LA PRIMERA REPÚBLICA: 4 PRESIDENTES EN LA CUERDA FLOJA
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Iª República revista La Flaca 1873 |
La abdicación del rey Amadeo de Saboya dejó pista libre para que la Iª República llegara a España. Así el 11 de febrero de 1873 las cortes españolas proclamaron el cambio de régimen con 258 votos a favor y 32 en contra. Cambio que tuvo corta vida porque la República solo aguantó hasta el 29 de diciembre de 1874.
Pero como dijo Castelar “nadie trae la República; la traen todas las circunstancias”.
El siglo XIX en España proporciona indicios claros que ayudan a comprender las razones de nuestra situación actual y los eventos de las últimas cuatro décadas. Analizar y entender este período histórico permite obtener una visión más completa del presente.
LA GLORIOSA
En septiembre de 1868, un pronunciamiento militar destituye a Isabel II, conocida como La Gloriosa, e inicia un régimen provisional con una nueva constitución en 1869 bajo la regencia del general Serrano. Se busca un nuevo soberano y, tras varios intentos, Amadeo de Saboya acepta la corona española. El periodo entre 1868 y 1874 se conoce como el Sexenio revolucionario.
EL BREVE REINADO DE AMADEO DE SABOYA
Durante su reinado de dos años, Amadeo se enfrentó a problemas delicados sin el apoyo de la clase política. Los borbones alfonsinos no lo reconocían como rey, mientras que republicanos y federalistas rechazaban la monarquía.
“Dos años largos ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien, y entre el fragor del combate, entre el confuso y atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males”.
LA LLEGADA DE LA REPÚBLICA
La república se enfrentó a dos guerras civiles heredadas: la de Cuba y la carlista, además de numerosos problemas sociales y económicos en ese último tramo del siglo XIX. La situación no era prometedora, con conflictos internos entre republicanos sobre la organización del estado: república federal o unitaria. El desafío inmediato era restablecer el orden político en España.
El sistema monárquico pasó al republicano sin unas Cortes Constituyentes, lo que parecía más razonable. Pi y Margall dijo: “el advenimiento de la república no fue una revolución; fue simplemente una transgresión del derecho vigente”. Las urgencias y atajos rara vez llevan a buen puerto.
Los primeros enfrentamientos surgieron entre los dos principales partidos en el Congreso: el Partido Radical, anteriormente monárquico, y el Partido Republicano Federal. El primero favorecía una república unitaria, mientras que el segundo abogaba por una república federal. Sin embargo, ambos se distribuyeron el gobierno, nombrándose a Estanislao Figueras como presidente del gobierno y a Cristino Martos del Partido Radical, que contaba con la mayoría en la cámara, como presidente de la Asamblea.
ESTANISLAO FIGUERAS
Los campesinos y las clases obreras veían la nueva república con esperanza: los primeros esperaban un reparto de tierras y los segundos, derecho al trabajo y menores impuestos. Las altas expectativas e impaciencia causaron desunión entre sus defensores, enfrentándose a la oposición de clases propietarias, el ejército y hacendados esclavistas. La efervescencia social era peligrosa, y surgieron juntas revolucionarias provinciales. Pi y Margall, desde el Ministerio de la Gobernación, restauró el orden y disolvió las juntas, devolviendo funciones a los ayuntamientos. El 21 de febrero de 1873, Cataluña empezó a pedir un estado propio.
Por otro lado, solo dos países, Estados Unidos y Suiza, reconocieron el nuevo régimen. Esdestacable en esta primera fase la abolición de la esclavitud en Puerto Rico y la eliminación del servicio militar obligatorio. Además, como contrapeso al ejército, se establecieron los Voluntarios de la República.
Se convocaron elecciones para mayo y la Asamblea Constituyente se abrirá en junio. Un intento de golpe liderado por el general Serrano fracasó. Las elecciones se celebraron del 10 al 13 de mayo, reduciendo la edad de voto a 21 años. Hubo alta abstención y una amplia victoria federal.
PI y MARGALL
El 1 de junio se inauguró la Asamblea Constituyente, con Pi y Margall como presidente. Había tres tendencias: los unitarios de Castelar, que eran centralistas y no apoyaban las medidas sociales; los federales de Pi, llamados “benévolos”, que defendían las leyes, el pacto y las reformas sociales para campesinos y trabajadores; y los "intransigentes", liderados por José Mª Orenes, que promovían la insurrección armada para alcanzar un Estado federal.
El 13 de junio, Pi presentó su programa de gobierno. Su prioridad era poner fin a la guerra civil carlista controlando la indisciplina del ejército. Propuso cuatro reformas: separación de Iglesia y Estado, reforma de la enseñanza, reformas en las provincias de América, y beneficios sociales para los trabajadores. “¿Quién duda que podamos hacer algo en este sentido?” dijo.
La reforma principal se centró en la nueva Constitución, que abordaba derechos humanos inviolables, división de poderes y un estado democrático y federal. Aunque se avanzó rápido para evitar insurrecciones, el verano trajo el levantamiento cantonal. Murcia fue la primera en proclamar su independencia y asumir funciones exclusivas. Este movimiento, con contenido social, no buscaba separarse de España, sino construir la nación desde la base, aunque fue visto como intento de ruptura.
La pinza formada por "intransigentes" y carlistas hacia el gobierno se intensificaba cada día, creando una atmósfera complicada. El proyecto de nueva Constitución fue presentado en julio, pero no satisfizo a los intransigentes, lo que llevó a la caída de Pi en una cuestión de confianza en el Congreso. Su sucesor fue Nicolás Salmerón.
NICOLAS SALMERON
Los cantones fueron proclamándose en cadena, con Sevilla, Cádiz, Valencia, Almansa yTorrevieja como los siguientes. El origen y filosofía de estos movimientos fue principalmente político y social, no revolucionario. Su programa de reformas sociales se centraba en luchar contra las desigualdades y promover el reparto de tierras. Salmerón, nuevo presidente, se enfrentó a una fuerte oposición conservadora además de la situación bélica. Abordó la situación recurriendo a la fuerza y otorgando poderes a los militares. Pavía y Martínez Campos fueron nombrados capitanes generales de Andalucía y Valencia. Los generales alfonsinos derrotaron la sublevación cantonal y posteriormente ayudaron a derrocar la República.
EMILIO CASTELAR
A pesar de sus logros, Salmerón dimitió en septiembre. El cuarto presidente de la república fue Emilio Castelar, cuyas prioridades fueron el orden, autoridad y gobierno. En el ámbito internacional, gestionó el incidente del Virginius con EE.UU y mantuvo relaciones con la Santa Sede. Ante la conflictividad interna, suspendió las garantías constitucionales y obtuvo poderes extraordinarios de las Cortes, que cerraron hasta el 3 de enero. Ese día, el general Pavía sacó las tropas a la calle y disolvió la Asamblea por la fuerza. No entró con un caballo en el hemiciclo ni disolvió la república, como dice la leyenda.
Serrano retomó el poder, asumiendo la presidencia y la jefatura del gobierno. La represión y el exilio marcaron su mandato, mientras la guerra carlista continuaba. Los ruidos de sables eran cada vez mayores y una previsible conspiración alfonsina liderada por Cánovas, y ejecutada por Martínez Campos puso fin a la situación con un pronunciamiento militar el 29 de diciembre de 1874, restaurando la monarquía borbónica.
“El individualismo sin freno, el flujo y el reflujo de opiniones, desde las más sesudas a las más extravagantes, y la funesta espontaneidad de tantos oradores, enloquecían al espectador e imposibilitaban las funciones históricas (…). Acordados y desechados fueron todos los sistemas. Era un juego pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena”. Así refleja B. Pérez Galdós, asiduo al Parlamento, el clima que se vivía en él, confusión y enfrentamiento principalmente.
CONCLUSIÓN
La I República representó un hito en la historia constitucional de nuestro país, caracterizado por una sólida tradición monárquica. A pesar de las diversas expectativas generadas, estas no pudieron concretarse debido a la persistencia de los problemas políticos y sociales que tradicionalmente han aquejado a nuestra nación. La inestabilidad política, junto con una crisis económica y social, la falta de conciencia colectiva y el desacuerdo sobre el proyecto republicano, llevaron al caos en un contexto de guerra debido a las insurrecciones cantonal, cubana y carlista. La República generó expectativas durante décadas, pero la impaciencia dividió a sus defensores. Sus enemigos conspiraron para destruir sus planes políticos, sociales y económicos. Faltaron soluciones prácticas y sobraron ideales e intereses egoístas.
La república pasó por un periodo breve y agitado, sin contar con las bases políticas, sociales y económicas necesarias para su estabilidad. El carácter reformista y el proyecto de estructura federal del Estado no lograron consolidar un nuevo régimen político debido a tensiones internas entre centralistas y federales, problemas económicos, la sublevación cantonalista y las guerras carlista y cubana.
Para concluir, recojo las palabras de la Doctora Carmen Pérez Roldan cuando dice que “….como muchas realidades del sexenio, el republicanismo federal, y Pi y Margall en concreto, representaron también un anticipo de cosas que cuajarían en momentos posteriores; (…) puede afirmarse que sus ideas defensoras de la supresión de toda autoridad y del establecimiento del contrato como base de todas la relaciones políticas y sociales, habrían de tener posteriormente gran influencia en el anarquismo y en el regionalismo, tan presentes en lo que sería el siglo XX de nuestra historia”
Fuentes.
- Pi y Margall en el gobierno de la Primera República, Carmen Pérez Roldan
- La primera república española: desunión e inestabilidad políticas en el debate parlamentario Por José Luis López González; Revista de Estudios Políticos (Nueva Época) Núm. 78. Octubre-Diciembre 1992
- Juan Ferrando Badía: La Primera República española, Madrid, Edicusa, 1973
- Historia Contemporánea de España 1808-1923 Akal, Blanca Buldaín Jaca (Coord)
- Revista La Aventura de la Historia, num. 87 España desgarrada, 1873 la Primera República
Falta revisión en el artículo. Como muestra un botón: "ESTANISLAO FIGUERAS.....El 21 de febrero de 2019 se empieza a pedir desde Cataluña un estado catalán....". Y otros detalles.
ResponderEliminarDesde la intención de mejorar porque escribir con conocimiento no es trabajo baladí
Gracias por la advertencia y consejo
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