LA GUERRA FRÍA

 

La Guerra Fría

Desgraciadamente estos días un tema que creíamos olvidado ha vuelto a salir a la luz ante la escalada de tensión que ha provocado la invasión rusa a Ucrania. Palabras como telón de acero, guerra nuclear….vuelven a la escena  30 años después. Estos términos eran habituales de la época de la Guerra Fría. Una historia que finalizó a principios de la década de los 90 del siglo pasado. Los acontecimientos que han ocurrido recientemente nos hacen recordar aquellos años de enfrentamiento constante entre los dos bloques que dominaban el escenario internacional.

Aunque es cierto que la tensión internacional no ha cesado a lo largo de estos años por unas cosas o por otras. No podemos decir que se haya disfrutado de una paz generalizada ni prolongada en el tiempo.

¿QUÉ FUE LA GUERRA FRÍA?

Hablamos del  periodo de poco mas de 40 años en el que la tensión entre Estados Unidos y la URSS en primera instancia, y los bloques que ellos lideraban, llegó en ocasiones a la confrontación bélica, pero nunca se produjo un combate militar directo entre los EE. UU. y la URSS, ni fueron empleadas armas nucleares. Eso sí, la siniestra sombra de la guerra nuclear flotaba en el ambiente internacional.

Ese fue el sistema de relaciones internacionales imperantes entre 1945 y 1991. Durante ese periodo el mundo se dividió en dos bloques antagónicos, uno encabezado por los EE. UU. y el otro por la URSS. Los unos defendían un modelo capitalista y la democracia, los estadounidenses, por lo menos para ellos, como luego veremos; y los otros el comunismo y la economía planificada, con el control total del sistema, totalitarismo, suprimiendo todo tipo de libertades. Una época repleta de crisis diplomáticas y guerras que implicaron a los aliados o protegidos de cada superpotencia.

El nombre de Guerra Fría que dio nombre a este periodo fue divulgado por el financiero Bernard Baruch y el periodista Walter Lippmann en 1947, aunque fue acuñado por George Orwell en 1945.

Y por supuesto dependiendo de quien sea la versión la culpa y responsabilidad de la Guerra Fría siempre fue del otro.

¿CUÁNDO EMPEZÓ LA GUERRA FRÍA?

Nos tenemos que retrotraer a los últimos meses de la IIª GM, con la Alemania de Hitler a punto de hincar la rodilla en Europa. 1945 fue un año clave, no solo porque sería el del final de la guerra sino porque los líderes aliados intensificaron sus conferencias para decidir, ya no solo el final de la guerra, si no el día después. Mas bien los años después. En ellas definieron cómo sería Europa y el mundo una vez se firmaran los tratados de paz con las potencias vencidas. Y ese año fue testigo de dos conferencias, en Yalta primero y Potsdam, una vez finalizada la guerra en su vertiente europea, donde se re diseñó el mapa de la vieja Europa. Y allí es cuando se marca el inicio de la Guerra Fría. Los aliados pasarían a ser bloques enfrentados.

Stalin iba acaparando territorio de influencia según avanzaba hacia Berlín y «liberaba» los países del Este de Europa que iban quedando en su zona de influencia. Todo ello con el consentimiento de los aliados occidentales.

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Y ya en Potsdam, a las afueras de Berlín, en julio de 1945, se dio el pistoletazo de salida. En aquella reunión faltarían Churchill, que acababa de perder las elecciones y fue sustituido por un inexperto Attlee, y Truman sustituyendo a Roosevelt que había fallecido unos meses antes. Así que Stalin se frotó las manos, se había quitado de en medio dos huesos duros de roer.

Y eso que Truman llevaba bajo el brazo el éxito de la prueba atómica realizada en Alamogordo. De hecho el lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki cuando el ejército japonés estaba al limite de sus posibilidades es considerado por algunos historiadores que su objetivo tenia doble fondo, y no era otro que el dar un aviso a los soviéticos del poderío estadounidense.

Así que casi toda la segunda mitad del siglo XX, el mundo vivió bajo ese enfrentamiento entre dos superpotencias, los EE. UU. y la URSS., con la amenaza constante de una guerra nuclear.  

LAS GUERRAS LOCALES

En todo ese tiempo se pasó por periodos tensos, en los que se llegó a estar «al borde del abismo», y por otros de menor tensión. No estamos hablando de casi 50 años de guerras. Pero sí hubo una serie de conflictos bélicos locales, que reflejaban la oposición entre los bloques. Por que las dos grandes potencias lo que sí hicieron fue apoyar regímenes afines a sus planteamientos económicos e ideológicos y opuestos a los del contrario para debilitarlo. Y en esa estrategia entraban las guerras locales.

Estadounidenses y soviéticos buscaron la forma de mantener su seguridad y ampliar o proteger sus zonas de influencia utilizando todos los medios disponibles, pero eso sí, evitando el conflicto bélico directo, ya que este implicaba el uso de armas nucleares y, por tanto, la destrucción mutua. 

¿Cómo lo lograron? 

    • Primero con una continua carrera de armamentos, con especial énfasis en el  arsenal nuclear.

    • La propaganda ideológica fue clave.

    • La subversión y el espionaje del bloque contrario a través de los servicios secretos (CIA estadounidense y KGB soviética) fue imprescindible en esta estrategia.

    • Con la delimitación de áreas de influencia en las que no se permitían disidencias

    • Con presiones políticas y económicas tanto sobre los Estados aliados como contra el bloque enemigo.

    • Utilizando la guerra localizada en territorios periféricos por los que ambos bloques intentaban expandir su dominio.

Y a todo esto, la ONU, cuyo objetivo es velar por la paz mundial, estaba maniatada por los intereses de las dos grandes potencias.  Solo servía como escenario de debates pero poco más. 

EL PRIMER INCIDENTE DE LA GUERRA FRÍA

El primer desencuentro se produjo lejos del espacio europeo, en Irán. En 1946, una vez finalizada la IIª GM, se acordó la retirada de las tropas aliadas que ocupaban el territorio iraní, pero la URSS se negó a retirarse y mantuvo el control de algunas provincias del norte del país. Es lo que había hecho en Europa, cerrando sus zonas de influencia. Solamente la presión estadounidense logró el repliegue soviético. Pero todo era muy evidente ya.

LA DOCTRINA TRUMAN

En 1947 se certificó la ruina económica en la que vivía la vieja Europa después de la guerra. Truman aprovechó esta circunstancia para lograr el apoyo de su Congreso y poder aprobar el auxilio económico a Europa y un incremento del presupuesto militar contra la amenaza soviética. El 12 de marzo, en un famoso discurso, expuso que los EE. UU. ayudaría «a los pueblos libres que resistieran las tentativas de dominio por parte de minorías armadas o presiones exteriores». Era la nueva política exterior estadounidense, conocida como Doctrina Truman. Y en junio se dio a conocer el Plan Marshall del que luego hablaremos.

Y  Stalin contra replicó, cohesionando mas la zona de influencia soviética, es decir los países de la Europa oriental, a través del control ideológico. Este se manifestó en la doctrina Jdánov y la creación de la Kominform (Oficina de Información de los partidos comunistas) a finales de 1947. La  doctrina se basaba en certificar que el mundo estaba dividido en dos y que, por tanto, era necesario elegir entre dos campos enfrentados: el «imperialista» liderado por los estadounidenses y el «antiimperialista», dirigido por ellos. Del mismo modo, la Kominform agrupó a los partidos comunistas y los convirtió en instrumentos de la política de Stalin.

GRECIA, EL PRIMER ENFRENTAMIENTO

Al finalizar la guerra y una vez expulsados los alemanes de Grecia, comenzó allí  una lucha entre los partidarios de la monarquía, apoyados por el Reino Unido, y la guerrilla favorable a un régimen comunista, apoyada por la URSS.  En 1947 EE. UU. decidió intervenir en favor de los monárquicos, ante la imposibilidad británica por cuestiones económicas de mantener ese apoyo, cuestión que fue decisiva en su triunfo. La ruptura y la brecha entre ambos bloques era una realidad.

EL PLAN MARSHALL

El Gobierno de los EE. UU. diseñó una estrategia para reactivar la economía de los países europeos que le eran favorables, la Doctrina Truman que hemos comentado. Su Secretario de Estado, George C. Marshall, propuso una generosa ayuda a la que se dio el nombre del Plan Marshall. El programa de ayuda se aprobó en 1948 por valor de 13.000 millones de dólares.

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Este Plan incluyó a casi todos los países de Europa occidental, excepto España, porque su régimen político era antidemocrático. Con los años veríamos que la dictadura franquista tampoco fue un obstáculo cuando a los estadounidenses les interesó. Los países mas beneficiados con el Plan Marshall fueron Reino Unido, Francia, Alemania occidental e Italia. 

Alejar el peligro revolucionario mejorando el nivel de vida en Europa y mantener la demanda de sus productos en Europa para evitar una crisis de sobreproducción de su propia industria, eran los objetivos del Plan Marshall

Stalin rechazó sus condiciones y presionó a los gobiernos afines a su ideología para que hicieran lo mismo.  Por que en principio, el Plan Marshall estuvo abierto a la URSS y a los países de su área de influencia. Y como respuestas para su zona,  la URSS creó en 1949 el Consejo de Ayuda Mutua Económica, que se conocería como COMECOM, cuyo objetivo era coordinar las políticas económicas de los países de Europa oriental y establecer los mecanismos de asistencia mutua. ¿Quién se adhirió? La propia URSS, obvio, Hungría, Checoslovaquia, Alemania oriental, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Albania.

EL BLOQUEO DE BERLÍN

Tras la guerra, Alemania quedó dividida en cuatro zonas, cada una administrada por un país aliado: Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión soviética. Igualmente Berlín había sido dividida en otras cuatro zonas administradas por los mismos países y para mas complejidad se encontraba en la zona soviética de Alemania.

En 1948, en la conferencia de Londres, las tres potencias occidentales acordaron la

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unificación de sus zonas en un solo Estado. Estas medidas contravenían los acuerdos de Yalta y Potsdam de 1945 y no se hizo esperar la respuesta de Stalin con un bloqueo terrestre de Berlín entre junio de 1948 y mayo de 1949. De esta forma Berlín quedó aislado de las zonas occidentales de Alemania, dando origen a la primera gran crisis de la Guerra Fría. Pero este bloqueo fue fácilmente solventado por los EE. UU. creando un puente aéreo que logró abastecer la ciudad durante el bloqueo. Stalin se dio cuenta de lo absurdo de ese bloqueo y lo levantó en mayo de 1949. 

En mayo de 1949 nació la República Federal de Alemania, formada por las zonas ocupadas por británicos, franceses y estadounidenses. Y en la zona oriental bajo dominio soviético nació la República Democrática alemana, la RDA.

LA OTAN Y EL PACTO DE VARSOVIA 

El aumento de la tensión llevó a los dos bloques a constituirse también como alianzas militares para actuar de forma conjunta contra cualquier agresión del enemigo.

El bloque occidental constituyó en 1949 la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN o NATO), firmada por EE. UU., Canadá, Reino Unido, Italia, Francia, Países Bajos, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Islandia, Portugal y Luxemburgo.  Turquía y Grecia se sumarían en 1952 tres años después lo haría, la República Federal Alemana. España lo haría en los años ochenta una vez reinstaurada la democracia.

Y la URSS contra replicó con la creación del Pacto de Varsovia en 1955 ratificado por la URSS, la RDA, Polonia, Checoslovaquia, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Albania.

LA TENSIÓN SE TRASLADA A CHINA Y COREA

Todo era como una partida de ajedrez. Ampliar su propia zona de dominio y restringir la del contrario. Y los dos hechos mas significativos que se produjeron en Asia en este marco fueron la creación de la República Popular China en 1949 y la guerra de Corea entre 1950 y 1953. 

La guerra civil china desde el final de la IIª GM, enfrentó a los comunistas por un lado y los nacionalistas del Kuomitang, partidarios de una aproximación al bloque occidental, por otro. El resultado favoreció a los primeros y en 1949 Mao Zedong proclamó la República Popular China, firmando a continuación un tratado de ayuda mutua con Stalin. Ello supuso un gran triunfo diplomático y estratégico para la URSS.

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Por otro lado, Corea formaba parte del Imperio japonés antes de la IIªGM. Tras la derrota japonesa en 1945 quedó dividida en dos Estados por el paralelo 38º. Corea del Norte vinculada a la URSS y Corea del Sur dependiente de EE. UU.

La victoria comunista en China fue un estímulo para el líder norcoreano Kim Il Sung de unificar la península, bajo su ideología. Así, en junio de 1950 invadió Corea del Sur y conquistaron con facilidad casi todo el territorio. EE. UU. reaccionó inmediatamente y consiguió una resolución de condena del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que no estaba la URSS, y la autorización para intervenir militarmente.

La contraofensiva estadounidense, dirigida por el general MacArthur, llegó cerca de la frontera china, Mao Zedong se vio amenazado y decidió ayudar militarmente a los norcoreanos

La URSS en este caso se abstuvo de intervenir. Las fuerzas estadounidenses tuvieron que retroceder ante el avance chino y norcoreano y el frente se estabilizó en el paralelo 28º muy cerca de donde estaban frontera original al inicio de la guerra. La incapacidad de ambos bandos para lograr una victoria sin recurrir al armamento nuclear condujo a firmar el armisticio en 1953, que confirmaba la situación existente mas o menos al principio del conflicto, con una zona desmilitarizada entre ambos países de 4 kms.

Este conflicto certificó la extensión de la Guerra Fría al continente asiático y demostró que cualquier iniciativa bélica podía provocar una reacción mayor en el otro bloque, por lo que era necesario localizar y aislar los conflictos en zonas periféricas.

Y con la tensión en Asía, EE UU se decantó por impulsar la creación de tratados regionales de defensa. Así, en 1954 se creó la SEATO (Organización del Tratado del Sudeste Asiático), que agrupó a Australia, Francia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Pakistán, Filipinas, Tailandia y EE UU. En 1955 se firmó el Pacto de Bagdad entre EE UU, Turquía, Irak, Irán, Pakistán y Reino Unido. También firmó tratados bilaterales con Taiwán, Corea del sur y Japón.

A la par, esta tensión también afectó al interior de los EE UU que vio crecer una ola de  anticomunismo cuyo máximo exponente fue la caza de brujas patrocinada por el senador McCarthy y su Comité de Actividades Antiamericanas. Miles de personas, sobre todo artistas e intelectuales, fueron acusadas de simpatizar con el comunismo y muchas perdieron su trabajo e incluso sufrieron penas de prisión por sus ideas políticas.

DESHIELO O ESPEJISMO

En 1953 hay un cambio de líderes en ambas superpotencias que hacía presagiar nuevos aires en el panorama internacional. Parecía abrirse una oportunidad para el deshielo pero distintas complicaciones que ahora veremos llevaron al traste  esa oportunidad

Eisenhower asumió la presidencia de los EE. UU. y ese mismo año murió Stalin. Su sucesión no se resolvió de inmediato, pues en principio se impuso una dirección tripartita con Malenkov, Beria y Krusehev, que desde su inicio provocó cambios significativos en todas las vertientes de la política soviética. Se inició un periodo que se conoce como desestalinización. Y desde febrero de 1955 el nuevo líder de la URSS sería Nikita Krushev. Ambos líderes Eisenhower y Krushev parecían más dispuestos a la negociación que sus predecesores, lo que inició el deshielo de las relaciones entre ambas potencias.

En julio de 1955 tuvo lugar una reunión en la cumbre, la primera desde Potsdam, sobre desarme, en Ginebra. Aunque los resultados sobre el control de armas fueron desalentadores, el encuentro sirvió para dar confianza a Krushev y para que la URSS reconociera a la RFA.

Nuevos factores habían aparecido en el escenario internacional.

  • En 1949 la URSS dispuso de su primera bomba atómica, equilibrando la partida nuclear y aumentando lógicamente el riesgo, aunque esto animó a las partes a relajarse un poco.
  • Por otro lado, algunos países, especialmente del tercer mundo, se desmarcaron de esta bipolarización y decidieron mantenerse en una posición neutral respecto de las dos superpotencias.
  • Y por ultimo en el interior de los propios bloques tuvieron lugar conflictos y movimientos internos que pusieron en riesgo su cohesión.

LA COEXISTENCIA PACÍFICA

Así lo denominó Krushev en febrero de 1956 en el XX Congreso del PCUS cuando habló de la necesidad de una «coexistencia pacífica» entre los dos sistemas como única alternativa a una guerra mundial.

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Este clima conciliador, también conocido como «espíritu de Ginebra» apenas tuvo continuidad, como ahora veremos, ya que no estuvo en absoluto libre de conflictos. Se alternaron periodos de calma chicha y otros de enorme tensión internacional. Pero es verdad que el dialogo fue mas fluido.

LA CRISIS DEL CANAL DE SUEZ

Fue el primer conflicto en el que se pusieron a prueba los mecanismos de diálogo de esta nueva etapa. Fue en 1956 cuando ambas potencias actuaron de forma conjunta.

El presidente egipcio Nasser había decretado la nacionalización del canal de Suez controlado en ese momento por una compañía anglo-francesa. La reacción occidental fue intentar un ataque combinado de Francia, Reino Unido e Israel sobre Egipto para anular por la fuerza dicha nacionalización con el pretexto de que ponía en peligro su suministro de petróleo. Pero entró en juego la nueva situación de concordia internacional y tanto soviéticos como estadounidenses se opusieron y abortaron el ataque. Con esta actuación, las dos superpotencias conseguían acabar con la influencia europea sobre esta región estratégica e incorporarla a su zona de control.

EL MOVIMIENTO DE LOS PAÍSES NO ALINEADOS

Algunos países del tercer mundo mostraron su deseo de adoptar una posición de neutralidad ante los dos bloques. Surgió así el movimiento de los no alineados.

Vino de la mano del proceso de descolonización de África y Asia, iniciado al finalizar la IIª GM hasta mediados de los 70. Nació en la Conferencia de Bandung, Indonesia, en 1955 a la que asistieron 23 países y destacarían China, India y Egipto en plan líderes. Allí se rechazó la colonización y se apoyó a todos los movimientos nacionales de liberación, pero siempre desvinculándose de los dos bloques predominantes.

Pero no fue la única, hubo mas: en la conferencia de Belgrado de 1961 se reafirmó la intención de mantener una línea alejada de los dos bloques; El Cairo (1964), Lusaka (1970), Argel (1973), La Habana (1979) y, nuevamente en Belgrado (1989).

Pero su eficacia fue muy limitada y no obtuvo ningún logro significativo. Prácticamente testimonial.

CONFLICTOS Y DISIDENCIAS EN LOS BLOQUES QUE AFECTARON A SU COHESIÓN INTERNA

Los primeros fueron los yugoslavos, muy pronto, en 1948, alejándose de la órbita soviética estalinista. Y revueltas como las polaca y la húngara de 1956 y el movimiento de reforma checoslovaco conocido como la primavera de Praga de 1968. Todas fueron duramente reprimidas por los tanques soviéticos.

Poco a poco otros países comunistas, como Rumanía, Albania y China se fueron alejando de la URSS. El caso más importante fue China, que tras la muerte de Stalin se distancia de Moscú hasta romper relaciones en 1960.

La situación en occidente era distinta, no eran regímenes totalitarios sometidos a los dictados de uno de ellos. Pero si hubo discrepancias, como fue el caso francés, liderado por Charles De Gaulle, que defendió una política propia equidistante de ambas superpotencias y desarrolló un arsenal nuclear propio. Sin embargo, Francia siempre mantuvo buenas relaciones con EE UU y permaneció en la OTAN.

Donde EE. UU. fue contundente frente a la disidencia ideológica fue en Sudamérica. Allí intervino contra aquellos gobiernos que se alejaban de sus postulados políticos, unas veces promoviendo golpes de Estado y otras apoyando a guerrillas y ejércitos de invasión. Guatemala, Cuba, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Chile, Argentina, etc., se vieron afectados por la continua injerencia de EE. UU. Sobre todo por el temor de que esos países pudieran caer en manos del comunismo. Lo de implantar dictaduras se le daba de lujo, eso o mantener las existentes, como la española.

SEGUNDA CRISIS DE BERLÍN

Por su ubicación era un lugar delicado y proclive al roce entre ambos bloques, en medio de la Alemania Oriental y dividida la ciudad en dos zonas. Era habitual la fuga de muchos habitantes de la RDA al lado occidental, cuestión que preocupaba a los dirigentes comunistas.

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La solución la encontraron construyendo un gran muro que separase la ciudad en dos. Que separaba familias, amigos, trabajo, todo. Esto sucedió en verano de 1961. El muro de Berlín, denominado en Occidente como el «muro de la vergüenza».

LA CRISIS DE LOS MISILES DE CUBA

Cuba tradicionalmente era aliado de EE. UU. desde que se independizó como colonia española en 1898. En 1959 la revolución liderada por Fidel Castro, con ideología marxista, tomó el poder y el nuevo régimen fue visto como una amenaza para los intereses occidentales. EE. UU. vio con preocupación que un régimen comunista se instalara a  tan solo 150 kms de sus costas. Además podía expandirse el ejemplo y que otros países lo intentaran también, por lo que algo tenia que hacer. 

Y lo que hizo fue una chapuza porque en 1961 promovió la invasión de Cuba, para derrocar el régimen de Castro, con un desembarco en Bahía Cochinos, pero no por sus militares sino por exiliados cubanos dirigidos por la CIA. Con una preparación y organización nefasta el gobierno cubano desarticuló fácilmente el intento. Y lo único que consiguieron los estadounidenses fue que Cuba pidiera ayuda militar y protección a la URSS.

Los soviéticos comenzaron a instalar rampas de lanzamientos de misiles en la isla, cuestión que fue detectada por aviones estadounidenses en misiones de reconocimiento. Hablamos de 1962. La primera reacción del gobierno estadounidense, en ese momento liderado por el carismático John Fitzgerald Kennedy, fue decretar el bloqueo naval de Cuba para evitar la llegada de nuevos suministros militares. Amenazó a la URSS con invadir la isla si no retiraba los misiles. La tensión creció de forma exponencial sobre todo cuando buques de guerra estadounidenses cerraron el paso a un convoy soviético que llevaba suministros a la isla y que se negaba a detenerse. Finalmente, Krushev ordenó la retirada de los barcos y el desmantelamiento de las rampas de misiles. Todo ello con sus consiguientes contrapartidas.

El mundo entero contuvo la respiración esos días de octubre con la crisis de los misiles de Cuba. Se hizo evidente la necesidad de abrir nuevos cauces de diálogo para no repetir una situación semejante. De esta forma nació el mítico teléfono rojo, una línea de contacto directo.

LA GUERRA DE VIETNAM

Vietnam, situada en el sudeste asiático había sido colonia francesa. Francia había sido

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derrotada y echada de la zona. Los acuerdos de Ginebra de 1954 dejaron Vietnam dividido en dos Estados, el del Norte con un régimen comunista liderado por Ho Chi Ninh y el del Sur, gobernado por una dictadura favorable a Occidente dirigida por Ngo Dinh Diem. Estos acuerdos fijaban la línea fronteriza provisional entre norte y sur en el paralelo 17º y preveían la reunificación del país después de la celebración de elecciones.


Se volvía a repetir la historia de Corea pero había puntos diferenciadores, para empezar en Vietnam del Sur existía una guerrilla comunista, el Vietcong, apoyada por el régimen norvietnamita y que amenazaba con derrocar al Gobierno. EE. UU. decidió apoyar al gobierno de Vietnam del Sur, para que el comunismo no se hiciera con todo el territorio y al final hubiera reunificación pero no salida de las urnas. Y de paso evitar un efecto dominó en la región, es decir, que el éxito de la revolución comunista en un país sirviera de ejemplo para la difusión de gobiernos prosoviéticos por los países vecinos. 

En 1964 EE. UU. envió los primeros efectivos militares que llegaron a superar los 500.000 en 1968. Todo ello sin éxito alguno, ni con más armas, ni con más soldados, ni con superioridad tecnológica, ni los ataques con armas químicas, ni los bombardeos masivos del norte lograron doblegar a un enemigo que utilizaba tácticas guerrilleras y que contaba con bastante apoyo popular.

En 1968 el Vietcong lanzó una ofensiva, conocida como la ofensiva del Tet que puso de manifiesto la imposibilidad de que las tropas estadounidenses ganasen la guerra. La situación acabó por explotar en Occidente, incluso en el interior de los EE. UU., por las terribles imágenes que mostraba la TV. En 1969, Richard Nixon asumió la presidencia de EE. UU. con la promesa de acabar con la guerra, y a partir de entonces comenzó un repliegue progresivo de tropas que duró cuatro años.

Por fin en 1973 se llegó a un acuerdo de alto el fuego. EE. UU. retiró todas sus tropas y se acordó la reunificación del país. Pero la lucha continuó hasta abril de 1975, cuando las tropas del Vietcong y de Vietnam de Norte tomaron Saigon. La reunificación se produjo en 1976 cuando nació la República Socialista de Vietnam, que inmediatamente se integró en el bloque prosoviético, evidentemente. Y el efecto dominó se consumó en los casos de los países vecinos de Laos y Camboya, que cayeron en la órbita soviética.

A EE.UU esta derrota le supuso un enorme desprestigio internacional, un gran fracaso militar, y una sangría de vidas humanas entre muertos y heridos. Fue la mayor derrota militar de la historia de este país. Hubo un frenazo en las políticas intervencionistas, pero no por mucho tiempo.

Además, las superpotencias empezaron a evidenciar problemas en sus economías dado al elevado coste que implicaba el mantenimiento de los sistemas de armas nucleares, con lo que se plantearon la necesidad de frenar la carrera de armamentos. Por otro el riesgo nuclear favoreció el surgimiento de corrientes pacifistas entre la población que presionaron a los gobiernos, especialmente en Occidente.

EL TRATADO DE NO PROLIFERACIÓN DE ARMAS NUCLEARES DE 1968

Pretendía evitar la difusión de este tipo de armas, aunque no fue firmado por dos países que eran potencias nucleares: China y Francia.

Pero la URSS y EE. UU. insistieron y en 1972 firmaron los acuerdos SALT I  y SALT II, siete años después, sobre limitación de armas estratégicas. Se avanzaba en el freno a la carrera de armamentos y en la disuasión nuclear.

A la par nacieron nuevos centros de poder mundial que influyeron en las relaciones internacionales rompiendo esa polaridad de los dos bloques. De esta forma destacaron la Comunidad Económica Europea, que comenzaba a despuntar por su potencial económico, embrión de la actual Unión Europea, y por otro lado China, que, había roto con la URSS en 1960 y se había incorporado al grupo de potencias con armamento nuclear, adquiriendo gran influencia entre algunos países de tercer mundo.

AVANCES EN LA DÉCADA DE LOS 70 

Finalizada la guerra en Vietnam y el conflicto árabe-israelí, de la que todavía no habíamos hablado,  dio paso a las negociaciones tras 1973. Conflicto que había surgido tras finalizar la IIª GM cuando en 1948 se había creado el Estado de Israel, menospreciando e ignorando al pueblo palestino y que había provocado cuatro guerras e infinidad de ataques terroristas. En una zona de alto valor geoestratégico, ya que se desarrollaba en el área con mayores reservas de petróleo del planeta, por lo que resultaba vital tanto para EE UU como para la URSS. La guerra del Yom Kipur de  1973, cuando Egipto y Siria atacaron Israel fue un momento altamente delicado y la intervención de las superpotencias frenó el conflicto cuando la contraofensiva israelí estaba resultando victoriosa. Conflicto que a día de hoy todavía no podemos dar por cerrado.

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Un cambio de política se produjo en la RFA con la llegada al poder en 1969 del socialdemócrata Willy Brandt que representaría el inicio de una política de acercamiento al este, la llamada Ostpolitik. Por ejemplo, consiguió un tratado de no agresión y el reconocimiento de la inviolabilidad de las fronteras europeas, firmado entre la RFA y la URSS el 12 de agosto de 1970 en Moscú. Y firmó otro con Polonia el 7 de diciembre de ese mismo año, normalizando las relaciones entre ambos países.

Willy Brandt consiguió dos años después el reconocimiento mutuo de los dos Estados alemanes, y en el siguiente, el ingreso pleno en la ONU de ambos países. Todo ello ayudó a normalizar las relaciones internacionales de ambos bloques

La culminación de la nueva política de entendimiento y distensión internacional fue la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Helsinki en agosto de 1975, entre representantes de 35 Estados pertenecientes al Pacto de Varsovia, a la OTAN y países neutrales. Es lo que se conoció como el «espíritu de Helsinki».

Se reconocieron las fronteras surgidas de la IIª GM, reforzándose la cooperación económica entre ambos bloques y los países comunistas se comprometían a defender los derechos humanos y las libertades. Algo teórico, pero un paso es un paso.

RETROCESO EN LA DÉCADA DE LOS 80

A comienzos de los años 80 se llegó a niveles de tensión asimilables a los periodos mas duros de la Guerra Fría. Parecía que se desandaba lo andado.

El bloque comunista se vio sacudido por la crisis económica, a partir de 1985, sumado a un creciente descontento en la población. Y entre los motivos de esas crisis tenemos el incremento del gasto militar de la década anterior. Cuando había visto el debilitamiento de la posición hegemónica de los EE UU por la guerra de Vietnam. Y eso que la crisis del petróleo había afectado menos a su área de influencia

Los EE UU habían entrado en una dinámica dialogante y pacifista con el nuevo presidente, el demócrata Jimmy Carter (1977-1981). Sumido el país en una grave situación económica provocada por la espectacular subida del precio del petróleo en 1973 y por el aumento de la deuda externa. La segunda crisis del petróleo de 1979 empeoró aun mas la situación.

La URSS se veía fortalecida por la situación de su máximo enemigo y por la instauración de regímenes comunistas en varios países asiáticos (Vietnam, Laos, Camboya), cuando decidió aprovechar la coyuntura.

De esta forma en 1977 inició el despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio en Europa oriental, amenazando a  todo el continente con el objetivo de intimidar a los países europeos occidentales con la posibilidad de una guerra nuclear limitada en su territorio y obligarlos a alejarse de los EE UU.

Por otra parte, la URSS incrementó su apoyo a todos los movimientos revolucionarios del tercer mundo, reforzados por la crisis económica originada por la subida del precio del petróleo en  1973.  Por ejemplo en África apoyó la instalación de regímenes de inspiración marxista en Angola, Mozambique y Etiopía; y en América Latina apoyó a la Revolución sandinista de 1979 en Nicaragua y en las guerrillas revolucionarias de El Salvador, Guatemala, etc.

Llega 1979 que resultó un año clave, cuando la crisis se instaura en el golfo pérsico con la Revolución islamista en Irán y en Afganistán con la invasión soviética que tuvieron una fuerte repercusión en EE.UU. Ambos hechos minarían en clave interna las políticas de Carter y el pueblo se inclinó por políticas intervencionistas.

Irán que era gobernado por el régimen dictatorial del Sah de Persia, Rheza Paleví, firme aliado de EE.UU. y uno de los principales productores de petróleo del mundo. País occidentalizado, cualquier proceso de reformas sociales creaban un fuerte rechazo en el clero radical liderado por el ayatolá Jomeini, que agitaba a la población.

La revolución islamista de 1979  derrocó al sah e instauró una república fundamental islámica, es decir, un régimen sociopolítico basado en el estricto cumplimiento del Corán. Este tema que fue visto con recelo en EE UU se agravó con el asalto ese mismo año de la embajada de EE UU en Teherán secuestrando a 80 empleados. Para liberarlos exigían la extradición del Sah, que se encontraba en Nueva York.

Esta tensión fue creciendo  a lo largo del año que duró el secuestro y deterioraría definitivamente a la administración Carter que perdería las elecciones en favor del republicano Ronald Reagan. Se volverían a políticas intervencionistas en el ámbito internacional para recuperar el prestigio internacional.

Y Afganistán acabaría siendo Vietnam soviético. Como ya comentamos la URSS al final de la década de los 70 se sentía fuerte, y aprovechó para invadir el país, con los siguientes objetivos:

  • Por un lado para contener la expansión del fundamentalismo islámico en algunas de las repúblicas soviéticas con mayoría de población musulmana
  • Para mantener en el poder al gobierno afgano y tomar posiciones cerca del océano Indico y del golfo Pérsico
  • Y en tercer lugar para dar un aviso a otros países aliados que pudieran tener la intención de alejarse de la órbita soviética. El famoso efecto dominó.

Pues al igual que hicieron los estadounidenses en el sudeste asiático, los soviéticos enviarían a más de 100.000 soldados e hicieron un despliegue espectacular de recursos militares, pero con el mismo resultado. Llegaron a controlar ciudades pero no las zonas rurales controladas por las guerrillas que recibían ayuda económica y armamentística de EE.UU., Pakistán y Arabia Saudí. Ayuda a las guerrillas que en el futuro se volvería contra los propios Estados Unidos, pero esa es otra historia.

En la propia URSS, a pesar del su control de prensa, se hizo cada vez más evidente el malestar entre la población y entre el propio ejército por el enorme coste en vidas humanas del conflicto. La economía soviética, inmersa en gastos crecientes, sufrió un colapso, incapaz de afrontar todos los recursos que su político exterior y las exigencias militares requerían.

Los EE UU aprovecharían rápidamente la situación, y mas con el cambio de rumbo en la política internacional del nuevo presidente desde 1981, el republicano Ronald Reagan, que tenia la idea de recuperar el liderazgo estadounidense en el mundo. 

Ante el despliegue de misiles soviéticos en Europa, la Administración Reagan planteó la siguiente alternativa: o la URSS aceptaba la «opción cero», es decir la retirada de todos los misiles de ambas potencias de Europa, o EE.UU. realizaría un despliegue masivo de misiles en Europa occidental. En primera instancia la URSS aceptó el reto y en 1983  rompió las negociaciones y fue cuando los EE.UU. comenzó la instalación de mas de 572 misiles de alcance intermedio, los llamados euromisiles.

El proyecto más destacado del gobierno estadounidense fue la Iniciativa de Defensa Estratégica, o «guerra de las galaxias», que pretendía el desarrollo de un escudo espacial para destruir los misiles soviéticos en caso de un ataque nuclear antes de que estos pudiesen caer sobre EE.UU.

Se volvió a potenciar la intervención en distintas zonas del mundo para evitar que se acercasen a la URSS. Y Latinoamérica volvió a tomar protagonismo. Por ejemplo, Reagan ordenó la invasión de la isla de Granada en 1983. Apoyó diversas dictaduras militares y armó a la guerrilla nicaragüense, «la Contra», que pretendía derrocar al gobierno sandinista. 

Un momento de tensión comparable al de Cuba en 1962 se viviría veintiún año después, en noviembre de 1983, cuando la OTAN organizó unos ejercicios militares, Able Archer, sobre un escenario hipotético de una invasión soviética sobre Europa occidental que desataba un conflicto que culminaba con un ataque nuclear de la OTAN sobre las fuerzas de la URSS y del Pacto de Varsovia.

La Guerra Fría


MIJAIL GORBACHOV

Entra en escena Mijail Gorbachov en la URSS en 1985 que cambiaría radicalmente la política internacional soviética. El nuevo gobierno inició una política de diálogo con EE.UU. Y la primera manifestación de ese cambio en las relaciones fue la firma del Tratado de Washington en 1987 para el desmantelamiento de los misiles de alcance medio. Dos años después, en 1989 la URSS retiró sus tropas de Afganistán. Y fue retirando tropas de los países de la Europa del Este, poniendo en marcha de una apertura política y económica de la URSS.

La Guerra Fría

Y a la par algo se iba moviendo en los países de la zona de influencia soviética. Fueron apareciendo movimientos sociales favorables al establecimiento de sistemas democráticos, dada la retirada de tropas soviéticas de sus suelos y la relajación de la presión que ejercía la URSS.

LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN

Así en 1989 se desataría en estos países una oleada de manifestaciones públicas y de sublevaciones pacíficas que dieron lugar a las denominadas revoluciones democráticas. Y como consecuencia fueron cayendo en cadena los diferentes regímenes comunistas europeos. El ejemplo mas simbólico de estos cambios fue la caída del muro de Berlín en 1989.

Pero estos movimientos también surgieron en otros países, como China por ejemplo, pero

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no con el mismo resultado. En mayo de 1989 estudiantes chinos comenzaron una protesta en favor de la democracia que se materializó en la ocupación de la plaza de Tiananmen. Pero en este caso a diferencia de Europa del Este el gobierno chino reaccionó con una enorme violencia, y el 3 de junio el ejército entró en la plaza y acabó con la protesta causando centenares de muertos.

EL FIN DEL BLOQUE COMUNISTA Y  DE LA GUERRA FRÍA

La caía del muro de Berlín fue de forma simbólica el principio del fin de los regímenes comunistas en Europa y en 1989 el nuevo presidente estadounidense George Bush (padre) y Mijail Gorbachov se reunieron en la cumbre de Malta proclamando el inicio de una nueva era en las relaciones internacionales y el fin de las tensiones entre las superpotencias. Podemos considerar ese momento como el final oficial de la Guerra Fría. 

La Guerra Fría


Pero todavía quedaba por ver algo inesperado como la desintegración de la URSS en  1991 que se dividió en varios Estados y la disolución, en consecuencia lógica, del Pacto de Varsovia. Pasando EE UU a convertirse en la indiscutida primera potencia del planeta. Aunque la OTAN no se disolvió, abandonó su confrontación con el bloque comunista y adoptó una doctrina basada en hacer frente a amenazas de distinta naturaleza.

Quedaba saber qué iba a para con el  enorme arsenal nuclear que todavía quedaba y en 1991 los acuerdos START I plantearon la destrucción de un tercio de los misiles intercontinentales con cabezas nucleares. 

Aun quedaban armas nucleares de la antigua URSS en las repúblicas que habían surgido con su desintegración, por ejemplo en Ucrania, Bielorrusia y Kazajistan. Las presiones rusas y estadounidenses sobre estos Estados dieron como resultado que Bielorrusia  devolviese a Rusia sus misiles (1991) y firmase el Tratado de No Proliferación Nuclear; lo mismo hicieron Kazajistán en 1995 y Ucrania en 1996.

El riesgo nuclear no ha desaparecido y la proliferación de armas nucleares ha continuado. El peligro persiste porque hay países con armamento nuclear (India, Pakistán, Israel, Corea del Norte…) y otros que mantienen programas nucleares en la actualidad (Irán). Y la actual guerra en Ucrania (marzo de 2022) lo evidencia.

Fuentes: 

Historia del Mundo Contemporáneo Ed Santillana (Primero de Bachillerato)

Historia Contemporánea (1914-1989) Ed Universitaria Ramón Areces 

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