CRISIS DE GUERRA NUCLEAR EN 1983

Crisis nuclear 1983

En los tiempos que corren con la guerra de Ucrania en vigor, estamos viviendo con la amenaza de una guerra nuclear, que como bien os podéis imaginar seria devastador. Una sensación que no se vivía desde los tiempos de la Guerra Fría.

Parecía que ese riesgo y amenaza se había minimizado de forma considerable, aunque en realidad nunca se había erradicado teniendo en cuenta la cantidad de países que disponen de arsenales nucleares. Pero con la desaparición de la URSS, uno de las dos grandes potencias liderando el Pacto de Varsovia, que dominaban junto a Estados Unidos y la OTAN el panorama político y militar de gran parte del siglo XX, todo indicaba que llegarían días más tranquilos.

Hoy vamos a escribir sobre unos hechos que pusieron al planeta al borde de una guerra nuclear cuando lo que conocemos por Guerra Fría estaba llegando a su final. Viajaremos a 1983. Pero lo más curioso es que se trató de un hecho que prácticamente pasó desapercibido para el gran público.

Muy distinto a lo que sucedió en Cuba en aquel tenso mes de octubre de 1962, cuando la guerra estuvo muy cerquita y todo el mundo se enteró gracias a los medios de comunicación.

ABLE ARCHER 83

Veremos qué pasó un noviembre de 1983 con unas maniobras militares que por otro lado estaban al orden del día y no tenían nada de sorprendente. Y todo se ha esclarecido hace relativamente poco gracias a la publicación de unos documentos recién divulgados por la Oficina de Historia del Departamento de Estado de EE. UU. que aportan nuevas evidencias sobre cómo fue este episodio, conocido como el "War Scare 1983" (el susto de guerra de 1983).

La OTAN se disponía a hacer una de sus habituales maniobras militares, que además, en este caso se realizaban cada año por estas fechas, primeros de noviembre. Su nombre Able Archer 83.

Como toda maniobra se trataba de una simulación y se pretendía fuese lo más realista posible, al fin y al cabo, era un entrenamiento. Se planificó para un supuesto ataque previo de la URSS sobre Europa Occidental lo que desencadenaría un conflicto y se llegaría al uso de armamento nuclear.

Crisis nuclear 1983

Esta a su vez, de modo preventivo, situó a sus divisiones de cazabombarderos en Alemania Oriental en estado de alerta. Incluso un escuadrón fue cargado con bombas nucleares. Cuestión que fue detectada por los militares estadounidenses el 9 de noviembre, cuando mediante una fotografía aérea vieron a un cazabombardero soviético Mig-23 en una base de Alemania Oriental completamente armado y preparado para el combate.

CONFUSIÓN SOVIÉTICA

Los soviéticos creyeron que esta vez iba en serio, que no se trataba de unas maniobras y que estaban bajo la amenaza real de un ataque de la OTAN, lo que estuvo a punto de desencadenar una guerra nuclear.

Hoy en día todavía hay poca información, no conocemos al 100% lo que pasó. Es un tema muy delicado y de máxima seguridad por lo que la documentación no es de fácil acceso. Solo hay información de documentación estadounidense y británica y se cuenta con los testimonios de antiguos espía que trabajaban al otro lado del telón de acero.

El primer diario que abordó este tema fue el Daily Telegraph y lo hizo años después, cuando el 16 de octubre 1988 publicó un artículo titulado Brink of World War III: when de world almost went to war.

La situación fue tal que según se sabe por el informe National Intelligence Estimate de 1984 el gobierno de los EE UU ocultó a sus aliados los datos relativos a la reacción soviética al ejercicio Able Archer.

Y la información del otro bando, los soviéticos, se desconoce. Está totalmente censurada y ni se espera. Solo tenemos información proporcionada por antiguos espías, como el agente doble Oleg Gordievsky o Rainier Rupp, además de entrevistas con ex generales soviéticos.

Para ponernos en situación, en octubre de 1983, un mes antes, uno de los expertos más destacados en asuntos soviéticos, el diplomático estadounidense George F Kennan, señaló en el New Yorker que la coyuntura internacional de entonces tenía «las características propias de una inevitable marcha hacia la guerra»

Crisis nuclear 1983
Se aprovechó que recientemente había habido un cambio de líder en la URSS, en noviembre de 1982 había fallecido Leónidas Brezniev y había sido sustituido por Yuri Andropov. Plantearon un escenario de choque diplomático, uno más de la época, por el tema de influencias en Oriente Medio sumado a que las tropas del Pacto de Varsovia invadían Yugoslavia y luego se dirigirían a Finlandia y Noruega.

Tras el ataque de la aviación soviética a bases militares de la OTAN en la República Federal Alemana y Reino Unido, la OTAN comenzaría su ofensiva el 7 de noviembre y un masivo ataque nuclear previsto para el 11 de noviembre.

Era una especie de juego de guerra, pero tan real que los soviéticos y el alto mando del Pacto de Varsovia interpretó como real, que no se trataba de unas inofensivas maniobras, sino que se estaba preparando un ataque contra ellos.

Las bases que tenían en República Democrática Alemana y en Polonia fueron puestas en máxima alerta por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial, con aviones cargados de armamento nuclear dispuestos a despegar al recibir una orden. El 9 de noviembre , una fotografía aérea mostró a un MIG 23 soviético en una base militar alemana completamente armado y en posición de alerta, que ya hemos comentado antes.

FACTORES INTERNACIONALES

Hay varios factores en la situación internacional que no ayudaron y que provocaron esas dudas soviéticas. Por ejemplo, a primeros de los años 80 los soviéticos tenían la sensación de profunda indefensión. Venían de un final de la década de los 70 en un sensación de superioridad.

Pero en los 80 comenzó sus crisis económica, política y de poderío militar, entre otros motivos por el incremento del gasto militar de la década anterior. Cuando había visto el debilitamiento de la posición hegemónica de los EE UU por la guerra de Vietnam. Y eso que la crisis del petróleo había afectado menos a su área de influencia.

Se intentaron aprovechar de la dinámica dialogante y pacifista que el nuevo presidente, el demócrata Jimmy Carter (1977-1981) comenzaba a poner en marcha. 

La URSS se veía fortalecida por la situación de su máximo enemigo y por la instauración de regímenes comunistas en varios países asiáticos (Vietnam, Laos, Camboya), y  decidieron aprovechar la coyuntura.

De esta forma en 1977 inició el despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio

Crisis nuclear 1983
en Europa oriental, amenazando a  todo el continente con el objetivo de intimidar a los países europeos occidentales con la posibilidad de una guerra nuclear limitada en su territorio y obligarlos a alejarse de los EE UU.

Incrementó su apoyo a todos los movimientos revolucionarios del tercer mundo, reforzados por la crisis económica originada por la subida del precio del petróleo en  1973.  Por ejemplo en África apoyó la instalación de regímenes de inspiración marxista en Angola, Mozambique y Etiopía; y en América Latina apoyó a la Revolución sandinista de 1979 en Nicaragua y en las guerrillas revolucionarias de El Salvador, Guatemala, etc.

Pero en 1979 la caída del régimen del sha de Persia con la Revolución islamista en Irán y el asalto ese mismo año de la embajada de EE UU en Teherán secuestrando a 80 empleados más la invasión soviética de Afganistán, minarían en clave interna las políticas de Carter y el pueblo se inclinó por políticas intervencionistas.

Esta tensión fue creciendo  a lo largo del año que duró el secuestro y deterioraría definitivamente a la administración Carter que perdería las elecciones en favor del republicano Ronald Reagan. Se volverían a políticas intervencionistas en el ámbito internacional para recuperar el prestigio internacional. Que luego veremos su influencia en esta tensión.

A todo esto los soviéticos tuvieron su particular Vietnam en Afganistán. Y las tornas cambiarían. Los EE UU se vinieron arriba y los soviéticos comenzaron a declinar.

ERRORES INFORMÁTICOS

Además, pocos días antes de comenzar las maniobras de Able Archer, la armada soviética había sufrido una gran pérdida militar con el accidente del submarino K-324, lo que les privaba de controlar las actividades de los submarinos nucleares estadounidenses. Por tanto, tenían la sensación de ir a ciegas. A lo que se suma una serie de falsas alarmas en septiembre de 1983 cuando satélites soviéticos registraron el lanzamiento de cinco misiles nucleares estadounidenses. Cuestión que fue desmentida y que se trató de un error informático

El 26 de septiembre un error informático pudo llevar al desastre pero gracias al temple de teniente coronel Stanislav Petrov todo quedó en un susto.

Crisis nuclear

Aquel día Petrov se encontraba al frente del mando Central de Sistemas de Alerta Temprana de Antimisiles, analizando la información que llegaba de los satélites que vigilaban las bases de cohetes estadounidenses.

En aquella época todo este sistema de detección de misiles estaba en pañales, en plena fase de experimentación. Pero los soviéticos parece que sí confiaban en ellos. A las 00:14 horas del lunes 26 de septiembre saltó la alarma. El panel de detección alertaba de que un misil intercontinental había sido lanzado desde su base en EE UU con dirección a la URSS. A los pocos segundos en el mismo panel se encendieron mas lucecitas rojas. En 40 minutos los misiles impactarían en suelo soviético. Tenia que informar de forma urgente al secretario general del PCUS, al Ministro de defensa y al Jefe del Estado Mayor y activar el protocolo establecido para un ataque de esa magnitud.

Sin embargo, su instinto le indicó que se trataba de una falsa alarma, de un error informático y decidió no poner en marcha el protocolo de actuación. Informó, pero diciendo que se trataba de un fallo en el sistema. A los pocos minutos se confirmo su acierto, había sido una falsa alarma y se restableció la normalidad.

Un héroe que salvó a la humanidad aunque en su país no fue considerado como tal, al revés le recriminaron su actitud y fue expulsado del ejército.  Años después con la URSS disuelta, su historia salió a la luz en 1998 y fue cuando fue homenajeado por la ONU

Siguiendo con los errores informáticos en el otro bando no iban mejor, ya que EE UU había tenido problemas muy similares en 1979 y 1983.

RONALD REAGAN

Y ahora aparecería en escena el presidente Ronald Reagan, como ya adelantamos antes, que representó la figura del western del defensor del bien en contra del comunismo mundial. 

Llegó pegando fuerte, aumentando los fondos para la carrera armamentística lo que provocó mucho recelo en el otro lado del Telón de Acero. Recelo y preocupación. Entre sus nuevos proyectos destacaba el célebre escudo espacial, apodado Star Wars. En aquellos días hacia furor la película la Guerra de las Galaxias.

Crisis nuclear 1983

Se trataba de una especia de paraguas, un escudo que destruiría los misiles soviéticos antes de alcanzar EE UU. Esto suponía decantar la balanza militar a favor de los estadounidenses, cuestión que aterrorizaba a los soviéticos.

Desde que llegó a la presidencia ejerció una presión psicológica sobre los soviéticos, por no decir autenticas provocaciones, de gran relevancia. Como a cercar sus barcos de guerra al mar Báltico o  poner en marcha la operación Fleet Ex, el mayor ejercicio naval llevado a cabo en el Pacífico Norte.

Además, Reagan apoyó a todas las guerrillas comunistas del mundo, o casi. Así sufragó a las de Afganistán (luego se arrepentirían, pero eso en ese momento no se lo podían imaginar), Nicaragua, Camboya, Angola, Mozambique y Etiopía.

PARANOIA SOVIÉTICA

Mas acciones que a los soviéticos les hizo convencerse de que Able Archer iba en serio: pocos días antes EE UU invadió la isla de Granada, la acción se denominó Urgent Fury. Una nación que se había “convertido” al socialismo.

La verdad es que había señales que podían perfectamente indicar que algo mas grande se estaba cociendo. Puede llegar a ser compresible la paranoia soviética.

Todavía hay más ingredientes. El 1 de septiembre los soviéticos habían derribado un Boing 747 coreano viajando de Seúl a Nueva York, volando por Alaska. Con 269 fallecidos, de los que 62 eran estadounidenses. Se justificaron diciendo que habían tomado el avión civil por uno de espionaje. Pero el ex espía Georgi Bolshanov aseguró que al disparar los soviéticos sabían contra qué lo estaban haciendo.

Afortunadamente no se dio mucho crédito a esas declaraciones y hay otras versiones o teorías como la del historiador alemán Georg Schild, que sostiene la teoría de que los soviéticos perfectamente pudieron confundir el avión con uno de espionaje, al haberse producido el ataque de noche, con poca visibilidad y el gran parecido del Boing 747 con los RC-135, los aviones estadounidenses para operaciones de espionaje. Y para enfriar el ambiente, parte de la prensa estadounidense consideró el suceso como un fatal accidente y no echó más leña al fuego. Pero desde luego todo esto no jugaba a favor de la imagen de la URSS para el público occidental.

Pero la suma de todo ello generaba tensión y pavor en la URSS esperando un ataque occidental.

Las bravatas de Reagan llamando a la URSS el “imperio del mal” y sus reiteradas ofensivas verbales hizo que Moscú cayera en una paranoia evidente. Y vieran misiles, aviones y tropas atacando la URSS por todos lados.

Es mas, cualquier pequeño detalle se magnificaba en exceso y entraba en juego en esa paranoia. De todas formas si que jugaron, esos pequeños detalles, su papel a efectos psicológicos. Cuarenta años después se “desterró” la sombra de la Operación Barbaroja, cuando la Alemania nazi invadió la URSS en una  operación que Hitler enmascaró en forma de entrenamiento. O la crisis de los años 70 que tan duramente golpeó a EE UU y que Moscú pensó que en Washington estaban desesperados y dispuestos a todo para evitar un inevitable declive. Y para rizar el rizo el 7 de noviembre era el día en el que la URSS celebraba el aniversario de la Revolución de Octubre, un día perfecto, según ellos para ser atacados entre tanta celebración.

Incluso se sabe que Oleg Gordievsky, un miembro del KGB que trabajaba para los servicios de inteligencia británicos, el MI6, declaró haber advertido a los británicos de que los soviéticos estaban muy alarmados por los movimientos en las bases militares estadounidenses, que en aquel momento estaban simulando el lanzamiento de los primeros misiles de medio alcance.

LEONARD PERROOTS

Papel importante en estos momentos lo jugó el general Leonard Perroots, alto mando de la inteligencia de las Fuerzas Aéreas de los EE UU en Europa que tomó al decisión, de forma unilateral, de no movilizar las fuerzas de la OTAN ante la repentina elevación de alerta por parte de los soviéticos.

Perroots informó sobre la situación detectada al entonces comandante en jefe de la Fuerza Aérea estadounidense en Europa, Bill Minter, quien le preguntó si deberían reaccionar ante los movimientos soviéticos. A lo que Perroots respondió que vigilarían cuidadosamente la situación pero que había evidencia insuficiente que justificase incrementar su estado de alerta.

Se desconoce, hasta el momento, de la apertura de cualquier canal diplomático, entre ellos este célebre teléfono, para comunicar a los soviéticos que su seguridad no estaba en peligro. Pero para eso tenían que haber sido conscientes de que Moscú estaba realmente alarmado.

PREOCUPACIÓN ESTADOUNIDENSE A POSTERIORI

Lo cierto es que los primeros síntomas inequívocos de preocupación entre los líderes estadounidenses no aparecieron hasta bastantes semanas después del fin de la crisis. A finales de ese año, la CIA escribió un informe en que se afirmaba que los soviéticos habían estado convencidos de que iban a ser atacados por fuerzas de la OTAN. A principios de 1984 el propio presidente R. Reagan había expresado su preocupación por el riesgo que se había corrido.

En definitiva, por lo que podemos saber hoy,  entre el alto mando estadounidense no tenían ni idea de lo que pensaban los soviéticos. Y ese error de cálculo pudo costarle muy caro a la humanidad.

En 2015, 32 años después, se dio carpetazo final por parte estadounidense cuando fue publicado un nuevo informe de 94 paginas y el director del Archivo de Seguridad de EEUU, Thomas Blanton reconoció que la amenaza de guerra fue real y que en aquella época “el riesgo de equivocación, de errores de juicio y confusión eran demasiados altos”.

Pues si, porque como hemos venido comentado a lo largo de este artículo, el mundo estuvo al borde del abismo, sin saberlo. Mucho mas cerca de lo que estuvo cuando la crisis de los misiles de Cuba, dos décadas antes, con la diferencia de que la amenaza nuclear con los misiles en la isla caribeña fue consiente todo el orbe. Y con contra diferencia aun mas grave y es que la capacidad destructora de los misiles de 1983 era muy superior a los de 1962.

Claro que también hay versiones que dicen que los soviéticos nunca estuvieron preocupados.

CONCLUSIONES 

La realidad es que nos falta mucha información para saber exactamente qué sucedió y cómo se reaccionó a ambos lados del telón de acero. Los documentos desclasificados, a veces, proporcionan información contradictoria, pero todo hace indicar que sí se vivió un momento clave en el devenir de nuestro mundo, que pudo resultar fatal, por esta falta de comunicación entre las dos superpotencias. 

Como dijo Robert Gates, director de la CIA durante la época, una de las cosas que hizo que la Guerra Fría fuese tan peligrosa era la incapacidad de saber qué pensaba el enemigo de entenderle, es decir, la dificultad de interpretar correctamente sus gestos y decisiones.

Unos por pensar que iban a ser atacados y los otros, los estadounidense, por no saber que sus maniobras estaban siendo malinterpretadas y que podían ser objeto de un ataque real.

Lo que si está claro es que las maniobras de Able Archer 83, contribuyeron a cambiar el curso de la historia, por lo menos en lo que respecta a las relaciones entre ambas potencias y mas a la política exterior de la Casa Blanca. Si a principio de 1983 R. Reagan definía a la URSS como el imperio del mal un año después pronunciaba discursos conciliadores y pacifistas, dentro de lo que cabe.

Lo cierto es que Moscú como Washington, a mediados de los años 80 cambiaron sus tradicionales posturas realistas, es decir, su obsesión por la primacía  la seguridad de sus estados, para pasar a concepciones mas idealistas (seguridad colectiva, búsqueda de la paz permanente, uso de la diplomacia…).

En occidente no solo en la Casa Blanca se vio ese cambio, también en Londres. Margaret Thatcher desde que llegó a Downing Street llevó una linea de actuación respecto al bloque soviético muy en paralelo con los estadounidenses. Pero tal concepción cambió después de estos acontecimientos, siendo menos agresiva.


Fuentes

LA CRISIS ABLE ARCHER (1983): UN CASO EJEMPLAR DE MISPERCEPTION Dario Migliucci , Ferran Martínez Lliso, Katharina Benecke (Universidad Complutense de Madrid)

Historia Actual Online, 42 (1), 2017: 23-34 

Webgrafía

El día de 1983 en que el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear

8 de noviembre de 1983: el día que casi acaba el mundo

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