ATAQUE A PEARL HARBOR
La mañana del 7 de
diciembre de 1941 ha pasado a la historia como una de las más importantes y
dramáticas, de consecuencias inesperadas, o casi. Que los Estados Unidos
entraran en la II Guerra Mundial era la más esperada y lógica, pero cómo se
sucedieron los hechos a partir de ese momento no tanto, por lo menos a los ojos
nipones. A las 7:48 a.m., hora local, el cielo de la isla de Oahu se oscureció ante
el vuelo de la aviación japonesa que, entre cazas, bombarderos y torpederos en
un número cercano a 400, bombardearon la base naval norteamericana de PearlHarbor (Hawái) sin declaración de guerra previa y pillando a los defensores
totalmente por sorpresa.
ANTECEDENTES
ANTECEDENTES
Pero conozcamos los antecedentes y tomemos perspectiva para comprender la situación y los porqués. En
1931 se produce la invasión japonesa de China generando el estado-títere de
Manchuko. Se pone de manifiesto el afán expansionista de Japón, falto de recursos
naturales, por otro lado. Este punto sirvió como base de expansión hacia el
sur: desde la Indochina francesa, hasta la Malasia británica o las Antillas
holandesas, núcleo del colonialismo europeo en Asia. EE.UU, ante este nueva amenaza, reacciona apoderándose
de todos los activos japoneses en su país. Ahogado por el bloqueo yanqui, Tokio
entendió que únicamente una ofensiva preventiva aseguraría su dominio en la
región.
A todo esto, hay que
sumar más pilares de la política internacional nipona que tras comprometerse a
no agredir a la URSS, firmó el Pacto Tripartito con la Alemania nazi y el
fascismo de Mussolini, el 27 de septiembre de 1940, (el Eje formado por Berlín-Roma-Tokio),
que le concedía la primacía territorial en Asia. Todo esto generó en EE. UU. la
sensación de peligro.
A pesar de todo ello, los
norteamericanos no fueron conscientes del peligro real hasta que ya se había producido
el ataque, momento en el que sus teorías aislacionistas dejaron paso de forma
violenta al intervencionismo bélico. Ese aislacionismo venia provocado por el
recuerdo de lo sucedido en Europa 25 años antes y no querían repetirlo.
PARTIDA DE LA ARMADA IMPERIAL JAPONESA
El 26 de noviembre se pone en marcha la Armada Imperial Japonesa, que fondeaba en las islas Kuriles, hacia su objetivo, comandada por el Almirante Nagumo. Seis días después, el 2 de diciembre recibe la clave que tanto espera: “Escalad al monte Niitaka”, se debe atacar el 7 de diciembre. La Armada parte con sus seis portaaviones (Akagi, Kaga, Soryu, Hiryu, Shokaku y Zuikaku), acorazados y cruceros de guerra, transportando más de 400 aviones con destino a la isla de Oahu, donde fondeaba la flota norteamericana. La marcha transcurrió entre el absoluto silencio y secretismo, ya que era fundamental asegurarse el efecto sorpresa. El objetivo era claro y contundente, aniquilar todos los efectivos de la flota enemiga.
“El destino del Imperio depende de esta sola batalla. ¿Qué cada uno haga cuanto pueda!"
El 26 de noviembre se pone en marcha la Armada Imperial Japonesa, que fondeaba en las islas Kuriles, hacia su objetivo, comandada por el Almirante Nagumo. Seis días después, el 2 de diciembre recibe la clave que tanto espera: “Escalad al monte Niitaka”, se debe atacar el 7 de diciembre. La Armada parte con sus seis portaaviones (Akagi, Kaga, Soryu, Hiryu, Shokaku y Zuikaku), acorazados y cruceros de guerra, transportando más de 400 aviones con destino a la isla de Oahu, donde fondeaba la flota norteamericana. La marcha transcurrió entre el absoluto silencio y secretismo, ya que era fundamental asegurarse el efecto sorpresa. El objetivo era claro y contundente, aniquilar todos los efectivos de la flota enemiga.
“El destino del Imperio depende de esta sola batalla. ¿Qué cada uno haga cuanto pueda!"
El 6 de diciembre la
flota se encuentra a unos 800 kms. del objetivo. Nagumo es informado de que en
el puerto se hayan fondeados 9 acorazados, 7 cruceros, 19 destructores y
numerosos barcos de menor calado. La única pega que le hace fruncir el ceño es
que los portaaviones norteamericanos no se encuentran allí y eso será un gran
problema en el futuro, cuestión que él ya intuía. Después del medio día se leen
a la tripulación los mensajes del Emperador y del almirante Yamamoto: “El
destino del Imperio depende de esta sola batalla. ¿Qué cada uno haga cuanto
pueda!"
¡TORA, TORA, TORA!
¡TORA, TORA, TORA!
La primera oleada de
aviones despegaba de los portaviones nipones a las 6:00 (hora de Hawái) y a
cuyo mando estaba el capitán de fragata M. Fuchida. Éste volaba en un avión
triplaza Nakajima B5N2 Kate y dirigía los 144 aviones que completaban esa
oleada. Solo él podía usar la radio el resto debía mantener el silencio radio
para conservar el más absoluto secreto. Sus compañeros de avión eran M. Matuzaki
y N. Mizuki. A las 7:53 del 7 de diciembre, domingo, Fuchida, envía su mensaje
al almirante Nagumo:” Tora, tora, tora”. Significaba que el ataque por sorpresa
se había conseguido con éxito total.
Esa
primera oleada dura poco más de 45 minutos, cuando Fuchida da la orden de
volver: “Misión cumplida, regresamos. Pearl Harbor es un mar de fuego”. Atrás dejan hundidos los
acorazados Oklahoma, California, Arizona y West Virginia y gravemente dañados
al Tennessee, Pensylvannia, Maryland y Nevada. Otros cruceros,
destructores y buques auxiliares han sido destruidos o dañados. Los aeródromos
también fueron atacados y sus aviones diezmados.
Una segunda oleada de
aviones llega a la isla sobre las 8:54 ya siendo conscientes de que no habrá
efecto sorpresa pero que los efectos de la primera oleada les facilitarían el
trabajo. 132 aviones de bombardeo escoltados por 35 cazas Mitsubishi A6M2b Zero
se lanzaron sobre los aeródromos militares y las estaciones aeronavales de la
isla, ante la impotencia de sus defensas antiaéreas.
A las 9:47 todo ha
terminado, solo queda fuego, muerte y destrucción. De los 96 buques que había
en la bahía 18 están fuera de combate. El mayor daño militar fue la destrucción
de los acorazados. En los aeródromos se ha destruido 188 aviones y otros 159
han sido dañados.
¿PORQUÉ NO HUBO UNA TERCERA OLEADA?
¿PORQUÉ NO HUBO UNA TERCERA OLEADA?
Se pidió hacer una
tercera oleada, pero fue descartada por el mando japonés. “El comandante de la
escuadra japonesa dejó escapar una ocasión magnifica restringiendo el número de
los objetivos del ataque y limitando su duración a solo un día”. Palabras del
almirante Kimmel jefe de la escuadra norteamericana en el Pacífico. La no
destrucción total de Pearl Harbor mas el hecho de que los portaviones no
estuvieran allí fueron claves para el posterior desarrollo de la guerra.
Nagumo dejó indemnes 7
cruceros, 4 submarinos, 50 destructores, cañoneros, minadores, dragaminas y
transportes y dos buques cisterna. En condiciones de operar quedaron muelles,
astilleros, talleres y, sobre todo, 700.000 toneladas de carburante. Por parte japonesa,
perdieron 29 aviones y cinco insignificantes submarinos enanos. 65 pilotos,
tripulantes submarinistas y marineros perdieron la vida en el ataque o fueron
capturados.
“PEARL HARBOR SORPRENDIDO EN PAÑOS MENORES"
A parte de la meticulosa
planificación japonesa para el ataque, se produjeron otra serie de circunstancias,
torpezas y errores, en el bando norteamericano que, combinados, produjeron el
resultado conocido. Por ejemplo en un radar de la isla se apreció la llegada de
la primera oleada de aviones y se confundió con una escuadra de bombarderos B17
americanos que tenían que llegar de California, quitándole toda importancia; o la posición en hilera de dos
en dos en la que estaban dispuestos los navíos en el puerto; o las baterías
antiaéreas desarmadas por temor a los sabotajes quintacolumnistas nipones. En
definitiva, como tituló un diario neoyorquino a los pocos días, “Pearl Harbor
sorprendido en paños menores”. Nadie se esperaba el ataque y la vida en la isla
era placentera, como pudimos ver todos en el cine en “De aquí a la eternidad”.
La victoria japonesa, que
parecía absoluta, se convirtió en la
primera parte de una rápida ofensiva para apoderarse del océano Pacífico y sus
principales puntos estratégicos. Sólo horas después, las tropas del emperador
Hirohito iniciaron la invasión de las islas Filipinas.
F.D. ROOSEVELT
Pero ¿fueron errores, meras y fatales casualidades o había algo detrás? Esta pregunta ha ido
sobrevolando el escenario de la historia y ha tenido calado. ¿Buscaba el
presidente Roosevelt una justificación para entrar en la guerra?, ¿le acuciaba
la crisis económica que vivía su país de tal forma que vio la salida en la
guerra?, ¿fue Pearl Harbor un ardid, un señuelo para que los japoneses atacaran
la isla?, ¿por qué no estaban los portaaviones en la bahía y sí el resto de la
flota?
Hoy en día sabemos que el
código diplomático japonés había sido reventado y que la inteligencia
norteamericana estaba al tanto del ataque a Pearl Harbor. Ya hemos hablado
antes de aquellas “torpezas”, ¿Por qué no se hizo nada? Documentos de la época,
la advertencia del embajador Grew o mensajes desencriptados que ordenaban a los
diplomáticos japoneses en Washington que se deshicieran de material y
documentación, demuestran que Estados Unidos era consciente de que iba a haber
un ataque, aunque desconocía el alcance y dimensión.
ENTRADA DE LOS EE.UU. EN LA IIª G.M.
ENTRADA DE LOS EE.UU. EN LA IIª G.M.
El ataque supuso la
entrada de EE. UU en la IIª Guerra Mundial al lado de los aliados y no solo
conllevó la declaración de guerra a los nipones sino días después también a
alemanes e italianos. El pueblo norteamericano que en un 90% estaba en contra
de entrar de nuevo en una nueva guerra
que veían lejana y en la que su propio presidente les había prometido no
entrar, clamaron venganza al conocer la noticia del ataque.
Pearl Harbor fue la tumba
del imperialismo japonés a pesar de su victoria.
Al día siguiente del
ataque Franklin D. Roosevelt se dirigió al Congreso de los EE. UU y solicitó la
declaración de guerra a Japón. El Senado y la Cámara de Representantes
aprobaron la misma unánimemente con la excepción de un voto.
EL DÍA DE LA INFAMIA
“Ayer, 7 de diciembre de
1941, una fecha que pervivirá en la infamia, Estados Unidos fue deliberadamente
atacado por sorpresa por fuerzas navales y aéreas del Imperio de Japón. Estados Unidos estaba en
paz con Japón y, a solicitud de esta nación, aun estaba en conversaciones con
su gobierno y su emperador, buscando el mantenimiento de la paz en el Pacífico.
Una hora después de que escuadrones aéreos japoneses comenzasen a bombardear la
isla norteamericana de Oahu, el embajador japonés en Estados Unidos y su acompañante…”
“…Le pido al Congreso
declarar, que debido al cobarde ataque no provocado efectuado por Japón el
Domingo 7 de diciembre, existe un estado de guerra entre los Estados Unidos y
el Imperio de Japón”.
Fuentes
Revista Aventura de la
Historia, nº 34 agosto de 2001, Pearl Harbor, el cebo, Manuel Leguineche
Pearl Harbor, el día de
la infamia, volumen 12 Segunda Guerra Mundial 1939-1945 Las claves de la mayor
contienda de la Historia, biblioteca El Mundo
La Segunda Guerra
Mundial, Edilibro, volumen 3 Como se gestó Pearl Harbor y volumen 4, Hawaii:
así es la guerra y volumen
Buena informacion y redaccion, complementada con sus respectivas fuentes. Gracias por tu trabajo, sigue asi. Saludos.
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