AFROAMERICANOS EN LAS FUERZAS ARMADAS DE EE UU EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

 

Afroamericanos FFAA USA IIª GM

¿Hubo segregación racial en plena Segunda Guerra Mundial en el ejército de los Estados Unidos?. Sí, el mundo estaba en guerra y se necesitaba a todo el mundo arrimando el hombro pero la ayuda no se contó de la misma forma dependiendo del color de la piel. El mismo racismo que vivía la sociedad estadounidense, sobre todo en los estados del sur, se reflejaba en el ejército.  

Es curioso por que el enemigo a combatir en la Segunda Guerra Mundial era un régimen racista por excelencia, pero como veremos parece desgraciadamente que la paleta de colores del racismo es muy variada dependiendo de quien la use.

¿Desde cuando hay soldados negros en el ejercito estadounidense? Hay un punto de inflexión con la victoria de la Unión en la guerra de Secesión norteamericana, en 1861, y con la abolición de la esclavitud. De esta forma por primera vez, los soldados negros fueron incorporados al ejército. En 1866,  tras la aprobación por parte del Congreso de la Ley de Organización del Ejército, se crearon seis regimientos de caballería e infantería exclusivamente con soldados negros aunque siempre comandados por oficialidad blanca.

Los primeros regimientos estadounidenses que incorporaron soldados negros se destinaron a luchar contra los indios y fueron bautizados por los indígenas como los «soldados búfalo». Sin embargo, el sistema no se consolidó y a lo largo de las décadas siguientes los afroamericanos desaparecieron prácticamente de las unidades de combate.

LOS BUFFALO SOLDIERS

Estas tropas iban pertrechadas con los peores equipos, y estaban integradas sólo por soldados afroamericanos. Fueron destinados a las zonas más peligrosas del lejano oeste, entre ellas la frontera de Texas, donde encima los civiles blancos los insultaban y agredían, a pesar de que llegaban en su defensa y protección. Pero su compromiso no ofreció duda alguna.

Los Buffalo Soldiers también participaron en la guerra de Filipinas entre los años 1899 y 1903. También tuvieron presencia en la Primera Guerra Mundial, en el verano de 1918. Un total de 50.000 soldados de piel negra habían sido encuadrados en la 92ª División de Infantería «Buffalo» que el 27 de octubre inició su instrucción en el Campo Funston de Kansas bajo el mando del general Charles Ballou. Esta División entraría en combate en la Batalla del Bosque de Argonne y participaría en  la «Ofensiva de los 100 Días», sufriendo un total de 1.647 bajas entre 120 muertos y 1.527 heridos al final de la Gran Guerra. 

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Al estallar la Segunda Guerra Mundial fueron llamados a filas como el resto de compatriotas, en un numero superior al millón de hombres. Sin embargo, la discriminación racial hizo que fueran destinados a servicios auxiliares y nunca a primera fila de combate, pues para la mayoría de los jefes y oficiales, los negros tenían pocas cualidades combatientes y menos para el mando, dadas las limitadas capacidades intelectuales que les atribuían. Fueron utilizados, por tanto, como soldados de unidades de ingenieros actuando como pontoneros, zapadores, en la construcción de fortificaciones, el mantenimiento de radares y telecomunicaciones, tareas diversas de logísticas, almacenaje y suministros, mantenimiento de vehículos como mecánicos, chóferes o cocineros. Todas ellas eran labores imprescindibles en el ejército, evidentemente, pero de segunda fila y poco lucimiento, por lo que en general la mayor parte de ellos no pegarían un tiro en la guerra.

Antes de Pearl Harbor, las fuerzas armadas eran prácticamente blancas, a pesar de los antecedentes que hemos venido comentando: apenas el 1% de los militares, unos 4.000, eran negros y solamente 12 habían alcanzado el rango de oficial. Solo eran aceptados en algunas unidades del ejército, en la Armada solo podían trabajar en las cocinas y no había soldados negros en la Infantería de Marina.

Pero indudablemente los necesitaban y si sumamos la presión social y de alguna forma institucional, hizo que todo cambiara. 

Previendo una mas que previsible entrada en la guerra, a principios de 1940 el gobierno y altas instancias militares estadounidenses decidieron restringir los límites al número de militares negros y se prohibió por decreto la discriminación racial en la industria de defensa. Pero el papel todo lo aguanta y al fin y al cabo el racismo y la segregación era innata en cierta parte, gran mayoría, de la sociedad estadounidense. Las desigualdades se mantuvieron. Los soldados servían en unidades diferentes dependiendo del color de su piel  y los pocos oficiales afroamericanos no podían mandar salvo a otros negros. La misma ley era clara y determinaba en  ningún caso “que se entremezclen reclutas negros y blancos en los mismos regimientos”. 

Además, la gran mayoría de los centros militares de entrenamiento estaban en el Sur, y ya sabemos donde estaba el caldo de cultivo de la segregación racial. En las propias bases de adiestramiento la discriminación  estaba al orden de día. 

NECESIDADES DE LA GUERRA

Pero la guerra marcaba el ritmo y las necesidades se hicieron perentorias. El elevado número de bajas obligó a ceder a las demandas de los soldados negros, y fueron creadas fuerzas destinadas a combatir en primera línea de combate, aunque bajo jefatura blanca de carrera, pero habilitando provisionalmente oficiales negros tras cursos de formación.  

Afroamericanos en las FFAA de los EEUU
Así veremos ahora unidades que han pasado a la historia y han desmentido esa teoría negativa sobre la incapacidad de los soldados negros para combatir en primer línea. Por ejemplo tenemos a los conductores negros de los camiones que formaban el llamado “Expreso de la bola roja” que ayudaron de forma excepcional a mantener en lucha a los tanques del general Patton a través de Europa. Atravesando Francia en viajes de ida y vuelta de mas de 50 horas, conduciendo sin luces durante la noche para no dar pistas a los aviones enemigos y sorteando las minas como podían.

Una de las unidades más famosas fue el escuadrón de aviación Tuskegee, creada en Alabama, formada por 450 pilotos que combatieron en África y Europa, de los que 66 perecieron en combate, pero con un excelente balance de victorias y objetivos alcanzados. Participaron en más de 15.000 misiones escoltando bombarderos y su pericia les valió más de 150 condecoraciones. 

Otro fue el batallón de tanques 761, creado en 1942 y enviado al año siguiente a Italia y un año más tarde a Francia. Lo comandaban seis jefes blancos, unos treinta oficiales negros y casi setecientos hombres de tropa. Liberó mas de treinta ciudades de manos de los alemanes y recibió numerosas condecoraciones por sus méritos militares. 

O el Batallón de Globos Antiaéreos 320 cuya labor en las playas de Normandía salvó muchas vidas protegiendo de los aviones alemanes a las unidades blancas que desembarcaban.

Lo que está claro es que no gozaban de una buena campaña mediática, no salían en fotos como la del izado de la bandera de Iwo Jima y no aparecían a través del objetivo de Frank Capa, pero allí estaban, sufriendo como los demás. Y muchos reconocimientos irían llegando pasados los años, muchos años.

LA 92 DIVISIÓN DE INFANTERÍA «BUFFALO»

A la que ya hicimos referencia al principio que había participado ya en la Gran Guerra y hunde sus raíces en el final de la Guerra de Secesión Norteamericana.

La 92 División fue reactivada en octubre de 1942, para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Bajo el mando del general Edward Almond, unos 50.000 soldados negros hicieron su entrenamiento en el Fuerte Huachuca de Arizona antes de partir a Italia donde serían desplegados, desembarcando en el puerto de Nápoles el 1 de agosto de 1944.

Sus inicios no fueron muy positivos y fueron derrotados al final de ese año en  la Batalla de
Afroamericanos en las FFAA de los EEUU
Garfagnana
frente a la 4ª División Alpina «Monte Rosa» del Ejército Italiano de la República Saló, teniendo que retroceder mas de 8 kms. y gracias a la intervención de la experimentada 8ª División de Infantería India del Ejército Británico a las afueras de Livorno aquello no acabó en un autentico desastre.

Lo que daría argumentos a los segregacionistas en sus teoría sobre la capacidad de los soldados negros en combate que no iban a perder su oportunidad.

Sin embargo, un análisis detenido obligaba a reconocer que el mal ambiente dentro de la división era la causa de su bajo rendimiento; los jefes y oficiales blancos, que además eran en su mayoría originarios de los estados más racistas del sur, consideraban su destino como un castigo y no confiaban en sus soldados por ese prejuicio de considerarles incapaces para el combate y, por otro lado, la la tropa negra se sentía vejada y enviada al matadero sin confiar en sus mandos. Todo ello provocaba una baja moral de combate. 

Y gracias a la intervención del general Mark Clark que lideraba el Ejército Estadounidense desplegado en Italia, no se eliminó la unidad. Clark exigió a sus mandos igualar el contacto entre blancos y negros, reconduciendo una situación complicada.

Los resultados comenzaron a llegar y la efectividad de la unidad salió a la luz demostrando la valía en combate. Llegaron las primeras acciones destacables como la del soldado John Robert Fox que solicitó por radio que la artillería bombardease su propia posición cuando estaba rodeado de tropas alemanas o la del soldado Vernon Joseph Baker eliminando el solo varios nidos de ametralladora enemigos y dos puestos de observación. Debido al racismo imperante sus méritos no fueron reconocidos como se merecían hasta 1997, cuando fue condecorado con la Medalla del Congreso, junto a otros seis soldados negros más, por el presidente Clinton.

En su avance por el norte de Italia, en la primavera de 1945 derrotaron al 148ª Regimiento de Infantería Alemán y  contribuyeron a la caída de los puertos de Génova y La Spezia. Al final de la guerra la 92ª División de Infantería «Buffalo» había sufrido casi 3.000 bajas.

¿Pero todas las unidades tenían estos mismos graves problemas de racismo? En otras unidades, como la de tanques que hemos citado antes y que ahora abordaremos, había menos racismo posiblemente debido a los orígenes norteños de los oficiales y, por tanto, el ambiente era mucho mejor y sus resultados militares fueron muy positivos. 

BLACK PANTHERS


Empecemos con unas palabras de Patton nada positivas para la causa: «Daban una buena primera impresión, pero no tengo fe en la capacidad de lucha inherente a la raza». Esto lo dijo después de pasar revista al 761º Batallón de Tanques, en vísperas de su bautismo de fuego, en la batalla de las Ardenas. En realidad no dejaba de ser la opinión general de los mandos estadounidenses sobre la capacidad de los soldados afroamericanos que se habían incorporado al ejército en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. 

Patton desconfiaba de los afroamericanos como grupo pero, a la vez, los reconocía  como buenos soldados a nivel individual y, estando escaso de efectivos, no podía permitirse el lujo de prescindir de ellos, así que fue el primer mando en integrarlos entre los suyos. Posteriormente, ellos declararon estar orgullosos de haber servido a sus órdenes. 

Afroamericanos en las FFAA de los EEUU


A los Black Panthers lo que de verdad les repateaba era que esa desconfianza hacia que no fueran los primeros en ir al frente a luchar y sin embargo si lo hicieran otras unidades antes que ellos, menos preparadas y entrenadas, pero claro, compuestas íntegramente por soldados blancos. Pero por fin llegó el momento. El general Benjamin Lear, que estaba al mando del Segundo Ejército y se dedicaba a labores de entrenamiento, consideró que el 761º ya estaba listo para el combate, así que lo envió a Inglaterra, donde se estaba planeando la invasión del continente. Y, en efecto, el 10 de octubre de 1944 los soldados afroamericanos desembarcaron en Omaha Beach, una de las famosas playas en las que tuvo lugar el Desembarco de Normandía meses antes. Eran 676 hombres con una treintena de oficiales negros y seis blancos.

Entraron en liza el 7 de noviembre, peleando en suelo francés, empujando a los alemanes en retiradas, casi siempre en vanguardia. Irónicamente, el primer herido que tuvieron no fue negro sino su jefe, el coronel Bates. 

Pero su verdadera consagración fue al mes siguiente, en Bélgica, en la batalla de las Ardenas, ante la última ofensiva alemana de la guerra. En ella jugaron un importante papel porque se recibió la advertencia de que el enemigo tenía destacamentos disfrazados con uniformes estadounidenses para infiltrarse y desbaratar los puestos de vigilancia. Patton resolvió el problema destinando a esos controles a los soldados negros, con orden de disparar sobre cualquier blanco que resultara sospechoso. La Batalla de las Ardenas fue dura y sangrienta: el 761º registró 156 bajas, de las que 24 fueron mortales por 81 heridos y otras 44 por enfermedad. Asimismo, perdieron 14 tanques y otra veintena resultó dañada. 

Estuvieron también ayudando a la 101ª División Aerotransportada en Bastogne, que resistían desesperadamente en unas condiciones climáticas penosas. La ofensiva germana terminó fracasando el 25 de enero de 1945 y los Black Panthers siguieron adelante como punta de lanza de la 4ª División Blindada de EUUU, encargada de abrir camino al Tercer Ejército hacia Alemania a través de la Línea Sigfrido. Llegaron a Austria donde enlazaron con el Ejercito Rojo. 

Su actitud en combate tras aquellos 183 días ininterrumpidos, fue recompensada con 296 corazones púrpura, 11 estrellas de plata y 69 de bronce, más una Medalla de Honor entregada a Bates, quien pudo recuperarse de sus heridas.

Tuvo que pasar mucho tiempo para recibir mas reconocimientos. En 1978, Jimmy Carter atendió las demandas de varios veteranos y concedió al batallón la Presidential Unit Citation «por heroísmo extraordinario en acción». Era una demanda de muchos veteranos que, al regresar a su patria, descubrieron que no eran recibidos tan calurosamente como los blancos. El 761º Batallón de Tanques fue disuelto y sus miembros integrados en otras unidades. 

LOS MONTFORD POINTERS

Los “Montford Pointers”, fueron los primeros negros en la Infantería de Marina de EE. UU.

No son de los mas conocidos pero allí estuvieron y lucharon como los mejores. Alrededor de 13.000 de ellos fueron desplegados en el extranjero durante la Segunda Guerra Mundial. Unos 2.000 de ellos ayudaron a las fuerzas aliadas en la captura de la isla de Okinawa en la operación anfibia más grande en el escenario del Pacífico durante esa guerra.

En 2012, en reconocimiento a sus servicios y sacrificios durante la Segunda Guerra Mundial los Infantes de Marina de Montford Point recibieron la Medalla de Oro del Congreso, la distinción civil más alta que el Congreso de Estados Unidos concede. 

EL ESCUADRÓN TUSKEGEE

El Escuadrón de Caza Afroamericano «Tuskegee» estaba conformado por pilotos negros, quienes a los mandos de aviones P-40 Warhawk y P-51 Mustang, hicieron frente y fueron un autentico dolor de muelas para los pilotos de la Luftwaffe alemana sobre los cielos de Europa. 
Afroamericanos en las FFAA de los EEUU en la IIªGM


Su origen lo encontramos en marzo de 1941 cuando la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF) permitió crear una escuadrilla de pilotos negros en el Campo de Instrucción de Tuskegee en Alabama, de ahí su nombre, peor también fue conocido como Escuadrón de Caza «Red Tail» o «Cola Roja». 

El entrenamiento con los aeroplanos Texan T-6 fue difícil no por los propios aviones sino por el racismo mostrado por los oficiales blancos. 

Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos solamente había 309 pilotos negros (9 con título de aviador comercial y 300 con licencia privada). Fue la mujer del presidente Roosevelt, la Primera Dama Eleanor Roosevelt, la que definitivamente impulsó el proyecto al volar en uno de los aviones junto al oficial afroamericano Alfred Anderson, quedando muy satisfecha del resultado y por tanto consiguiendo la autorización del Congreso para enviar a esta unidad al Frente del Mar Mediterráneo.

De esta forma el Escuadrón de Caza «Tuskegee» fue enviado al Norte de África a principio de 1943 bajo el mando del coronel Benjamin Davis Jr. Durante todo ese año  llevaron a cabo 1.400 misiones en 255 salidas, con un resultado poco esperanzador ya que no consiguieron derribar ningún avión enemigo. Y de nuevo volverían a la carga los segregacionistas criticando la operatividad del Escuadrón.

Las críticas llegaron desde el Alto Mando en Washington pero también desde medios de prensa como la revista Time. Se pedía a gritos la disolución de la unidad. ¿Argumento? Pues por ejemplo el del general Hap Arnold diciendo que el negro no posee los reflejos para ser piloto de caza de primera clase.

1944 fue otra cosa y empezó a demostrarse en la Batalla de Anzio Así en la mañana del 27 de enero en una de las playas destinadas al desembarco, 16 P-40 Warhawk  del Escuadrón de Caza «Tuskegee», con el teniente Clarence Jamison al frente, interceptaron a quince cazas alemanes Focke Wulf Fw 190 regresando de una misión derribando cinco de ellos. Aquella misma tarde abatieron a otros tres aparatos germanos y al día siguiente derribaron  cuatro más. Por contra sufrieron solo una baja.

A mediados de ese año, el Escuadrón de Caza «Tuskegee» que fue dotado con los nuevos cazabombarderos P-51 Mustang, y a su misión de aviones de caza se sumó la de bombarderos siendo un serio oponente a los pilotos de la Luftwaffe y un peligro para las tropas de tierra por sus precisos bombardeos. 

Dejaron su impronta en las playas de Normandía, en el bosque de las Ardenas, en la invasión del Ruhr, en la ruptura de la «Línea Gótica» en Italia y en la ofensiva del Río Po.

Participaron en 15.000 misiones con el siguiente resultado: 262 aviones enemigos derribados (112 en el aire y 150 en tierra), 950 camiones o vehículos menores destruidos y hundieron 41 embarcaciones (entre estas el destructor italiano Giuseppe Missori y 40 transportes o barcazas). Por lo que se refiere a reconocimientos y condecoraciones, lograron 174 destacando 1 Legión del Mérito, 1 Estrella de Plata, 8 Corazones Púrpuras, 14 Estrellas de Bronce y 150 Cruces del Vuelo Distinguido. 

Sin duda fue una de las mejores unidades de la Fuerza Aérea Estadounidense.

Desgraciadamente la gran mayoría que había luchado en Europa por la libertad regresaron a un país donde seguían siendo ciudadanos de segunda. Y fueron ellos, los veteranos negros de la Segunda Guerra Mundial, los que en buena parte levantaron el  movimiento por los derechos civiles que puso fin a la segregación un par de décadas más tarde.

Fuentes:

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200806/32733/soldados-afroamericanos-ii-guerra-mundial.html
https://www.labrujulaverde.com/2019/09/black-panthers-los-soldados-afroamericanos-del-761o-batallon-de-tanques-estadounidense-que-combatieron-en-las-ardenas
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/buffalo-soldiers-tropas-afroamericanas-ejercito-estadounidense_15844
https://share.america.gov/es/los-montford-pointers-los-primeros-negros-en-la-infanteria-de-marina-de-ee-uu/
https://www.eurasia1945.com/protagonistas/ejercitos/12631-2/
https://www.eurasia1945.com/protagonistas/ejercitos/escuadron-de-caza-afroamericano-tuskegee/
https://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=1049  
https://www.history.com/news/black-soldiers-world-war-ii-discrimination
https://noticiasdelmundo.news/la-historia-olvidada-de-los-soldados-negros-y-el-red-ball-express-durante-la-segunda-guerra-mundial/

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