EL EXPEDIENTE PICASSO

 

Expediente Picasso

El Expediente Picasso investigó las responsabilidades militares por el Desastre de Annual, procesando a varios mandos militares por «su negligencia o abandono de sus deberes» en el campo de batalla y en la planificación previa. Examinaremos cómo Juan Picasso llegó a sus conclusiones y analizaremos las consecuencias del desastre en nuestra sociedad.

CONSECUENCIAS DE ANNUAL

Nos centraremos en este apartado en las consecuencias políticas y militares principalmente. Comencemos por las primeras y lo haremos de la mano de la profesora Rocío Velasco de Castro de la Universidad de Granada, quien considera la primera consecuencia, tras conocerse en la Península las primeras noticias de Desastre, la caída del gobierno de Allendesalazar (12-13 de agosto) y su sustitución por el gabinete conservador de concentración nacional presidido por Maura, en agosto de 1921, quien para su quinta presidencia designó a Juan de la Cierva y Peñafiel, nuevo ministro de la Guerra. Ordenó al presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, el general Aguilera, iniciar una investigación para esclarecer los hechos y determinar posibles responsables. Se trataba, en principio, de elaborar un expediente de carácter gubernativo «destinado a esclarecer las circunstancias que concurrieron en los sucesos de orden militar acaecidos en el territorio de la Comandancia General de Melilla en los meses de julio y agosto de 1921»

Desde el principio, de la Cierva estableció los límites de la investigación, excluyendo las decisiones del general Dámaso Berenguer.

Desde que se conocieron los detalles del Desastre surgieron en el gabinete de Maura discrepancias sobre la política a seguir en Marruecos. Maura y algunos ministros eran partidarios de limitar la implicación de España en Marruecos, mientras que otros consideraban lo contrario, argumentando que esa decisión podría envalentonar a Abd el-Krim, dejaría las manos libres a Francia para actuar y afectaría la posición internacional de España. La estrategia fue indecisa y vacilante. Por una parte, nadie proponía abandonar la presencia española en Marruecos, pero tampoco había una actitud decidida contra las cabilas.

El gobierno de Maura comenzó debido a la cuestión de Annual y terminó por la misma razón en marzo de 1922. Fue sustituido por Sánchez Guerra. En ocho meses, Annual derrumbó dos gobiernos, y en diciembre también cayó el de Sánchez Guerra. Aún quedaba el de García Prieto.

Siguiendo al profesor Moradiellos, además de los cambios de gobierno, Annual provocó un clamor popular para castigar a todos los responsables políticos del desastre. Esto quedó excluido del Expediente Picasso. 

Cuando se conoció la realidad de nuestro ejército en el Rif, mala preparación, deficiencias materiales y formativas, corrupción entre jefes y oficiales, surgió una fuerte indignación que impulsó el antimilitarismo y la demanda de abandonar el Protectorado. La oposición antidinástica en las Cortes aprovechó esta atmósfera para formar una Comisión de investigación, que subrayó la conexión entre el general Fernández Silvestre y el rey Alfonso XIII, intentando implicar al rey en el Desastre.

El 21 de julio de 1922, el Congreso nombró una Comisión para estudiar el Expediente Picasso. El 14 de noviembre, se presentó el informe que señalaba a Berenguer y Navarro (todavía en cautiverio) y extendía responsabilidades políticas. La Comisión de Responsabilidades quedó sin efecto al término de la legislatura. El 3 de julio de 1923, se reactivó la Comisión sobre Annual, pero el Congreso cerró por el verano, aplazando su continuidad hasta el 1 de octubre. 

El descontento de los militares con el rescate de los prisioneros y la resolución del Expediente Picasso llevó al Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, entre otros motivos, a disolver las Cortes y proclamar la dictadura el 13 de septiembre de 1923. Una de sus primeras acciones fue frenar el Expediente Picasso, trasladándolo urgentemente al Consejo Supremo de Guerra y Marina, alejándolo del ámbito parlamentario. El Consejo emitió un fallo con pocas condenas, todas anuladas cuando el Rey firmó una amnistía el 4 de julio de 1924. El Expediente quedó olvidado hasta la Segunda República.

Volvemos al profesor Enrique Moradiellos, cuando dice que, en el ámbito militar, Annual propició un «crudo, modélico y sincero análisis introspectivo de la situación del Ejército español, bien reflejado posteriormente en el Expediente Picasso, que conllevó el procesamiento de varios mandos militares (...) Como resultado de sus pesquisas y conclusiones, el Consejo Supremo de Guerra y Marina condenó a 37 jefes y oficiales imputados por el general Picasso y extendió la medida a otros 39 jefes y oficiales, incluyendo al propio Berenguer, que hubo de cesar en su cargo de Alto Comisario.

La relación de deficiencias del Expediente obraron como un auténtico revulsivo duro pero necesario que no omitió ni una sola faceta del aspecto militar (el político quedaba fuera de su jurisdicción): falta general de preparación suplida con improvisación, exceso de confianza del alto mando que generó un sistema defensivo frágil con multiplicidad de posiciones vulnerables y dispersas, desconsideración de aseguramiento de aljibes con reservas de agua o con puntos de aguada lejanos e inseguros, deficientes comunicaciones, escasez de medios de transporte, relajación  de la disciplina y deberes de servicio y negligente cumplimiento del deber de oficiales y tropas que carecían de experiencia en combate y estaban poco instruidas en su cometido.

De igual modo, y en parte como resultado de esa introspección pública y descarnada, la campaña militar para hacer frente al Desastre propició la formación de un nuevo ejército colonial y profesional, un ejército que denominamos ya propiamente “africanista”, muy diferente ya del peninsular por su experiencia de combate (…). En este sentido, Annual fue un auténtico revulsivo para los militares españoles. José Ortega y Gasset apreció ese cambio en la mentalidad y práctica de los militares con una frase bien conocida y certera: «Marruecos hizo del alma dispersa de nuestro Ejército un puño cerrado moralmente dispuesto para el ataque». De hecho, si hasta 1921 la guerra de África evidenció las características de campañas coloniales clásicas, a partir de Annual el esfuerzo bélico se orientó en una nueva dirección, no solo por el empleo cada vez mayor de más medios modernos (aviación, tanques, armas automáticas, etc.), sino por las nuevas concepciones tácticas y estrategias (bombardeos aéreos, operaciones anfibias navales y terrestres, prácticas de contrainsurgencia)».

EL RESCATE DE LOS PRISIONEROS

¿Y qué pasaba con los prisioneros españoles en manos de los rifeños? ¿se habían olvidado de ellos? El 6 de septiembre de 1921, Abd el-Krim, ni un mes había pasado de la matanza de Arruit, daba a conocer sus condiciones para el canje de prisioneros: excarcelación de todos los prisioneros rifeños en manos españolas y un pago tres millones de pesetas que luego se incrementarían a cuatro. Entre septiembre y abril de 1922, sin embargo, se fueron dando “rescates parciales” de unos 400 civiles y militares, bien mediante canje de prisioneros, mediante gratificaciones y siempre con la colaboración de los jefes de las cabilas, que se beneficiaban con estos tratos mejor que ceder a los prisioneros a Abd el-Krim, aunque al final lo tuvieron que hacer.

Los prisioneros fueron trasladados a Axdir, capital del Rif, en un total de 545, de los cuales 367 fueron rescatados. El resto murió en cautiverio debido a heridas, enfermedades y malos tratos. El pago de indemnizaciones generó tensiones entre los propios militares, que lo veían como una humillación, y el Parlamento, preocupado por que el dinero se usara para comprar armas contra España. Esta indecisión prolongó el proceso, pasando la responsabilidad a sucesivos gobiernos.

El siguiente gobierno, el cuarto desde la crisis, fue el liberal de García Prieto, donde la cuestión dio un giro gracias a sus posicionamientos civilistas en la gestión de la cuestión marroquí.

El 23 de enero de 1923 se producía la liberación.

EL EXPEDIENTE PICASSO

La Real Orden de 4 de agosto de 1921 estableció una comisión de investigación presidida por el general Juan Picasso González, representante militar español ante la Sociedad de Naciones y miembro del Consejo Superior de Guerra y Marina. Se le encargó investigar los hechos ocurridos en Annual y en Melilla, delimitando responsabilidades militares. El informe, conocido como Expediente Picasso, fue instruido con ayuda del secretario Juan Martínez de la Vega y Zegrí. El 13 de agosto, Picasso inició la instrucción del expediente en Melilla, enfrentando obstáculos planteados por Berenguer, quien intentaba limitar las responsabilidades a Silvestre. Tras nueve meses, Picasso presentó un documento crítico de 2.433 folios sobre la actuación y corrupción de los mandos, al Consejo Supremo de Guerra y Marina el 18 de abril de 1922.

El expediente detallaba los abusos que alimentaron el rechazo a la colonización española, la incompetencia de algunos altos mandos militares y las malas relaciones entre las autoridades del Protectorado. También abordaba problemas de equipamiento, entrenamiento inadecuado, desfalcos y contrabando de armas con el enemigo.

Las conclusiones del expediente, que no se hicieron públicas (serían publicadas durante la República), llevaron al Consejo Supremo de Guerra y Marina a decidir procesar a varios militares, incluido el general Berenguer. 

María Ángeles Recio García, en su trabajo El desastre de Annual en el Parlamento español: las Comisiones de Responsabilidades destaca como el general Picasso expuso en su informe los siguientes motivos de la «catástrofe»:

La desmesurada extensión del frente de operaciones, con una cantidad enorme de guarniciones, que calificaba de «absurda».

Dejar cabilas armadas en la retaguardia, conforme las iban sometiendo.

No haber sacado conclusiones de Abarrán. Resaltando aquí, que seis días después de caer Abarrán, Silvestre ocupó Igueriben.

Haber confiado la seguridad del territorio de retaguardia al cúmulo de posiciones organizadas de manera deficiente, mal provistas e insuficientemente guarnecidas.

Sin líneas de apoyo, por si fuera necesario un repliegue.

La concurrencia de los anteriores motivos ―escribía Picasso―, provocó el «descalabro y la desastrosa retirada, sobrevenida impensadamente para el mando».

Expediente Picasso


DECLARACIONES

Para abordar con algo más de profundidad el tema del Expediente Picasso y saber en realidad qué pasó aquellos días de julio y agosto de 1921 seguiremos el artículo publicado en la revista Aventura de la Historia de febrero de 1999 del historiador Juan Pando, autor del libro Historia Secreta de Annual, quien tuvo acceso directo al archivo particular del general Picasso en julio de 1997

Picasso se enfrentó a numerosos obstáculos a lo largo de su trayectoria, pero tenía una convicción firme: si era posible procesar a alféreces de 20 años, con mayor razón debía incluirse al alto comisario y jefe del ejército de África, Berenguer, así como al segundo de Silvestre, Navarro. 

El trabajo de Picasso y sus colaboradores fue extenso, en sesiones largas, interrogando a los supervivientes de lo sucedido en julio. Hubo confesiones, contradicciones, verdades y falsedades, como era de esperar. Y, sobre todo, muchos relatos impactantes. Esa recopilación de testimonios compondrá el juicio de las responsabilidades históricas:

Las de una acción colonial nefasta, saqueadora de los bienes indígenas y provocadora de su venganza

47 jefes y oficiales se suicidaron; 41 oficiales perdieron sus carreras por sentencias de Tribunales de Honor; 59 jefes y oficiales, 30 de ellos en África, fueron acusados de desfalcos y malversaciones, según datos presentados en el Congreso en 1922 por el comandante y diputado conservador Felipe Crespo de Lara. 

La incongruencia de mantener un doble consulado en el Marruecos de 1921, sin coordinación operativa entre Berenguer en Yebala y Silvestre en el Rif.

Y hasta un frívolo entendimiento, en la jefatura del Gobierno y en la del Estado, de lo quera colonizar o mandar un ejército, mal adiestrado y peor equipado, en suelo enemigo.

Las declaraciones de ciertos militares no implicados en los desastres de Annual y Monte Arruit, pero con experiencia de mando en la zona, casos de los tenientes coroneles Dávila y Fernández Tamarit y del coronel Riquelme, aportaron visiones objetivas de la crisis. 

Las declaraciones de los presentes en el terreno nos revelan lo sucedido. Por ejemplo, el teniente médico Felipe Peña informó que el capitán Antonio Lobo Ristori, quien dirigía el campamento-arsenal de Ben Tieb (a 18 km al sur de Annual), se quedó sin órdenes ni instrucciones. Al no recibir respuesta de sus superiores por teléfono, dio un ultimátum: si en cinco minutos no recibía órdenes, «tomaría el silencio como señal de evacuar». Lobo al mando de 651 hombres disponía de 6 cañones. Ben-Tieb, el destino de la retirada de Annual según Silvestre, fue evacuado por Lobo. Peña evacuó a sus 70 heridos, quienes murieron el 24 de julio durante la retirada de Drius a El Batel. Solo 7 de los 24 oficiales de Ben-Tieb sobrevivieron, mientras que Lobo fue asesinado en Arruit.

Los testimonios del teniente coronel Pérez Ortiz y de los comandantes Armijo y Fernández Mulero revelaron la desmoralización en Drius y el error del general Navarro al abandonar el campamento fortificado, con agua cercana y suficiente munición.

El coronel Jiménez Arroyo, que debía estar al frente de su regimiento en Bu Beker, con 1.500 hombres de los que sobrevivieron 493, los abandonó desde mayo. Desde El Batel aconsejó a su sustituto, García Esteban, resistir hasta recibir refuerzos, estando este a 60 km de distancia y rodeado de territorio enemigo. 

En El Batel subió a un coche junto al capitán Carrasco y su hijo, y se dirigió a Melilla. Por el camino encontraron al capitán de artillería Ruano, que se retiraba con su tropa. Le informaron que la Policía venía detrás, aunque en realidad la Policía Indígena se había sublevado y causado bajas entre la guarnición tras la huida de su jefe. Jiménez Arroyo tuvo tiempo de enviar su equipaje en un tren que, al llegar a Nador, fue interceptado por los guardias civiles del teniente Fresno. Este oficial, junto con el guardia Almarcha, hizo bajar del tren a varios hombres desmoralizados, entre ellos algunos que viajaban llevando el equipaje del coronel Jiménez Arroyo. 

El coronel afirmó a Picasso que había sufrido un «vahído precursor de una congestión cerebral», pero el capitán Ruano dijo que no notó nada inusual en ninguno de los dos.

En Nador, Pardo Agudín intentó defenderse pero alegó que no pudo cumplir la orden de resistir. Berenguer se molestó al saber que Pardo estaba negociando con los rifeños y le ordenó no rendirse, sugiriendo retrasar la evacuación unos días. El 2 de agosto, Pardo se rindió con 150 fusiles y 3.000 cartuchos, salvando a su tropa pero condenando a la guarnición de Arruit.

En Dar Quebdani, la deshonrosa capitulación del coronel Araujo, por cinco mil pesetas, acabó en la masacre de 998 hombres, poco más de 40 fueron los supervivientes.

Después de la repatriación en enero de 1923 de los principales retenidos por Abd el-Krim, se conocieron los hechos al converger los primeros testimonios con los del teniente Casinello. Se informó entonces que cuatro de los 29 oficiales, los capitanes Cuadrado y Vietgitz, el teniente Relea y el alférez Montealegre, habían acompañado a sus tropas en el momento de entregar las armas, falleciendo junto a ellos.

El 24 de julio de 1924, Alfonso XIII dictó una amnistía que incluyó a Araujo. Picasso expresó su voto disidente, pero el Estado alfonsino decidió conceder el indulto al coronel.

Expediente Picasso


CONCLUSIÓN

Picasso concluyó la fase pericial y testimonial en Melilla y regresó a la Península el 23 de enero de 1922. El 18 de abril presentó su expediente al Registro del Consejo Supremo de Guerra y Marina, con 2.433 folios. Esta investigación sobre las operaciones militares evitaba cualquier cuestión política. Tres días después, el Ministerio de la Guerra ordenó al Consejo Supremo que el fiscal militar elaborara un dictamen basado en el expediente. El 28 de junio, dicho dictamen llevó al Consejo Supremo de Guerra y Marina a formar varias causas para depurar responsabilidades, utilizando la información de Picasso como antecedente.

El Expediente llegó al Congreso el 18 de julio de 1923. El 13 de septiembre de 1923, Bernardo Mateo Sagasta Echevarría, presidente de la Comisión de los «Veintiuno», lo sustrajo para evitar su destrucción por la dictadura recién proclamada. 

Picasso pasó a la Reserva en 1923 como teniente general, envuelto en el  desdén oficial y con problemas de salud debido a las revelaciones y presiones. 

El viernes 5 de abril de 1935, el general falleció en su domicilio en Madrid, en la calle de la Amnistía 5, a causa de un cáncer de garganta. No hubo discursos ni ceremonias. Solo en Melilla y desde 2017, ni en Madrid ni en Málaga, hay una calle en su honor. Sus interrogatorios comprenden 141 páginas, en relación con las 135 posiciones de despliegue operativo de Silvestre. Para conocer lo ocurrido en Annual, Picasso interrogó a 79 declarantes (75 militares y 4 civiles).

Para terminar, recojo nuevamente las palabras del profesor Moradiellos, en su ponencia que en fuentes especifico, concluyendo que «Annual y sus repercusiones, en la forma de la campaña de búsqueda de responsabilidades por la tragedia humana y militar, propiciaron el contexto para la quiebra final del sistema liberal-parlamentario de la Restauración, al socavar la hegemonía y legitimidad de sus partidos y de sus líderes (incluyendo al propio rey). Y, a la par y de manera correlativa, Annual y sus repercusiones fueron creando el clima para que reapareciera, firme y seguro, un nuevo protagonismo político e institucional del Ejército español. Era un renacido militarismo pretoriano que llevaría, en septiembre de 1923, a la implantación de la primera dictadura militar de la historia de España en el siglo XX: la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, con patrocinio real, una de cuyas primeras decisiones fue precisamente disolver la comisión de responsabilidades por la tragedia (y meses después, amnistiar a la mayoría de los condenados, incluyendo a los generales Berenguer y Navarro)».


Fuentes:

El informe Picasso fue recuperado en su totalidad y transferido al Archivo Histórico Nacional en 1990. El Expediente Picasso propiamente dicho consta de 10 piezas y 2418 folios. Todo este contenido ha sido digitalizado y puede consultarse en el Portal de Archivos Españoles (http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/6831854), donde aparece como "Información Gubernativa instruida para esclarecer los antecedentes y circunstancias que concurrieron en el abandono de posiciones del territorio de la Comandancia General de Melilla en el mes de julio de 1921 (Expediente Picasso)" con signatura "FC-TRIBUNAL_SUPREMO_RESERVADO, Exp.50". La primera pieza contiene un valioso índice del mismo y en las páginas web de cada pieza se detallan en líneas generales los respectivos contenidos.

El desastre de Annual en el Parlamento español: las Comisiones de Responsabilidades. María Ángeles Recio García Universitat de les Illes Balears. 2018 Revista Digital Guerra Colonial

España y Marruecos: del Desastre de Annual a la Dictadura de Primo de Rivera (1921-1930). Rocío Velasco de Castro (Universidad de Extremadura) 2022 Hispania Nova Revista de Historia Contemporánea

Aventura de la Historia nº 4 febrero de 1999 Los terribles papeles del general Picasso, por Juan Pando Despierto

Podcast. Memorias de un tambor. El Desastre de Annual 1921-2021 https://go.ivoox.com/rf/72514704

Real Academia de la Historia Annual 1921 https://www.rah.es/annual-1921/ 

El Desastre de Annual de 1921. Una reconsideración historiográfica. Enrique Moradiellos (2021). Boletín de la Real Academia de la Historia.

Historia contemporánea de España 1808-1923. Quinta parte: el reinado de Alfonso XIII de 1902-1923. Susana Sueiro Seoane (Blanca Buldain Jaca, coordinadora) AKAL 2013

Annual: Una aproximación bibliográfica 1921-2021 Biblioteca Centro de Documentación de Defensa patrimoniocultural.defensa.gob.es

Historia Secreta de Annual. Juan Pando. Temas de hoy. 1999


Comentarios

SUSCRIBIRSE

Escribe tu correo electrónico:

Delivered by FeedBurner

Entradas populares de este blog

10 PERSONAJES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

10 PERSONAJES DE LA II GUERRA MUNDIAL

10 GENERALES DE LA II GUERRA MUNDIAL