EL LEVANTAMIENTO DEL 2 DE MAYO
Defensa del parque de artillería de Monteleón. Joaquín Sorolla 1884 Biblioteca Museo Víctor Balaguer |
Qué mejor forma que
empezar este artículo que con las palabras de don Ramón Mesonero Romanos
extraídas de su libro El Antiguo Madrid,
y del capítulo «La Puerta del Sol». En él, de forma muy resumida, recoge lo
acontecido aquel 2 de mayo de 1808 y sus consecuencias en el día posterior.
Pero ¿cómo empezó todo?
¿qué pasó en realidad aquel 2 de mayo? Veamos algunos antecedentes.
ANTECEDENTES
Nos encontramos en la
primera década del que luego comprobaríamos seria un convulso siglo XIX. Al
comienzo del siglo, en España reinaba Carlos IV y éramos aliados de Francia.
Una Francia que había terminado el siglo XVIII con una revolución y que ahora
dominaba Europa con su Imperio napoleónico. Por otro lado, estaba Inglaterra,
ancestral enemigo de ambas, y que dominaba el mar con su poderosa flota.
En esta década se
producen dos acontecimientos que nos tocan de lleno, la derrota de la flota franco-española
en Trafalgar a manos de la Royal Navy de Nelson y la invasión de Francia de la
península con el ardid de llegar hasta Lisboa, tradicional aliado de los
ingleses, amparado en la firma del Tratado de San Ildefonso.
La inteligencia y
estrategia de Napoleón hace enfrentarse a Carlos IV con su hijo, que luego
seria Fernando VII, dejando desierta nuestra corona que pasa a manos de su
hermano José Bonaparte, que llegó a Madrid en verano de 1808.
El pueblo de Madrid,
ajeno a todos estos tejemanejes, llegó a recibir a los franceses con vítores en
el pensamiento de que eran nuestros aliados. Los cerca de 50.000 soldados
franceses que acantonaron en la capital y sus alrededores no tuvieron muchos
problemas con el pueblo en sus inicios. Pero en realidad, ellos estaban allí
como invasores y así se comportaban. La relación se fue erosionando y no
hicieron muchos amigos entre los vecinos de Madrid. Al final llegaron los
pequeños enfrentamientos, las peleas, muertos y heridos, tumultos y con ello la
represión francesa, liderada por Murat, que era quien tenía el mando, juicios
sumarísimos carentes de garantía y sentencia de prisión y penas de muerte.
EL DETONANTE
EL DETONANTE
La familia real no se
encontraba ya en Madrid y Murat decidió trasladar al resto fuera del Palacio en
espera de la llegada de José Bonaparte. Este movimiento, a primera vista
insignificante, se llevó a cabo a primera hora del 2 de mayo. Dos carruajes se
posicionaron a las puertas de Palacio. Todo se hizo a la luz del sol y los
viandantes que por allí había se dieron cuenta de la jugada. Alguien dio la voz
de alarma y los gritos de «¡traición!» Se sumaron los de «¡vasallos! ¡a las
armas!¡que se llevan al infante!». Suficiente para que el pueblo se comenzara a
arremolinar sobre los carruajes y la tensión prendiera en la atmósfera.
Un piquete de veinte
soldados franceses al mando de Auguste Lagrange llegó y comenzó el
enfrentamiento. La posterior e inmediata llegada de dos piezas de artillería
agravó las circunstancias.
«El primer movimiento
hostil del pueblo fue rodear a un oficial francés que a la sazón atravesó por
la plaza de la Armería. Bien pronto se unió a aquél otro oficial español, que
acudía como en auxilio del primero. Contra ambos se dirigió el furor de los
hombres y mujeres, siendo éstas las que con más denuedo les hostilizaban; pero
al poco raro una pequeña fuerza francesa puso fin al incidente. Como avanzaba
la mañana, no quise ya perder más tiempo, y traté de seguir mi camino; mas no
había pasado aún el Arco de la Armería, cuando sentí un ruido que me pareció
cureñas en acelerado rodar por calles inmediatas».
Así nos cuenta don BenitoPérez Galdós en sus Episodios Nacionales (3 Primera Serie El 19 de marzo y el 2 de mayo) estos primeros incidentes y la
llegada de la artillería. Que junto a los frescos de don Francisco de Goya son
quienes mejor representaron las escenas de aquellos días.
Durante esa mañana la
lucha se desarrolló alrededor del Palacio Real, la Puerta del Sol, la de
Toledo, el Prado y el Parque de Monteleón. Y fue en este ultimo donde tuvo
lugar la acción militar propiamente dicha.
Aunque se piense que el
levantamiento fue una cuestión espontánea por parte del pueblo a raíz del
incidente reflejado, hay constancias que había en aquel tiempo reuniones entre
los militares españoles, conscientes de que realmente sufríamos una invasión,
con el objetivo de revelarse contra el ocupador. Y siempre se ha mencionado
entre ellos a Daoíz y Velarde, así como la presencia en Madrid de agitadores
profesionales. Sin olvidarnos de que Murat tenía in mente algún tipo de provocación a la población madrileña que le
diera pie a llevar a cabo una dura represión y dar una lección al pueblo. Todo
ello se dio en pocas horas aquel día 2.
Y así fueron las palabras
del general Murat en su célebre bando:
«Soldados: mal aconsejado
el populacho de Madrid, se ha levantado y ha cometido asesinatos; bien sé que
los españoles que merecen el nombre de tales han lamentado tamaños desordenes,
y estoy muy distante de confundir con ellos a unos miserables que solo respiran
robos y delitos. Pero la sangre francesa vertida clama venganza». Para a
continuación detallar todas las medidas represivas a poner en marcha que
pretendían vengar la muerte de sus soldados como dar ejemplo al pueblo por su
osada rebelión, fusilamientos incluidos.
PRIMERAS CARGAS DE ARTILLERÍA Y LA CARGA DE LOS MAMELUCOS
Pero volvamos a la revuelta cercana a los aledaños de Palacio, cuando llegaron varias piezas de artillería y abriendo fuego comenzó la masacre. Los asaltantes se retiraron despavoridos buscando protección y la lucha se extendió por todo Madrid, especialmente por callejuelas donde el ataque era mas efectivo y la defensa francesa más débil.
Pero volvamos a la revuelta cercana a los aledaños de Palacio, cuando llegaron varias piezas de artillería y abriendo fuego comenzó la masacre. Los asaltantes se retiraron despavoridos buscando protección y la lucha se extendió por todo Madrid, especialmente por callejuelas donde el ataque era mas efectivo y la defensa francesa más débil.
En la Plaza Mayor y en la
Puerta del Sol se desarrollaron los enfrentamientos más sangrientos. Fue
precisamente ésta ultima la testigo de la famosa carga de los Mamelucos que tan célebremente reflejó Goya
en su cuadro. Aquellos que huían de los cañonazos llegaron a ambos lugares
donde les esperaba otra pesadilla. Por que hizo presencia la caballería, por un
lado, los famosos y temidos mamelucos
que llegaron por la calle Mayor y desde la calle Alcalá, la caballería polaca,
caballería de élite. Sobre las 12 de la mañana la Puerta de Sol se tiñó de rojo.
Ambas se dispusieron a realizar batidas cruzadas, sable en mano, cada una por
un lado, arrasando a la masa que se encontraba en medio y poco o nada podía
hacer para defenderse.
EL CUARTEL DE ARTILLERÍA DEL PARQUE DE MONTELEÓN
A todo esto, las tropas españolas, que las había, tenían órdenes estrictas de no salir de sus cuarteles. Pero un grupo de ellos liderados por Pedro Velarde decidieron desacatar las órdenes y salieron hacia el cuartel de Artillería de Monteleón (actual Plaza del 2 de mayo). Allí, además de armas, tan necesarias para hacer frente al francés, podrán reclutar más soldados afines y dispuestos a defender al pueblo de Madrid, entre ellos Luis Daoíz. Había un pequeño problema que solucionaron con astucia. Murat había dado órdenes de que en todos los cuarteles convivieron soldados franceses y españoles. Y el cuartel de Monteleón no era una excepción. Se las apañaron para que los franceses, ante el ataque virulento del pueblo, se refugiaran en las bodegas mientras se calmaba la tempestad. De esta forma los encerraron y no tuvieron problemas. Que ya eran suficientes los que había en la calle.
A todo esto, las tropas españolas, que las había, tenían órdenes estrictas de no salir de sus cuarteles. Pero un grupo de ellos liderados por Pedro Velarde decidieron desacatar las órdenes y salieron hacia el cuartel de Artillería de Monteleón (actual Plaza del 2 de mayo). Allí, además de armas, tan necesarias para hacer frente al francés, podrán reclutar más soldados afines y dispuestos a defender al pueblo de Madrid, entre ellos Luis Daoíz. Había un pequeño problema que solucionaron con astucia. Murat había dado órdenes de que en todos los cuarteles convivieron soldados franceses y españoles. Y el cuartel de Monteleón no era una excepción. Se las apañaron para que los franceses, ante el ataque virulento del pueblo, se refugiaran en las bodegas mientras se calmaba la tempestad. De esta forma los encerraron y no tuvieron problemas. Que ya eran suficientes los que había en la calle.
El cuartel se preparó
para el inminente asalto con soldados y civiles armados y esperando la
embestida. Los franceses tuvieron el detalle de instar primero a la rendición
que fue rechazada por los asediados. Murat enfurecido envió 6.000 hombres a la
conquista del edificio. El final era evidente, menos soldados, menos armas y
municiones, los defensores lucharon hasta la extenuación de forma heroica, pero
el cuartel acabó cayendo en manos francesas con su consiguiente represalia.
«Yo vi llevar el cuerpo,
vivo aún, de Daoíz en hombros de cuatro paisanos y seguido de apiñado gentío.
De don Pedro Velarde oí que había sido completamente desnudado por los
franceses, y en aquellos instantes sus deudos y amigos estaban amortajándole
para darle sepultura en San Marcos, Los imperiales se ocupaban en encerrar de
nuevo las piezas y retiraban silenciosamente sus heridos al interior del Parque;
por último, vi una pequeña fuerza de caballería polaca, estacionada hacia la
calle de San Miguel». Episodios Nacionales 3 Primera Serie de Benito Pérez
Galdós, El 19 de marzo y el 2 de mayo.
Respecto a las bajas no
hay unanimidad y es muy difícil cuantificarlas. Se calcula que solo en los
fusilamientos murieron un número cercado a 80 personas. El historiador Juan Pérez
de Guzmán en 1908, revisando los archivos disponibles un siglo después estimó
una cifra total de bajas que no superaría los 500 muertos y una décima parte
serian militares.
MANUELA MALASAÑA
Pocos nombres de civiles han quedado en la memoria popular de lo sucedido aquel día y uno de ellos es el de Manuela Malasaña, aunque sobre las circunstancias de su muerte hay controvertidas versiones. Pero de lo que no hay dudas es de que murió el fatídico 2 de mayo como consta en los Archivos militares y municipales de Madrid, estudiados en 1908, por Pérez de Guzmán, como ya se ha comentado, siendo su cuerpo registrado con el nº 74 de la relación de caídos.
FUSILAMIENTOS
«Llegaba junto al
Espíritu Santo cuando sentí muy cercana ya una descarga de fusilería. Allá
abajo, en la esquina del Palacio de Medinaceli, la rápida luz del fogonazo
había iluminado un grupo, mejor dicho, un montón de personas, en distintas
actitudes colocadas y con diversos trajes vestidas. Tras la descarga, oyéronse
quejidos de dolor, imprecaciones que se apagaban al fin en el silencio de la
noche. Después, algunas voces, hablando en lengua extranjera, dialogaban entre
sí; se oían las pisadas de los verdugos, cuya marcha en dirección al fondo del
Prado era indicada por los movimientos de unos farolillos de agonizante luz. A
cada rato circulaban tropeles con gentes maniatadas, y hacia el Retiro se
percibía resplandor muy vivo, como de la hoguera de un vivac». Si Goya nos hizo visualizar las escenas de
los fusilamientos de forma magistral no menos lo es la narración de Benito
Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales (3 Primera Serie El 19 de
marzo y el 2 de mayo).
Pero las pretensiones de
Murat con todo su arsenal de represalia y su idea de infundir miedo y respeto
al ejército invasor no obtuvieron su objetivo. Ese mismo día llegó a Móstoles,
cercana población a la capital, el político, alto cargo de la administración
Juan Pérez Villamil, narrando las trágicas y horrendas noticias de lo sucedido
en Madrid. Y junto a los alcaldes Andrés Torrejón y Simón Hernández redactaron
un bando de denuncia llamando al pueblo español a levantarse en armas contra el
invasor francés, considerándose el punto de partida de la denominada Guerra de
la Independencia.
EL BANDO DE LOS ALCALDES
EL BANDO DE LOS ALCALDES
«Señores justicias de los
pueblos a quienes se presentare este oficio, de mí el alcalde ordinario de la
villa de Móstoles.
Es notorio que los
franceses apostados en las cercanías de Madrid, y dentro de la Corte, han
tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera
que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es
necesario que muramos por el rey y por la patria, armándonos contra unos
pérfidos que, so color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado
yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedan
vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar
tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistándonos,
pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los
españoles lo son.
Dios guarde a vuestras
mercedes muchos años.
Móstoles, dos de mayo de
mil ochocientos y ocho.»
Andrés Torrejón
Simón Hernández
Fuentes:
Historia Contemporánea de
España 1808-1923, Mª D Elizalde, Ana Clara Guerrero, Juan Sisinio Pérez, Germán
Rueda y Susana Sueiro. Editorial AKAL
Revista Aventura de la
Historia nº 86 1808: surge la nación. Despierta España
Revista Aventura de la
Historia nº 111 España 1808-1814 El pueblo estalla contra los franceses
Fotos:
Murat, retratado por Francisco Gerard
Goya y Pérez Galdos, wikipedia
Carga de los Mamelucos, Goya, Museo del Prado
Muerte de Daoíz y defensa del parque de Monteleón, Manuel Castellano, Museo de Historia de Madrid
Muerte de Malasaña y su hija, Eugenio Álvarez Dumont. Museo del Prado
Terracota muerte de Manuela Malasaña, Antonio Moltó i Lluch, Museo de Historia de Madrid (foto propia)
Fusilamientos del 3 de mayio, Goya, Museo del Prado
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