraban y los soldados se lanzaban hacia una huida al oeste en busca de la salvación particular, en un evidente “sálvense quien pueda”. Esta retirada precipitada fue muy bien recibida por los partisanos bielorrusos que aprovecharon su revancha después de estos años de invasión alemana. Perfectos conocedores del terreno en el que se movían, bosques y zonas pantanosas, esperaban a los desesperados soldados alemanes que buscaban caminos poco transitados para escapar y los aniquilaban.
La tremenda brecha existente entre el maltrecho Grupo de ejércitos Centro y el Grupo de ejércitos Norte la aprovecharían los soviéticos lanzando el mariscal Aleksandr Vasilevsky los dos frentes que operaban bajo su control hacia Lituania y la frontera de Prusia Oriental, adueñándose de Vilnus y Kaunas. Y los dos frentes que estaban al mando de Zhukov avanzaron hasta la antigua frontera entre la URSS y Polonia ocupando Baranovichi y Brest-Litovsk, en dirección oeste, y Grodno y Bialystok, en dirección noroeste.
La amenaza sobre Prusia Oriental era evidente y los alemanes peleaban ahora con mas determinación, su suelo patrio comenzaba a estar más que amenazado.
OBJETIVO EL VÍSTULA
A partir del 18 de julio al 1 Frente de Bielorrusia se le asignó otra misión de envergadura: dirigirse a Polonia central, con el río Vístula como objetivo. Las tropas de Rokosovsky, el 1 de agosto, entraban en un suburbio de Varsovia.
PRIMEROS DE AGOSTO: BAGRATION LLEGA A SU FIN
El 5 de Agosto de 1944 concluyó la «Operación Bragation» ante las mismas puertas de la capital de Varsovia. Habían ganado 600 kilómetros desde aquel 22 de junio, destruyendo 28 divisiones enemigas. Que el Ejército Rojo se detuviera en el Vístula no significaba que dieran por concluidas sus operaciones. Ahora si podrían ir a por los pozos petrolíferos de Ploiesti en Rumanía, comenzaba otra campaña desde el 8 de agosto al 15 de diciembre por Hungría, Rumanía y los Balcanes.
Muchos aliados de Alemania decidían cambiar de bando o pactar un armisticio. Finlandia lo hacía el 19 de septiembre, Eslovaquia, y tres días antes el Ejercito Rojo entraba en Sofía provocando otro cambio de bando. El 28 lo haría en Belgrado apoyado por los partisanos de Tito. En diciembre cercaron Budapest que no cayó hasta febrero de 1945.
La completa sorpresa estratégica, el excelente liderazgo soviético, la neta superioridad de medios y hombres, los avances en el nivel táctico demostrado por el ejército rojo y el total dominio del aire fueron las claves del arrollador avance soviético en la Operación Bagration.
NÚMEROS
A los más de 2.000.000 de hombres que Stalin puso en marcha el 22 de junio, Alemania y sus aliados pusieron enfrente algo más de 1.000.000. La superioridad soviética también fue evidente en blindados, artillería y aviación de forma contundente.
Respecto a las bajas, tema siempre controvertido y que según las fuentes varía su número, la Unión Soviética sufrió algo más de 1.000.000 bajas y perdió en combate más de 4.000 blindados, casi otras 4.000 piezas de artillería y algo más de 800 aviones. En el bando del Eje las bajas superaron los 400.000 hombres, 200 blindados y 1.300 piezas de artillería.
La URSS recuperó Bielorrusia y la provincia ucraniana de Galitzia, todo el este de Polonia, el sur de Letonia y la mitad de Lituania. El Ejército Rojo sufrió un gran desgaste del que tenía que recuperarse, momento que aprovecharon los alemanes para ir salvando los pocos muebles que le quedaban, hasta inicios de 1945 cuando los soviéticos reanudaron el avance. Pero la suerte ya estaba echada y el ejército alemán solo retrocedía a pasos agigantados viendo cada vez mas cerca su derrota total.
Bibliografía y webgrafía
Operación Bagration, 1944. La gran ofensiva de Stalin en el Este. Muñoz Lorente, Antonio
Segunda Guerra Mundial 1939-1945 Las claves de la mayor contienda de la Historia. Vol 45. La Operación Bagration, Carlos Caballero Jurado
Gran Crónica de la II Guerra Mundial, volumen 13. Edilibro. Claude Bertin y E. Krieg
Memorias de W. Churchill (Edición compilada por Círculo de Lectores)
Ofensiva en Bielorrusia "Operación Bagration"
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