LA GUERRA DE COREA

 

En las Conferencias de Yalta y Potsdam de 1945, esta última ya con la guerra en Europa finiquitada, se comienzan a atisbar los primeros signos de lo que se conocería como Guerra Fría. Y solo pasarían cinco años para que se evidenciara ese distanciamiento entre los antiguos aliados.

En 1950 la península de Corea sería testigo de un enfrentamiento que pondría en peligro de nuevo el equilibrio internacional. Porque el 25 de junio el ejército norcoreano invadía Corea del Sur e inmediatamente las dos grandes super potencias moverían sus piezas. Truman, el presidente estadounidense, movilizó sus fuerzas en Asía Oriental para entrar en acción. El conflicto se globalizó y 15 países contaron con su ejército en la contienda.

Como decía antes, tan solo hacia 5 años que había finalizado la II Guerra Mundial y de repente el mundo se ve sumergido en otro gran riesgo de desastre general esta vez aderezado con la fuerza nuclear.

GUERRA FRÍA

Como decía en mi artículo sobre la guerra fría, «hablamos del periodo de poco más de 40 años en el que la tensión entre Estados Unidos y la URSS en primera instancia, y los bloques que ellos lideraban, llegó en ocasiones a la confrontación bélica, pero nunca se produjo un combate militar directo entre los EE. UU. y la URSS, ni fueron empleadas armas nucleares. Eso sí, la siniestra sombra de la guerra nuclear flotaba en el ambiente internacional».

Aunque antes de Corea ya había habido conatos de alto voltaje entre ambas superpotencias. Se considera como el primer incidente de la guerra fría el sucedido en Irán en 1946, cuando a los pocos meses de finalizada la guerra mundial, se acordó la retirada de las tropas aliadas que ocupaban el territorio iraní, pero la URSS se negó a retirarse y mantuvo el control de algunas provincias del norte del país, como había hecho en Europa. Solamente la presión estadounidense logró el repliegue soviético. Le seguiría la guerra civil griega como primer escenario, el bloqueo de Berlín, la conformación de la OTAN y del Pacto de Varsovia, la creación de la República Popular China y la guerra de Corea.

ANTECEDENTES

Pero situémonos antes de llegar a 1950 y sepamos cómo estaba el escenario para saber cómo y porqué se llegó a la guerra.

Retrocedamos a principios del siglo XX a la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, cuando las fuerzas japonesas ocuparon militarmente Corea y penetraron en Manchuria. En 1910 Japón se anexionaba formalmente la península de Corea. Finalizada la II Guerra Mundial EE. UU. y la URSS se repartirían Corea, todo fruto de los acuerdos nacidos en la conferencia de Yalta donde los hasta entonces aliados diseñaron un futuro de hegemonía compartida en Extremo Oriente.

El 10 de agosto de 1945, las tropas soviéticas ocupaban la zona situada al norte del paralelo 38. Un mes más tarde las estadounidenses se establecían en la zona sur de dicho paralelo. Como en un tablero de ajedrez las figuras ya estaban situadas. En la Conferencia de Moscú de diciembre de 1945 se determinó que se mantuviera durante cinco años el estatuto de la ocupación militar.

Corea se sumaba al grupo de naciones divididas tras la guerra, teníamos dos Alemanias, ahora dos Coreas y muy pronto dos Vietnam. La ocupación nipona iniciada en 1905 terminaba en 1945 para los coreanos, pero con una nueva ocupación militar.

¿QUÉ HIZO LA ONU?

La Conferencia de Moscú además de la ocupación militar compartida del país también había acordado la creación de una comisión mixta con un claro objetivo: la unificación de Corea de forma independiente bajo un solo gobierno democrático elegido en las urnas de forma libre.

A finales de 1947, a instancias de EE UU, la Asamblea General de la ONU el 14 de noviembre registra en su agenda la cuestión coreana y aprueba la constitución de una comisión temporal, compuesta por nueve miembros, con la finalidad de alcanzar un doble objetivo: la retirada de todas las fuerzas militares extranjeras y la constitución de un gobierno democrático y representativo. Pero la URSS se desdice de lo acordado en Moscú en 1945 y junto al resto de países del bloque soviético miembros de la ONU no aprobaron esta resolución alegando que la reunificación era una competencia exclusiva de pueblo coreano.

La comisión no pudo visitar Corea del Norte, pero si fue testigo de las elecciones que se celebraron en Corea del Sur ratificando de hecho la separación estatal del país. El bloque soviético no reconocería ese gobierno.

El 9 de septiembre de 1948 el Consejo del Pueblo de Corea del Norte designaba una «Asamblea de todo el Pueblo de Corea» nombrando el gobierno de la República Popular de Corea. Se escenificaba la división y se sentaban las bases para la guerra.

El enfrentamiento diplomático acababa de comenzar pues el bloque soviético se enfrentó abiertamente a la Asamblea General de la ONU que, el 12 de diciembre de 1948, reconocía al gobierno de Corea del Sur como único gobierno de toda la península y creaba una nueva comisión para la reunificación de las dos zonas. A lo que hay que sumar las sospechas de falta de pureza democrática en las elecciones de Corea del sur de 1948.

La situación en Asía al final de los años 40 no auguraba paz ni tranquilidad, sino todo lo contrario, la atmosfera empezaba a ser irrespirable. La situación de Indochina con los franceses era de alto riesgo y en octubre de 1949 se proclamaba la República Popular China. Una peligrosa tenaza se cernía sobre los intereses estadounidenses en la zona y su apoyo incondicional a Corea del Sur no se hizo esperar.

LA GUERRA

El 25 de junio de 1950 el representante de EE. UU. ante la ONU informaba al secretario general que fuerzas militares norcoreanas esa misma mañana habían cruzado el paralelo 38 y habían comenzado la invasión de Corea del Sur. La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando la invasión no se hizo esperar, pero ¿serviría de algo?

Las fuerzas invasoras cruzaron el paralelo 38 por cuatro puntos distintos con un numero de hombres que superaban los setenta mil y con un considerable apoyo blindado.

¿Sabía EE. UU. lo que iba a suceder? Una vez mas esta fatídica pregunta sobre el tapete de una guerra. Hubo quien lo puso en duda y corrió la teoría de que no hizo gran cosa por evitarlo. Y en la cresta de esta teoría situaban a Douglas MacArthur, ardiente defensor de una escalada militar en Asia, ariete contra el peligro comunista.

Lo que en principio iba a ser una guerra civil se convirtió a las pocas horas en un conflicto armado de carácter internacional y de repercusiones insospechadas.

Dos días después de iniciada la invasión norcoreana el presidente Truman ordenó que «que las fuerzas aéreas y navales estadounidenses cubriesen y apoyasen a las tropas del gobierno surcoreano». Ese mismo día el Consejo de Seguridad de la ONU acordaba que se imponía urgentemente tomar medidas necesarias para restablecer la paz y la seguridad internacional. Resolución que no surtió ningún efecto al no tener el apoyo del bloque soviético. Ese mismo día el gobierno de Washington movilizaba sus fuerzas navales, aéreas y terrestres en defensa de Seúl y había decidió el bloqueo de las costas coreanas.

El 7 de julio, el Consejo de Seguridad adoptaba una nueva resolución, con la abstención de Yugoslavia, India y Egipto, impulsando a que todos los estados miembros de la ONU cooperaran militarmente y pusieran sus efectivos a las ordenes de un Mando Único dirigido por los EE. UU. bajo la batuta de MacArthur. El guante fue recogido por dieciséis países que participaron en la guerra. La respuesta de la URSS fue alegar que la agresión había partido de Corea del Sur.

El 28 de junio de 1950 la capital surcoreana, Seúl, caía en manos norcoreanas y su ejército se replegaba hacia las costas. La respuesta estadounidense llegó el 15 de septiembre cuando su infantería de marina desembarcó en Inchon y a finales del mes la coalición alcanzaba el paralelo 38 expulsando al ejército invasor. Se volvía al punto de partida.

La ONU en una recomendación del 7 de octubre quería tomar el mando de las operaciones porque veía que el mando estadounidense había desbordado los planteamientos tranquilizadores de la organización. De hecho, el 1 de octubre el general MacArthur ordenaba a las tropas bajo su mando la invasión de Corea del Norte. La guerra entraba en una nueva fase. Se desbordaba el objetivo inicial de la ONU, detener y neutralizar la invasión norcoreana para pasar a la unificación por la fuerza de las armas. A lo largo del mes de octubre las fuerzas estadounidenses estaban cada vez más cerca del rio Yalu, es decir, de la frontera con China.

El 7 de noviembre comenzaba la etapa mas delicada y grave de la guerra

CHINA ENTRA EN ESCENA

El ejercito chino dispuso un número considerable de divisiones en la zona fronteriza en

modo preventivo, pero a pesar de ello el 24 de noviembre el general MacArthur lanzaba a 100.000 hombres sobre el rio Yalu.

Esta acción no tenía ninguna justificación salvo que se quisiese un enfrentamiento abierto con China. Dos días después 20 divisiones chinas entraban en Corea del Norte que hizo retroceder hasta las playas coreanas al ejército estadounidense.

Se vivieron los momentos mas calientes del conflicto cuando las armas nucleares salieron al juego. MacArthur solicitó a Truman autorización para lanzar bombas atómicas sobre suelo chino. El holocausto nuclear sobrevoló aquella pequeña zona del Extremo Oriente. 

Afortunadamente no se llegó a ese extremo. Y aunque a comienzos de 1951 EEUU conseguía de la ONU una condena de China como país agresor, poco a poco se fue abriendo una puerta a la negociación que restituyese el conflicto, al menos, al punto de salida.

MacArthur colmó la paciencia de Truman con sus decisiones unilaterales sin consultar a Washington y es destituido y reemplazado por el general Mattew Ridgway, cuestión que fue interpretada en el mundo diplomático como declaración de voluntad estadounidense de no echar más leña al fuego.

El 23 de junio de 1951, Jacob Malik, el delegado soviético en la ONU, hacia unas declaraciones que abrían las puertas a una posible negociación. Guante recogido por el general Ridgway cuando propuso el 30 de junio también apertura de negociaciones, aceptadas de inmediato por chinos y norocreanos. Pero habría que esperar dos años más hasta ver el cese oficial de las hostilidades.

NEGOCIACIONES DE PAZ

Como ya he avanzado las negociaciones fueron interminables, comenzando el 10 de julio de 1951 en la localidad de Kaesong y posteriormente se trasladarían a la ciudad de Pan Mun Jon. Las diferencias en la mesa de negociaciones eran evidentes y en ese momento insalvables de junio de, sobre todo en lo que se refería a la repatriación de prisioneros. Todo quedaría zanjado el 8 de junio de 1953 cuando se acuerda la forma de acuerdo de armisticio que supondría el final de la guerra el 27 de julio. La situación quedaba como el primer día y el paralelo 38 seguía dividiendo las dos Coreas.

El Acuerdo de Armisticio debía ser solo la puerta a un acuerdo mas profundo, entre otras cosas, un acuerdo para la reunificación. Y en agosto de ese mismo año la Asamblea General de la ONU lo recordó.

En febrero de 1954 se puso fecha a la Conferencia de Ginebra para tratar este tema, el 26 de abril de 1954. Pero otro tema protagonizó la Conferencia, la derrota francesa en Dien Bien Phu. De todas formas, la cuestión coreana seguía estancada y no se pudo llegar a un entendimiento mínimo. Los años y otros sucesos igualmente dramáticos quitarían protagonismo a la división de Corea, como la guerra de Vietnam y las guerras en el oriente próximo.

Estados Unidos se topó con la cruda realidad después de la II Guerra Mundial. Allí se denomina la «guerra olvidada» debido a la falta de atención que recibió durante y después del conflicto.

Casi transcurrido el primer cuarto del siglo XXI siguen existiendo dos Coreas a todas luces irreconciliables.

Fuente

Historia Gráfica del siglo XX, num. 1. Corea, un estallido en la Guerra Fría. Edit. Urbion

Webgrafía

https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/06/por-que-la-guerra-de-corea-nunca-termino-tecnicamente