HISTORIAS CURIOSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
En otras ocasiones ya os hemos hablado en este blog sobre curiosidades de la Segunda Guerra Mundial, en artículos como el del espionaje, los avances de la medicina, el mundo del espectáculo o sobre los combatientes españoles en la contienda, todo ellos también en nuestro canal de podcast, o el episodio del podcast sobre curiosidades del Día D
En esta ocasión no trataremos un tema en concreto sino historias curiosas varias.
EL VOLKSSTURM
Comencemos con este peculiar ejército alemán del final de la guerra, también cocido como el ejército de los desesperados, veamos por qué. No situamos en en el último tramo del III Reich. La situación no pintaba nada bien ya para los alemanes y Hitler creó una milicia integrada por miembros de las Juventudes Hitlerianas, ancianos y hombres declarados no aptos, vamos aquellos que no habían podido sumarse al ejército y luchar en el frente, todo ellos directamente sometidos al partido nazi y fuertemente adoctrinados para luchar hasta la muerte.
El 25 de septiembre de 1944, tal y como se estaba poniendo la guerra, con los aliados desembarcados en las costas de Normandía y los soviéticos haciendo retroceder al ejercito alemán en suelo ruso, ambos con Berlín como objetivo, ese día Hitler promulgó un decreto que establecía la creación de una milicia mediante la movilización de los varones con edades comprendidas entre los 16 y 60 años.
Niños, ancianos y hombres con taras físicas, recordemos que los aptos estaban en primera línea, fueron reclutados para formar parte de lo que se ha conocido como Volkssturm (batallones populares de asalto). A los que hay que sumar aquellos hombres que no se habían incorporado hasta ahora al ejército por tener ocupaciones consideradas como estratégicas para el país. Todo esto afectó, se calcula, a un volumen entre 5 y 6 millones de alemanes.
La organización de estos batallones estaría al mando de los Gauletier (gobernadores políticos de cada región) que se encargaban del alistamiento, distribución de armas e instrucción. Eso sí, Heinrich Himmler se reservó el mando a nivel nacional.
La unidad básica era el batallón, compuesto por unos 600 hombres y su objetivo era luchar, en principio, a nivel local, es decir defendiendo la circunscripción de donde perteneciera. Pero al final acabarían en muchos casos desplegándose en otros lugares según la necesidad de la guerra. Y en ese momento los alemanes tenía muchas necesidades.
Generalmente el armamento que se les entregaba no era el ideal, mas bien de desecho. Viejos fusiles, muchos capturados al enemigo en años anteriores. Escopetas de caza y otras armas cedidas por particulares, incluso los propios reclutas aportaban las suyas propias.
El armamento mas preciado y nuevo fueron los lanzagranadas Panzerfaust (puño acorazado) de un solo uso y especialmente destinados a la lucha anti carro a muy corta distancia; y los fusiles Volksgewehr (fusil del pueblo).
Pero el gran problema fue el suministro de munición. Por ejemplo en algún batallón se entregó solo 10 balas por hombre, a todas luces insuficiente; y de menor nivel, el uniforme que cada uno debía proporcionarse uno. Mas fácil lo tuvieron los integrantes de las JJ HH que tenían uno propio. Eso sí, todos llevaban un brazalete con el águila nacional y la leyenda “Deutsche Volkssturm. Wehrmacht”.
Respecto a la instrucción, pues como os podéis imaginar fue deficiente y muy básica. Si tenemos en cuenta que muchos hombres tenían que compaginar este entrenamiento con su trabajo habitual y que el resto eran niños, ancianos y no aptos, no hace falta tener mucha imaginación para hacerse una idea y saber que su eficacia en combate sería mínima. Por no hablar de su estado anímico.
Su primera misión era de apoyo, cavar trincheras, levantar barricadas, pero el ataque enemigo era fulminante y pronto echaron mano de ellos para ponerlos en primera línea defensiva, ante ejércitos curtidos que no encontraron oposición en ellos.
Ante esa situación de nula eficacia y desastre, Hitler redactó un nuevo decreto el 28 de enero de 1945, ordenando que los miembros del Volkssturm fueran integrados y mezclados en unidades de combate profesionales, formando unidades mixtas. Tampoco era la solución, me figuro a esas unidades recibieran estos “refuerzos”, por llamarlos de alguna forma.
Pero cuando luchas por tu tierra tu casa y tu familia que la tienes detrás, el valor sale a flote y no faltaron casos de fuerzas del Volkssturm que lucharon con gran valor y coraje en la defensa de sus ciudades como en Könisberg y Breslau.
Y llegado el momento de la rendición, el trato fue distinto dependiendo del frente. En el occidental fueron mas benevolentes, tratados como soldados, pero en el oriental se les equiparó a partisanos y muchos de ellos fueron fusilados sin juicio cuando caían prisioneros.
En algunos aspectos puede recordarnos a la Home Guard británica de principios de la guerra. Pero encontramos sustanciales diferencias. La filosofía y el objetivo era el mismo, hombres que no podían alistarse por edad o impedidos físicos para el combate, mismos problemas de abastecimiento de armas, munición, uniformes, una preparación muy básica… Las diferencias fueron que en caso inglés fue un ejército preventivo de defensa, Gran Bretaña estaba amenazada por la posible invasión alemana, pero al final no hubo ataque real y no tuvieron que luchar a diferencia de los alemanes.
OPERACIÓN MINCEMEAT
La operación Mincemeat, en inglés carne picada, es uno de los casos mas curioso y fructíferos de desinformación de la guerra, ideado para la operación Husky, que fue el desembarco de las fuerzas aliadas en la isla de Sicilia.
Los aliados querían atacar a los alemanes e italianos, que todavía eran aliados, por el sur del continente y la isla italiana tenía una posición estratégica privilegiada para utilizarla como trampolín entre las fuerzas aliadas que dominaban el norte de África y el continente. Había que confundir a los alemanes para que creyeran que el asalto iba a ser en Grecia o Cerdeña y no reforzaran la defensa de la isla siciliana.
El artífice del engaño fue Ewen Edward Samuel Montagu, capitán de corbeta asignado a la inteligencia naval británica. La idea fue abandonar el cadáver de un oficial británico con documentos de gran valor, lógicamente falsos, en aguas españolas, en la costa de Huelva. Allí sabían los británicos que operaba personal del Abwehr, el servicio de inteligencia y espionaje alemán. Esos documentos descartaban la idea de un desembarco aliado en Sicilia.
¿Quién era el personaje del cadáver? Años mas tarde se supo que era Glyndwr Michael, un vagabundo de 34 años, enfermo mental que murió por una neumonía.
Incluso le inventaron una novia para hacerlo mas real, Pam, y añadieron fotos, cartas… hasta unas entradas al teatro de un representación de hacía unos días.
El cadáver del comandante Martin con su correspondiente uniforme fue embarcado en el submarino HMS Seraph que se hizo a la mar el 19 de abril de 1943. El día 30 lo dejaron aguas cercanas a la costa de Huelva, con su chaleco salvavidas y el maletín, lo mas importante de la operación. La corriente lo llevó hasta la playa.
El documento principal que contenía el maletín era una carta del teniente general Archibald Nye al general Alexander en la que especificaba que Sicilia no era el objetivo real, y se dejaba entrever que podía ser Grecia u otro lugar del Mediterráneo, y además había una carta de presentación dirigida al almirante Cunningham, del jefe de operaciones combinadas lord Mountbatten donde se daban algunas pistas de que el desembarco seria en Cerdeña.
El cadáver fue descubierto por un pescador que lo arrastró a la playa e informó a la Guardia Civil de Punta Umbría. El cuerpo fue entregado al vicecónsul británico y enterrado el 4 de mayo en el cementerio de Huelva. El informe del forense, Eduardo Fernández del Torno estuvo a punto de desbaratar la operación del engaño pues planteó que la fecha de la última estancia en Inglaterra no cuadraba con los días que llevaba ahogado. Por fortuna para los aliados estas consideraciones no fueron tenidas en cuenta.
Para cubrir las apariencias, dos días después de su funeral, los británicos enviaron un mensaje a Madrid solicitando urgentemente la devolución de la cartera con los documentos que transportaba Martin, que no fueron devueltos hasta el 13 de mayo. Tiempo suficiente para haber sido revisados minuciosamente por los servicios de inteligencia alemanes. El día 12, Hitler ordenaba que se diera prioridad al refuerzo de las defensas de Grecia y Cerdeña. La noche del 9 de julio empezaba la invasión de Sicilia. La operación Mincemeat había sido un éxito.
EL PAPEL DE LA MAFIA EN LA CONTIENDA
Los sindicatos estadounidenses que eran mayoritarios entre los trabajadores portuarios estaban dominados por la Mafia, o eso creían las autoridades del país y lo toleraban, sabedores de que era fundamental contar con su colaboración para que el vital tráfico marítimo de mercancías entre EE UU y Europa, el norte de África y el Pacífico trascurriesen con total normalidad. Por eso la armada estadounidense entabló contacto con dos de los principales capos locales, Meyer “Little man” Lansky y Joseph “Socks” Lanza.
La relación entre las autoridades estadounidenses y la Mafia evidentemente no podían ser buenas. Pero aquellas necesitaban de cierta colaboración. Y la guerra y el ataque de Mussolini a la mafia italiana acercó posiciones en EE UU.
El gobierno temía los sabotajes tanto de alemanes como de italianos, sobre todo por la gran comunidad italiana en el país. Incidentes como el incendio de gran trasatlántico Normandie en el puerto de Nueva York, incrementó ese temor. Así que comenzaron los contactos con la Mafia, para asegurarse la cooperación de los sindicatos y evitar ese tipo de incidentes. Y a esta labor se sumó “Lucky” Luciano, que ya hacia sus gestiones secretas con la administración y el ejército y que se encontraba encarcelado desde 1936.
Por otra parte, uno de los problemas con que se encontraron los aliados para la invasión de Sicilia fue la carencia de espías en la isla y las peculiaridades características de la isla hacían que introducirlos fuese una tarea suicida, pues los fuertes lazos familiares y, sobre todo, la propia Mafia, hacían imposible cualquier infiltración desde el exterior.
Ya hemos dicho que el gobierno entabló conversaciones con uno de los principales mafiosos de Nueva York, Lucky Luciano. Las conexiones entre la Mafia estadounidense y la siciliana eran bien conocidas y la siciliana, como ya hemos dicho, había sido sistemáticamente perseguida por Mussolini, con lo que este se había ganado la enemistad de sus primos estadounidenses.
Luciano estaba deseoso de colaborar, pero, naturalmente, a cambio de su libertad y de un pasaje para Sicilia. Sin embargo, la administración de justicia se oponía formalmente a cualquier tipo de pactos con criminales, independientemente del grado de ayuda que pudiesen prestar y los contactos, oficialmente, se rompieron.
Pero, tras el desembarco, ciertos oficiales de inteligencia estadounidenses contactaron enseguida con destacados miembros de la Mafia local, como Michele Pantaleone, que prestaron una gran ayuda, con el beneplácito del jefe de esta, Calogero Vizzini. De esta forma pusieron a disposición de los aliados guías, aportaron listas de colaboradores fascistas, consiguieron la deserción de soldados italianos… y ayudaron a que la isla fuera tomada de forma rápida y sencilla.
Eso si, la Mafia sacaría tajada de la situación y aprovechó la oportunidad para infiltrarse en el nuevo gobierno provisional, que las fuerzas de ocupación establecieron, y comenzaron a obtener grandes beneficios: controlaron el creciente mercado negro y establecieron los contactos adecuados con los encargados de la logística aliada. Algunas grandes fortunas de la actualidad se generaron entonces. Cuando las fuerzas de ocupación abandonaron la isla en 1946, la Mafia estaba totalmente reorganizada y era extraordinariamente fuerte de nuevo. Curiosamente, Luciano, a pesar del compromiso oficial y de tener condena de mas de 30 años, fue liberado bajo palabra en 1946 y deportado a Italia, donde viviría cómodamente hasta su fallecimiento en 1962.
EL JEEP
Ya sabemos que los EE UU entraron mas tarde en la contienda mundial, dos años después, pero en ese periodo pre bélico, y ante la segura entrada en la guerra, el gobierno puso en marcha su maquinaria de modernización de sus fuerzas armadas. Se habían dado cuenta por el avance relámpago alemán al principio de la guerra de la importancia de la motorización, que había supuesto un salto cualitativo respecto a guerras anteriores y los EEUU no lo habían contemplado. Así que se pusieron las pilas.
En verano de 1940 el ejército pidió a los fabricantes el diseño de un vehículo pequeño, ligero, no mas de 600 kg de peso, con tracción a las cuatro ruedas, polivalente en su uso y con cierta capacidad de carga. Que además fuese estable, fiable y resistente así como fácil de mantener. Y para hacerlo mas divertido, lo querían para ya. 50 días les dieron para presentar los proyectos y un prototipo. Seria algo totalmente novedoso.
Pues a pesar de estas exigencias se fueron presentando modelos pero ninguno cumplía todos los requisitos. Se hicieron pruebas y el ejercito decidió encargar 1.500 unidades a cada una de las tres empresas que habían presentado proyectos. 4.500 vehículos que serian duramente probados y en un año se haría la selección definitiva.
Se decantaron por los Jeep e hicieron un primer encargo fue 16.000 vehículos en el verano de 1941, pero la entrada en la guerra en diciembre hizo que los planos fueran transferidos a Ford para asegurarse una elevada producción.
Durante la guerra se fabricaron cerca de un millón de jeeps, que no solo utilizó el ejercito estadounidense sino también el británico e incluso el soviético. Su versatilidad y utilidad quedó ampliamente demostrada, usándose para misiones tanto de mensajería, transporte, ambulancia, vehículo de reconocimiento, artillado con ametralladoras, tendido de cables, arrastre de piezas de artillería ligera, antitanques… Su fiabilidad excedió las expectativas y terrenos como los desiertos del norte de África, la jungla oriental o las frías llanuras europeas demostraron su capacidad.
El general Marshall, jefe del Estado Mayor del ejército en las IIª GM, llegó a decir que el Jeep había sido la mejor aportación de su país a las guerras modernas.
Al terminar la guerra sus funciones variaron y se aplicaron a tareas agrícolas y forestales, con nuevas variantes en el diseño. En 1950 se registró como marca comercial, siguiendo su producción hasta hoy.
LA RADIO COMO MEDIO DE PROPAGANDA
La radio fue un arma muy potente aunque alejada del frente pero muy efectiva. Durante la Segunda Guerra Mundial se asistió a un gran desarrollo de la industria radiofónica, convertida en elemento de propaganda, de todo tipo.
Alemania alcanzó los mayores índices europeos de audiencia radiofónica en la década de los años 30. En 1934 tenía unos cinco millones de receptores, con 15 millones de oyentes y, en 1937 la cantidad de receptores llegó a superar los 8 millones y el de oyentes a 25 millones.
Los contenidos fomentaban el sentimiento nacional alemán apelando a razones sentimentales, con llamadas a la raza y la sangre, utilizado para fomentar odio y miedo. Su programa estrella era La hora de la nación, de contenido racial y nacionalista, con gran habilidad demagógica, que dominaba a la perfección, y que enardecía los ánimos e incitaba al empleo de la fuerza para imponer la superioridad de la raza aria. Puro modelo y estilo «gebeliano».
El primer programa para el extranjero se emitió el 3 de enero de 1938, con destino a los países árabes. El 15 de marzo comenzaron las emisiones en español y portugués para Sudamérica. Y el 27 de septiembre de 1938 se inauguraron los servicios radiofónicos de onda corta para el extranjero con programación en inglés emitidos desde Hamburgo, radiándose posteriormente en francés desde Stuttgart y Frankfurt.
El 10 se septiembre había sido prohibida en Alemania la escucha de emisoras extranjeras y el día 12 se prohibió emitir música de jazz, entonces en su época dorada, y en su lugar se emitían himnos patrióticos y clásicos alemanes. En 1940 se obligó a las emisoras locales y privadas conectaran con la nacional, quedando reducida su emisión propia a la franja entre las 8 y 12 de la mañana.
Durante la invasión de Francia en 1940, se trasladaron a este país dos emisoras que actuaron como si fueran francesas, confundiendo a soldados y civiles, hasta que, el 17 de junio, el general Pétain anunció por las ondas su petición de armisticio.
En 1943 existían en Alemania mas de 16 millones de receptores que podía escuchar el 90% de la población. Gracias a los países ocupados, Goebbels controlaba 107 emisoras de onda larga y 23 de onda corta, con 279 emisoras de noticias y propaganda en 53 idiomas. Radio París estaba también en manos alemanas y las radios francesas potenciaban la figura del general Pétain y la idea de «Revolución nacional», contando para ello como locutor con Paul Creyssel, luego sustituido por Philippe Henriot, que seria ejecutado por la Resistencia el 28 de junio de 1944.
Y por otro lado tenemos a Ikoku Toguri, ciudadana estadounidense de origen nipón, se encontraba accidentalmente en Japón cuando estalló la guerra. Fue captada por los servicios de inteligencia japonenses para el programa La Hora Cero, donde intervenían prisioneros occidentales bajo coacción. Participó como traductora y locutora en unos 350 programas, y fue conocida por los estadounidense como Rosa de Tokio. Después de la guerra no pudo probarse su traición y en 1948 regresó a EE UU, donde fue atacada por la prensa sensacionalista hasta lograr su condena. En 1976, otro periodista descubrió que las acusaciones eran falsas, siendo rehabilitada por el presidente G. Ford, el 17 de enero de 1977. Falleció en Chicago el 20 de septiembre de 2006.
Otro caso que también podemos incluir en este bloque seria el de Rita Luisa Zucca, locutora de radio italiana de origen estadounidense que transmitía propaganda del Eje a las tropas aliadas en Italia y en el norte de África.
Recién terminada la Iª GM se inició la radiodifusión británica y comenzó a funcionar la British Broadcasting Company, mas conocida como la BBC, que, el 19 de diciembre de 1932 puso en antena el Empire Service, emitido en onda corta desde la estación de Daventry, que transmitía información económica, política y cultural de las colonias y áreas de la Commonwealth.
En septiembre de 1939, contaba la BBC con una buena organización interna y un merecido prestigio. Contó con el mejor servicio mundial y fue la única emisora aliada que imitó el modelo alemán de emitir también en otros idiomas, logrando oyentes en todo el planeta, incluidos los países ocupados por el Eje, donde podía informar de los progresos en el conflicto. Sus emisiones en lengua francesa contrarrestaron la propaganda nazi, denunciaron los fusilamientos de rehenes, los crímenes del colaboracionismo y , en definitiva estimularon la Resistencia. Durante toda la guerra sirvió para coordinar la Resistencia y, el 1 de junio de 1944, transmitió 200 mensajes codificados para anunciar el desembarco de Normandía, completando el aviso fundamental el 5 de junio, con aquel famoso poema de Paul Verlaine, Canción de otoño:
«Los interminables sollozos
de los violines
del otoño,
hieren mi corazón,
con su monótona
languidez»
EL PECULIAR BOMBARDEO JAPONÉS DE SUELO ESTADOUNIDENSE
Y nos nos referimos a Pearl Harbor, nos situamos en los bombardeos de Tokio en abril de 1942 por los bombarderos B25 del teniente coronel Doolittle. Como respuesta, el piloto Nobuo Fujita de la marina imperial japonesa pensó y comunicó a sus superiores un plan arriesgado y un tanto pintoresco para replicar a la provocación enemiga bombardeando el canal de Panamá. En julio, fue convocado a una reunión secreta en el cuartel general de la armada que, ante su sorpresa, estuvo presidida por el príncipe Takamatsu, hermano menor del emperador. Su plan había sido aprobado, peor no bombardearía el canal, sino que incendiaria el corazón de EEUU.
De esta forma, la mañana del 9 de septiembre de 1942, el submarino I-25 emergió a 80 km de la costa estadounidense del Pacífico. En menos de una hora, la tripulación montó sobre cubierta una rampa para lanzamiento de aviones, sobre la que colocó un pequeño hidroavión Yokosuka E14Y, hasta entonces plegado en un hangar del barco. Nobuo Fujita despegó llevando a bordo el observador Shoji Okuda y seis bombas incendiarias de 76 kg, con una ametralladora de calibre 7,7 mm por toda defensa.
El avión podía moverse a una velocidad de crucero de 135 km/h y solo tenía una autonomía de cinco horas. Aquella mañana voló aprovechando una neblina hasta situarse sobre los espesos bosques del parque nacional Emily, de Oregón, donde Fujita descargó sus bombas, que dispersaron 520 bolas incendiarias entre el arbolado. Podrían haber provocado un incendio considerable, sin embargo, había llovido bastante, el bosque estaba húmedo y las llamas se extinguieron por sí solas. Poco después, el aparato tomó agua, sin percances, junto al submarino y, unos días después, repitió el bombardeo, también sin resultado, tras lo cual el I-25 se alejó para cumplir otras misiones.
Después de este fiasco, Fujita continuó con ese tipo de misiones de reconocimiento sobre costas lejanas hasta el extremo de volar sobre los puertos de Sidney, Melbourne y Auckland. Terminó la guerra como instructor de kamikazes y, tras ser desmovilizado, se ganó la vida como comerciante de metales.
El observador Shoji Okuda murió en la guerra, pero Fujita recibió en 1962 una sorprendente invitación para viajar a Brookings, pueblo situado en el bosque que bombardeó años atrás. Decidió acudir y se llevó la espada que, durante la guerra, le había acompañado en la cabina; parece que para suicidarse si pretendían juzgarlo como criminal de guerra. Peor el caso fue que los vecinos de Brookings lo recibieron encantados, como parte de la historia del pueblo, que contaba con escasos hechos memorables. En lugar de hacerse el harakiri, regaló su espada al ayuntamiento, que la exhibe desde entonces. Reconciliado con su pasado, Fujita regreso varias veces al pueblecito, donde le nombraron ciudadano honorario, voló de nuevo sobre sus bosques y plantó un retoño de secuoya, en el lugar donde había caído una de sus bombas. Falleció en 1997 y su hija Yokiro enterró parte de sus cenizas en aquel bosque.
Fuentes:
Segunda
Guerra Mundial 1939-1945 Las claves de la mayor contienda de la
Historia, volúmenes 5,
13, 15, 18, 19, 24 y 28
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