LA BATALLA DE AUSTERLITZ

Napoleón en la batalla de Austerlitz oleo de François Gérard

El 2 de diciembre de 1805, Napoleón se enfrentó a una coalición ruso-austriaca liderada por el zar Alejandro I y el emperador Francisco I cerca de Austerlitz, hoy en la República Checa. Conocida como la batalla de los Tres Emperadores, con victoria decisiva de Napoleón que derrotó a sus enemigos de la Tercera Coalición antifrancesa (Gran Bretaña, Rusia, Austria, Nápoles y Suecia). Los británicos se aliaron para controlar las rutas comerciales oceánicas; Rusia quería intervenir en Europa, mientras que Austria tenía intereses en Italia y Alemania. Nápoles y Suecia temían el expansionismo francés y la aristocracia europea veía a Napoleón como un peligro revolucionario.

Su brillante estratagema le sirvió a Napoleón para acompañar en los libros de Historia a a otros ilustres militares como Alejandro Magno por la batalla de Gaugamela o a Aníbal por Cannas.

LOS TRES EMPERADORES

Napoleón Bonaparte lideró esta batalla en el cenit de su carrera militar. Era general con 28 años y había demostrado su genio militar en Italia con múltiples victorias. En 1804 se proclamó emperador. Destacó en batallas como Austerlitz, Jena, Eylau, Borodino, Lodi, Rivoli, Las Pirámides y Marengo.

Alejandro I de Rusia asumió el trono en 1801, mediante un complot contra su padre. Aunque fue un enemigo ambicioso y decidido de Napoleón, sufrió importantes derrotas ante él, incluidas las batallas de Austerlitz, Eylau y Friedland. A pesar de la superioridad de Napoleón, Alejandro I representó una amenaza significativa, provocando uno de los mayores errores del francés: la invasión de Rusia, que marcó el inicio de su declive. Finalmente, Alejandro I se convirtió en uno de los árbitros más influyentes del Viejo Continente.

Francisco I de Austria fue el último emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. A pesar de haber perdido Italia y otros territorios ante Francia, su suerte cambió tras la Batalla de las Naciones (Leipzig) convirtiéndose en un importante árbitro de Europa de la mano de Metternich.

La batalla de Austerlitz



ANTECEDENTES

Napoleón deseaba invadir Gran Bretaña, pero tuvo que enfocarse en el Este debido a la firma de la Tercera Coalición. En septiembre de 1805, 200.000 soldados de la Grande Armée estaban desplegados a lo largo del Rin medio, mientras que los aliados se movieron lentamente.

El ejército austriaco, bajo el mando del general Mack, se encontraba cerca de Ulm en espera de refuerzos. Napoleón aprovechó esta situación y decidió no permitir que las fuerzas enemigas se reagruparan. El 25 de septiembre inició su avance y para el 20 de octubre había derrotado a las tropas austriacas en la batalla de Ulm. Días después, fue informado de la derrota en Trafalgar, pero mantuvo su estrategia. Se dirigió a Viena, y el 13 de noviembre el ejército francés entró en la ciudad sin oposición, pues los austriacos, debilitados física y anímicamente, no podían afrontar otra batalla sin ayuda.

La batalla de Austerlitz



En Olmütz se reunieron los ejércitos ruso y austriaco con sus respectivos emperadores, sumando aproximadamente 89.000 hombres en total. Los franceses tenían importantes problemas de comunicación y abastecimiento, y llegaron al sur de Olmütz con 50.000 hombres mal alimentados y equipados en medio del invierno. Además, conocía que más tropas aliadas se dirigían a la zona y que Prusia estaba considerando unirse a la coalición, lo cual podría influir significativamente en el desarrollo de la campaña. A su favor, contaba la ambición del zar, quien, a pesar de su juventud e inexperiencia militar en combate, optó por asumir el liderazgo de sus ejércitos.

Napoleón no podía retirarse ni atacar frontalmente, así que usó su reconocido ingenio militar. Ordenó una aparente retirada para parecer débil y de esta forma atrajo al enemigo a una batalla en el momento y lugar que él eligió. Deliberadamente debilitó su flanco derecho para provocar a sus enemigos.

LA BATALLA

El primero en caer en la trampa fue el inexperto zar, ignorando las advertencias de sus generales y del propio Francisco. El 1 de diciembre los aliados llegaron a Austerlitz. Napoleón había reagrupado tropas, alcanzando 60.000 hombres y 139 cañones.

La batalla de Austerlitz



Austriacos y rusos cayeron en la estratagema francesa al atacar el punto aparentemente más débil del ejército napoleónico, bloqueando su retirada a Viena. El movimiento envolvente de Napoleón se puso en marcha. El plan aliado de ataque estaba grabado en la memoria del emperador francés.

El 2 de diciembre la niebla presidió la mañana dificultando la movilidad de los ejércitos, pero también ayudó por la invisibilidad de las tropas. El ejército aliado atacó primero en el sur, en el ala derecha francesa, pero el general Davout resistió. El general ruso Buxhowen tuvo que pedir refuerzos que se movilizaron desde la meseta de Pratzen.

Era lo que esperaba Napoleón quien al ver este movimiento ordenó a Soult atacar y tomar la meseta: «Un golpe fuerte y la guerra ha terminado». Expulsaron a los rusos e instalaron allí su artillería. Hubo un momento de equilibrio con ofensivas y contraofensivas por ambas partes. Al perder la meseta y con el ejército ruso dividido, estos intentaron recuperarla varias veces, hasta que a las 13:00 el zar envió a la Guardia Imperial en un ataque a la bayoneta que inicialmente provocó desorden entre los franceses. Napoleón, viendo la situación y preocupado por el curso de la batalla, decidió hacer intervenir a su propia Guardia, que logró contener la embestida rusa y restablecer el orden en sus filas. Una hora y media después de este ataque, la meseta quedó bajo control francés y las fuerzas de la coalición retrocedieron hasta Olmütz.

Las tropas de Buxhoven, incapaces de derrotar a Davout en el envite anterior, fueron rodeadas y trataron de escapar por el lago helado de Sastchan. La artillería francesa bombardeó el lago y dificultó la huida rusa. El peso de los cañones y las tropas en retirada contribuyó a romper el hielo.

A las 5 de la tarde la batalla había concluido con una victoria rotunda de Napoleón.

BAJAS

Por la Coalición se contabilizaron unos 12.000 muertos y heridos y cerca de 15.000 prisioneros. En el bando francés las bajas no llegaron a los 7.000.

CONCLUSIÓN Y CONSECUENCIAS

Esta victoria marcó el punto culminante del emperador francés como estratega. La Tercera Coalición terminó cuando Austria pidió un armisticio y se retiró de la misma. El joven zar regresó a Rusia con su ejército diezmado.

El 27 de diciembre en Presburgo (Bratislava) se firmó la paz. Austria entregó a Napoleón el Véneto, Istria y Dalmacia al reino de Italia. Francia y sus aliados, como Baden, Württemberg y Baviera, se beneficiaron, al igual que la neutral Prusia, que recibió Hannover.

Fue el final del Sacro Imperio Romano Germánico y Napoleón aprovechó la circunstancia para reordenar el sistema político de la Europa central.



Fuentes:
Historia Contemporánea universal. Del surgimiento del Estado contemporáneo a la Primera Guerra Mundial. Angeles Lario (coord..). Alianza Editorial.
Aventura de la Historia, número 4. Austerlitz la batalla de los tres emperadores. Julio Gil Pecharroman.
Austerlitz: la batalla de los tres emperadores. Pierre Miquel. Ariel









Comentarios

  1. El artículo "La Batalla de Austerlitz" en Historiasinpretensiones.com ofrece un análisis histórico convincente de una de las victorias más importantes de Napoleón. Sin embargo, garantizar la originalidad de narraciones tan detalladas es esencial para mantener la credibilidad. El uso de herramientas antiplagio puede ayudar a verificar la singularidad del contenido y mantener la integridad de los escritos históricos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, totalmente de acuerdo, por eso me preocupo en todos mis artículos de detallar las fuentes que utilizo para realizarlos. Gracias

      Eliminar

Publicar un comentario

SUSCRIBIRSE

Escribe tu correo electrónico:

Delivered by FeedBurner

Entradas populares de este blog

10 PERSONAJES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

10 PERSONAJES DE LA II GUERRA MUNDIAL

10 GENERALES DE LA II GUERRA MUNDIAL