ESPAÑOLES EN EL BRITISH ARMY

 


«Aquellos que se alistaron al Ejército británico sirvieron en la mayoría de los teatros de guerra de la II GM. Desde Noruega hasta el Norte de África, y desde el Medio Oriente hasta Francia y Alemania, cientos se ofrecieron como voluntarios y llevaron el uniforme del rey para continuar su lucha contra un enemigo común. Muchos de estos españoles se distinguirían y serían reconocidos por sus esfuerzos. Al terminar la guerra muchos fueron licenciados en el Reino Unido. Mas tarde, estos se establecerían y se naturalizarían como británicos y se instalarían en diversas partes del país» Prologo de Séan F. Scullion en el libro Españoles en el ejército británico durante la II GM de Joaquín Mañes Postigo.

Ya hemos tratado en este blog el tema de españoles luchando en la II Guerra Mundial en ambos bandos e incluso con un capítulo especial para la 9 que colaboró de primera mano en la liberación de París en 1944. Pero en esta ocasión nos centraremos en aquellos compatriotas que lucharon bajo la Union Jack, soldados que, en un periodo corto de sus jóvenes vidas luchan en dos guerras, la civil española y la II guerra mundial, y en muchos casos bajo tres banderas, la republicana española, la francesa y la mencionada británica. Se calcula que entre 1000 y 1200 hombres lucharon de alguna forma en el British Army, como ahora veremos, la mayoría de ellos encuadrados en los Piooners

La mayoría sigue este recorrido: primero pasan a Francia al terminar la guerra civil como exiliados acabando en campos de refugiados; se alistan en la Legión Extranjera que ve con buenos ojos su experiencia militar, pero cuando Francia firma el armisticio queda dividida en dos, por un lado, la Vichy de Pétain, aliada de Hitler, y por otro la Francia Libre de De Gaulle. Siendo en principio la Legión afín a Pétain temieron ser deportados a España y acabar fusilados por lo que intentan pasarse a la British Army huyendo hacia Siria,  Palestina protectorado británico y Egipto. 

Otro caso fue el de los españoles enrolados en la 13ª DBLE (13ª Media Brigada de la Legión Extranjera), creada en 1940, que fue la primera unidad militar constituida en unirse a las Fuerzas Francesas Libres (FFL). Desde el desierto del norte de África a Noruega para luchar en Narvik y acabar de vuelta en el Reino Unido a engrosas las filas de su ejército.

Pero hubo otras casuísticas que iremos viendo.

CRETA Y LA LAYFORCE

Los que huyeron por el desierto cruzando la frontera del protectorado francés de Siria para llegar a territorio británico y unirse a sus filas acabaron encuadrados en el 50º comando. En la segunda mitad de 1940 el Ministerio de Defensa decide crear tres comandos en Oriente Medio, 50º, 51º y 52º formados por soldados del ejército regular británico y unos setenta españoles.

Estos, que no hablaban inglés, fueron apoyados por suboficiales británicos que dominaban más o menos el idioma, uno había sido brigadista internacional en la guerra civil, otro tenía familiares cercanos uruguayos y un gibraltareño. Todos los españoles quedaron encuadrados en el 50º Middle East Commando en su compañía B en dos secciones, dándose la paradoja que uno de los tenientes de la compañía había combatido con las tropas de Franco, cuestión que no era del agrado de los soldados españoles.

El 50ª Comando se fusionó con otros formando la Layforce, con cuatro batallones, siendo el D (Compañía B) donde se encuadrarían los españoles. El Batallón estaba compuesto por 568 efectivos representando los españoles un 11% de los mismos.

Su bautismo de fuego en la segunda guerra mundial fue en Creta durante la Operación Merkur, cuando los alemanes la invadieron en una operación aerotransportada en mayo de 1941.  Desembarcaron en la isla la noche del 26 al 27 de mayo cuando la situación era crítica para los británicos. La actuación de los españoles en Creta fue recogida en el libro La Batalla de Creta de Antony Beevor. 

El final de la historia fue la rendición, no quedaba otra, habían sido entrenados como comandos y acabaron luchando como infantería. Algunos de ellos consiguieron fugarse y unirse en las montañas con grupos de partisanos, como es el caso de Francisco Gerónimo que estuvo once meses en la isla, otros consiguieron llega en barcaza a Alejandría, pero la mayoría cumplieron cautiverio en Alemania hasta 1945 (1). Su mayor temor era ser identificados como españoles excombatientes en el bando republicano en la guerra civil y que pudieran ser deportados a España, con lo que su futuro era bien negro, o aún peor, ser fusilados allí mismo. Como bien lo cuenta Beevor en su libro: «Afortunadamente, el oficial médico del batallón, capitán Cochrane, que había luchado en las Brigadas Internacionales, tuvo la luminosa idea que cuando los interrogaran, se declararan gibraltareños». 

Finalmente, fueron 35 los españoles de la compañía B del Batallón D, de la Layforce, hechos prisioneros que vivieron cuatro largos años de cautiverio. Entre ellos se encontraba Fernando Navarrete que narró sus experiencias al escritor Daniel Arasa.

SAINT-NAZAIRE y DUNQUERKE 

En diciembre de 1939 se constituyó la 185ª Compañía del Cuerpo Expedicionario Británico (Spanish Labour Company) una especie de embrión de los Piooners, captados en campos de refugiados en el sur de Francia para incorporarse a batallones de trabajo. Sus condiciones mejoraron del lado británico, porque fueron mejor tratados que por los franceses, ya no eran prisioneros y les dieron uniformes de trabajo, ropa de paisano y un salvoconducto que permitía cierta movilidad. Estaban encuadrados en el Batallón Manchester.

Pero la alegría duró poco, pues cinco meses después los alemanes tomarían París y se aproximaban amenazadoramente. Los británicos no contaron con ellos para la huida. Un grupo de dieciséis hombres se la ingeniaron para llegar al puerto de Saint-Nazaire desde donde partían los barcos a Inglaterra y gracias a un barco polaco pudieron salir de Francia. Llegaron a Plymouth el 20 de junio de 1940 y fueron trasladados a un cuartel de artillería y finalmente los mandos británicos ofrecieron a los españoles incorporarse a la Number One Spanish Company, cuestión que aceptaron nueve de ellos. Así lo cuenta Antonio Grande en su libro de memorias, el resto prefirieron el trabajo en fábricas en su condición de personal civil.

Por otro lado, hay constancia de otro grupo de españoles, cinco, de la 117ª Compañía de trabajo que llegaron a las costas de Dunkerque en medio del caos. Como dijo uno de ellos aquella retirada le recordó a la sufrida por ellos mismos en la guerra civil para escapar a Francia. Tras una accidentada travesía por el Canal en una barcaza fueron recogidos por un remolcador que los llevó a la costa británica, desembarcando en Ramsgate. Y muy parecido fue el caso de otros compatriotas de la 118ª Compañía de trabajo en su huida de Dunkerque.

Todos ellos fueron embarcados en Bristol para llevarlos a Casablanca. En el viaje coincidieron con otros compatriotas de la 13ª DBLE, la parte de esa unidad que permaneció fiel al Gobierno de Vichy. En Marruecos fueron destinados a trabajar en la construcción del ferrocarril transahariano, el tramo entre Bou Arfa y Béchar. Este grupo de españoles muy numeroso fueron liberados con la llegada de los aliados en la Operación Torch (noviembre de 1942) y un número considerable se integraron en las 361ª, 362ª y 363ª de las Compañías de Piooner Corps del Ejército británico, a imagen y semejanza de la Number One Spanish Company.

NUMBER ONE SPANISH COMPANY

Aquellos legionarios españoles, unos 300, de la 13ª DBLE que decidieron quedarse con sus compañeros de la Francia Libre de De Gaulle no embarcaron hacia Casablanca y se quedaron en territorio británico, en Trentham Park, para acabar finalmente, muchos de ellos, engrosando las filas de la Number One Spanish Company. Quien mejor ha narrado la historia de esta compañía ha sido Antonio Catalán Grande en su libro Number One Spanish Company: memorias de Antonio Grande: «…esta compañía se formó después de la ocupación de Francia por los nazis, (…) integrada en el Pioneer Corps, un cuerpo auxiliar no combatiente, pese a ello, buena parte de sus miembros recibiríamos entrenamiento de comandos...»

Españoles en el British Army

El grupo más numeroso, unos 170, cambió su uniforme de legionario francés por el de soldado británico y firmó su alistamiento el 17 de julio de 1940 en el centro de instrucción nº 3 del Piooner Corps, en Westward Ho. El resto decidió dejar el ejército y regresar a la vida civil trabajando en fábricas y un pequeño grupo decidió continuar en la 13ª DBLE de la Francia Libre.

Aunque la compañía era de apoyo logístico y no de combate sus miembros recibieron la correspondiente instrucción militar, que para muchos de los españoles sería la tercera en tres ejércitos diferentes en tan poco tiempo. Al finalizar la misma les dotaron incluso de armamento.

Al frente de la Number One estaba el comandante A.L. Chapman argentino de nacionalidad británica y como su segundo, L de Lara otro británico nacido en Sudamérica. Los suboficiales eran principalmente británicos, pero ya aparecían algunos españoles, como los sargentos Jurado, Balagué, Espallargas, Antonio Grande, Roig, Colomé, Sánchez, Dalmau y Delgado; y los cabos Aparicio, Bardasco, Bernard, Camilleri, Gómez, Iovino, Jornet, Romo y Sanfélix.

Con fecha 9 de diciembre de 1942, según el informe de examen y clasificación del personal de la Number One Spanish Company, elaborado por HQ de Foscote House, Grittleton, los efectivos totales de la compañía eran 272 hombres, de los cuales 10 eran oficiales y suboficiales británicos y 262 soldados, de los que 252 eran españoles.

Los trabajos de la compañía eran variados, desde realizar tareas de carga y descarga en el puerto de Playmouth a acondicionar carreteras pasando por trabajos forestales, construcción de carreteras y todo tipo de intendencia y logística del Ejército británico. Como he dicho antes también recibieron instrucción militar que se intensificó los meses previos al desembarco de Normandía, donde desembarcaron a mediados de agosto: «Llegamos a Francia, Arromanches, de día, serían las 10 de la mañana. La gran sorpresa fue cuando el barco atracó en el puerto flotante, llamado Mullberry Floating Harbour, a unos dos kilómetros de la costa con un puente larguísimo…» (Antonio Grande)

EN EL NORTE DE ÁFRICA LUCHANDO CONTRA EL AFRIKA KORPS

Una vez disuelta la Layforce tras el desastre de Creta, muchos de los españoles que la integraban y que no habían caído prisioneros, los que pudieron regresar y los que no pudieron combatir porque se habían quedado en Egipto, se incorporaron en el Middle East Commando, concretamente 25, encuadrados en el escuadrón D, que en mayo de 1942 acabaría denominándose First Special Regiment (2).

Un grupo de estos españoles, provenientes del 50º Comando de Oriente Medio fueron incorporados al Queen’s Royal Regiment. Este regimiento integró a tres de sus cuatro batallones en la 7ª División Acorazada de Montgomery, las famosas “ratas del desierto”.

Otro bloque de españoles enrolados en el 8ª Ejército británico, fueron los de la 1ª Brigada Ligera francesa como parte de la 13ª DBLE. Pero en este caso la presencia española fue más notable gracias a los legionarios del 6º Regimiento Extranjero de Infantería, así como por los trabajadores de la agrupación de trabajadores extranjeros, 1 GTEL.

ESPAÑOLES EN EL SOE (SPECIAL OPERATIONS EXECUTIVE)

A mediados de 1940 el Servicio Secreto de Inteligencia británico, valorando la posibilidad de que los alemanes cruzaran España, con o sin el consentimiento de Franco, hasta llegar al peñón de Gibraltar, creó su sección para la península ibérica (SIS’s Iberian section) cuya sede fue instalada en Glenalmond House y que cubriría Portugal, España, las islas Azores, el noroeste de África, más el Mediterráneo occidental y el Peñón de Gibraltar. La idea era crear una red quintacolumnista en el interior de España.

El 22 de julio de 1940, Winston Churchill ordenó la creación del SOE (Special Operations Executive) con la misión de «incendiar Europa mediante sabotajes».  El 2 de diciembre de ese año se comienza a reclutar efectivos dentro de los componentes de la Number One Spanish Company del Auxiliary Military Piooner Corps.

En un primer momento se seleccionaron 32 españoles, entre ellos encontramos a Conrado González, Esteban Molina o José Vaquer (2), y a cuyo grupo se le asignó el nombre en código Sconce. Su preparación y entrenamiento fue impartido en Brickendonbury Manor, una enorme mansión ubicada a treinta millas de Londres. Al mismo se incorporaron oficiales con dominio del español.


Todos los españoles recibieron un mismo curso de iniciación, y, posteriormente, algunos de ellos recibieron uno más específico de especialización en algunos aspectos más concretos de la guerra irregular. La formación paracaidista se llevó a cabo en un lugar próximo a Manchester, en la base de Ringway. Como ya se ha comentado anteriormente toda esta preparación se basaba en la preocupación de Gran Bretaña de una posible invasión alemana de España y Portugal para llegar a Gibraltar. El objetivo era infiltrar a estos comandos para que contactaran con resistentes de la oposición y realizar operaciones de sabotaje.

El primer equipo Sconce terminó su entrenamiento poco antes de la Navidad de 1940. La satisfacción de los británicos con este grupo los animó a seguir formando comandos españoles hasta llegar a formas 5 grupos. Unos 148 españoles recibieron la formación y entrenamiento y se calcula que entre 28 y 41 (2), después de las correspondientes cribas de selección, estaban preparados para saltar sobre su país para ayudar a los aliados a luchar contra el fascismo. Pero con el inicio de la Operación Barbarroja y la invasión alemana de la URSS, España dejó de ser prioritaria e importante dentro de la estrategia de Hitler y todos los procesos de formación ya no serían efectivos. El grupo Sconce fue disuelto en 1943 y sus componentes volvieron a la Number One Spanish Company, acantonada en Plymouth.

NORTE DE ÁFRICA 1943

Otros alistamientos de españoles en el ejército británico se produjeron en 1943 en el norte de África, después de la operación Torch, provenientes generalmente de los campos de trabajo franceses bajo el gobierno de Vichy. 

Las primeras unidades de pioneros de las fuerzas británicas establecidas en el Norte de África llegaron desde suelo británico el 1 de febrero de 1943. Entre abril y agosto de ese año se constituyeron las Compañías 361ª (la más española) (2), la 362ª y la 363ª. Se estima que fueron casi 800 los españoles enrolados en estas tres compañías. Su precedencia, como ya se ha dicho, principalmente eran los campos de trabajo, pero otros venían de la Legión Extranjera, desertores de la legión española e incluso 8 del extinto 50º Comando de Oriente Medio.

Estas unidades recién creadas de pioneros apoyaban al Primer Ejército Británico en su lucha con el Afrika Korps. Sus efectivos alcanzaron la cifra de 20.000 hombres, añadidos a los que llegaron de Gran Bretaña. Sus principales tareas y funciones fueron la carga y descarga de equipos militares en puertos y estaciones, la vigilancia de polvorines, la protección de almacenes de material bélico, labores de intendencia y guardia de tren.

A mediados de 1943, en el momento de la victoria aliada sobre el ejercito italo-germano, en el 8º Ejército británico del general Montgomery, se encontraba integrada la 13ª DBLE, con una presencia muy considerable de españoles. Otros compatriotas en el 8ª Ejército eran los encuadrados en el Primer RSS (Regiment Special Service). Y los adscritos a las tres compañías de pioneros lo hacían en el Primer Ejército británico al igual que el Cuerpo Franco de África. En septiembre de 1944, las tres compañías de Pioneros fueron embarcadas con rumbo a Gran Bretaña.

También hubo españoles en las famosas “ratas del desierto” como se conocía a la 7ª División Acorazada y lo hicieron en el Queen’s Royal Regiment, muy pocos, eso sí. Se conoce la acción protagonizada, en el sur de Italia, por dos soldados españoles de la Compañía C del Batallón 1/5, pertenecientes a la División Acorazada referida, Fernando Esteve y Josep Vilanova, conocida al estar recogida en el diario de marcha del regimiento y en el The Evening Sun, a través de la crónica de su corresponsal de guerra.

ESPAÑOLES EN EL SAS

Durante la segunda mitad de 1941 se empieza a gestar la creación de una unidad nueva en su forma de operar a modo de comandos o de operaciones especiales, cuyo objetivo sería realizar incursiones en la retaguardia enemiga para destruir o sabotear objetivos clave, como aeródromos, puntos se avituallamiento logístico y arsenales. No solo eso, tendría otras funciones como instalar bases secretas en el territorio enemigo para instruir y armar partidas de guerrilleros locales. Grupos reducidos de cuatro o cinco hombres en acciones relámpago. Llegando a crear grupos que en un total sumaran 100 hombres y poder operar en distintos lugares de forma simultánea. Serían el Special Air Force, SAS.

En 1942 el SAS ya se había acreditado como unidades valiosas y efectivas. Y en septiembre el Primer Regimiento SAS y en mayo del año siguiente el Segundo. En enero de 1944 se constituyó la Brigada SAS integrada por cinco regimientos.

Se estima que en sus filas lucharon 8 españoles, precedentes del 50º Comando de Oriente Medio y del Pioneer Corps. Todos menos uno, cambiaron sus nombres por otros “más británicos”, pero por integrarse y segundo por si caían prisioneros. Conocemos sus historias: Juan Torrens (John Coleman), Rafael Ramos condecorado con la Military Medal, Ángel Camarena, Francisco Revuelta (Robert Shaw), Enric Boganim (Henry Hall), Martín, Francisco Gerónimo (Frank Williams) y Justo Balerdi (Robert Bruce)

PARACAIDISTAS

Más difícil todavía es encontrar paracaidistas españoles en las tropas británicas, pero los hubo, pocos, pero los hubo. Documentada está la presencia de Lucio Sauquillo enrolado en el 12º Batallón de Yorkshire de la 5ª Brigada de la 6ª División Aerotransportada. Fue lanzado la madrugada del 6 de junio sobre territorio francés para conquistar los puentes sobre el río Orne y el canal de Caen para apoyar el posterior desembarco en la playa de Sword. Por tanto, fue de los primeros en pisar suelo francés. Lució fue abatido el 13 de junio. Otro paracaidista español fue José Mª de Irala que fue lanzado en las cercanías de Arnhem en la operación Market Garden el 17 de septiembre de 1944. Estaba adscrito en la 1ª División Aerotransportada y unos días después cayó mortalmente herido.

La mayoría de todos estos hombres fueron licenciados en el Reino Unido y allí rehicieron sus vidas, casados con españolas o británicas. Al final de la dictadura volvieron algunos para quedarse y otros para visitar sus pueblos de origen y ver a sus familiares cercanos


(1) La relación de prisioneros está detallada en el libro de Joaquín Mañes Postigo Españoles en el ejército británico durante la II Guerra Mundial

(2) Una relación más pormenorizada de españoles en las distintas unidades del British Army la encontrarás en el libro referenciado de Joaquín Mañes Postigo

Bibliografía: 

Españoles en el ejército británico durante la II Guerra Mundial, de Joaquín Mañes Postigo, editorial Magasé 2022

Number One Spanish Company, memorias de Antonio Grande, editorial Ecu Narrativa 2002

Operaciones secretas inglesas en España durante la Segunda Guerra Mundial. Michael Alpert.  Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Hª Contemporánea, t. 15, 2002, págs. 455-472 UNED

Entrevista a Joaquín Mañes Postigo


Churchill's spaniards de Séan F. Scullion, 2024

Los españoles de Churchill de Daniel Arasa, Ed. Armonía 1991





Comentarios

  1. ¡Magnífico! Qué bien sintetizado. Un cordial saludo.

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    1. Gracias Joaquín, me ale3gra que te haya gustado. Ese era un gran riesgo pro que el tema y la documentación que me3nejaba era muy densa y podía caer en el tedio. Saludos

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  2. Ok. ¿De dónde se ha sacado la información para las fotos? No hay ninguna fuente para las fotos. Un poco peligroso ¿no?

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    1. Hola, en la versión PC, situando el cursor encima de la foto se puede ver la fuente

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