LA FONTETA YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO

La Fonteta

Guardamar del Segura en la actualidad es un centro turístico familiar amparado en sus 11 km de costa. Es un municipio de la provincia de Alicante (España) y forma parte de la comarca de la Vega Baja del Segura.

Se encuentra en la desembocadura del río Segura, clave para conocer porqué se asentaron allí los fenicios. Entre sus atractivos, aparte de los yacimientos de los que trata este artículo y su connotación turística, es destacable su pinar, plantado a principios del siglo XX con el objetivo de detener el avance de las dunas móviles litorales que amenazaban con invadir los campos de cultivo propios de la zona.

Su patrimonio arqueológico es relevante con el yacimiento fenicio de La Fonteta y el posterior asentamiento musulmán, del que halaremos al final, el yacimiento de la Rábida Califal. Además de una necrópolis en Cabezo Lucero en la que se halló en 1987 la “Dama de Guardamar”, también conocida como “Dama de Cabezo Lucero” en honor al lugar de su hallazgo, expuesta en la colección permanente del MARQ (Museo Arqueológico de Alicante).

LOS FENICIOS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Originalmente los fenicios proceden de una estrecha franja de tierra entre la costa sirio-palestina y los Montes del Líbano, entre sus ciudades mas sobresalientes podemos destacar a Tiro, Biblos, Sidón o Sarepta y se conoce que ya desde el III milenio a.C. se dedicaban a la artesanía, el comercio y la navegación. Grandes navegantes y comerciantes se lanzan a su aventura comercial por el Mediterráneo buscando metales y comerciando con los pueblos de sus orillas durante casi 400 años. Pero no olvidemos entre las causas de su expansión la presión que los asirios ejercieron sobre las ciudades fenicias, o, como algunos autores exponen, la carestía alimenticia de algunas ciudades fenicias debido al cambio climático unido al aumento demográfico.

Llegan a la Península Ibérica, entre los siglos IX y VIII a. C. para comerciar con el reino de Tartessos, rico en plata y estaño. 

Los fenicios aportan sus conocimientos en el desarrollo de los pueblos costeros donde arriban. Así entre sus aportaciones encontramos la fundición de la plata, el vidrio, el adobe, el torno cerámico, nuevas técnicas de construcción o la producción de salazones. Destaca fundamentalmente entre este conjunto de novedades que introducen, el ordenamiento urbano de los asentamientos.

La Fonteta
Principalmente la colonización fenicia se centró la costa mediterránea del sur peninsular, organizados en poblados o instalaciones portuarias, pero no exclusivamente, porque hay constancia de ellos en asentamientos en las costas levantinas e incluso atlánticas.

Como avanzábamos al principio respecto a Guardamar, la elección del lugar para asentarse dependía de unas pautas geográficas concretas, seleccionado promontorios costeros próximos a la desembocadura de los ríos o los islotes cercanos a la costa. 

Entre los asentamientos fenicios en la Península Ibérica destacaremos Gadir, la colonia fenicia mas importante; Castillo de Doña Blanca, próximo al cauce del río Guadalete (Cádiz); Toscanos, actualmente el yacimiento fenicio mejor conocido de la península, en la desembocadura del río Vélez (Málaga); Morro de Mezquitilla, situado al este de las desembocadura del río Algarrobo (Málaga); Chorreras, a uno 800 metros al este del anterior; Almuñécar, en la costa granadina, fue según Estrabón, el primer punto de contacto de los fenicios con la costa peninsular; Villaricos en Almería; Cerro del Villar situado en la desembocadura original  del Guadalhorce y situada en el actual aeropuerto de Málaga; Ibiza, elegida por su posición estratégica en las rutas marítimas de los circuitos comerciales establecidos por Gadir.

LA FONTETA

Los fenicios, en esa expansión comercial que ya hemos comentado, llegan a la costa de Guardamar, estableciéndose en un asentamiento portuario conocido como La Fonteta, en la desembocadura del río Segura y construyendo otro asentamiento metalúrgico en el Cabezo Pequeño del Estaño. Es posible que construyeran también un santuario en el monte del Castillo y un templo en la propia ciudad fenicia.

Lo fenicios fundaron el establecimiento de La Fonteta en lo que debió ser un promontorio o, incluso, un islote en la desembocadura del río Segura, ubicado en la parte meridional de un estuario que se conoció en la Antigüedad como el Sinus Ilicitanus

La elección del lugar estaba totalmente estudiada porque podía ser utilizado como puerto para los barcos de transito hacia o desde las Baleares y a la vez se hallaba en las proximidades de relevantes áreas de población indígena, por no hablar de una excelente ruta para penetrar hacia el interior utilizando el propio río

Datamos su descubrimiento en el año 1985. Conocemos la amplitud del asentamiento y su cronología, considerando como el inicio de la presencia fenicia en este asentamiento en algún momento de la primera mitad del siglo VIII a. C. El abandono del lugar se debió producir entre mediados y el tercer cuarto del siglo VI a. C.

Los restos excavados nos indican un interés por los metales y su transformación como

La Fonteta
queda acreditado por las numerosas toberas halladas así como escorias y crisoles y restos de hornos. Se trabajaba principalmente el cobre y también el hierro.

A una primera etapa corresponden estructuras de habitación o de talleres de planta cuadrangular o rectangular realizadas con un zócalo de mampostería y alzado de adobes e incluso resto de edificios y estructuras religiosas como un posible tophet.

A partir de último cuarto del siglo VII a.C. el asentamiento se rodea de una muralla de casi 5 metros de grosor apoyada en un talud con una altura que rondaría los 10 metros, muralla protegida con un foso. En una de las esquinas se ha excavado un bastión cuadrangular. Continúan en este momento las actividades metalúrgicas.

La actividad comercial, principal objetivo, debió ser relevante y su radio de acción se extendía a un amplio territorio que se adentra a lo largo del río Segura, cuyo mayor y mejor exponente es Peña Negra (Crevillente, Alicante).

Como curiosidad diremos que el yacimiento arqueológico de La Fonteta fue excavada por dos equipos diferentes simultáneamente, uno dirigido por don Alfredo González Prats, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante y el segundo liderado por don Pierre Rouillard que integraba al CNRS francés, miembros de la Universidad de Alicante y del Museo Arqueológico de la Diputación Provincial de Alicante. Las discrepancias sobre las interpretaciones del yacimiento fueron importantes.

Según los estudios del yacimiento, este presenta dos grandes fases constructivas Fonteta Arcaica (760-635 a.C.) y Fonteta Reciente (635-550 a.C.).

Queda también acreditado por la cultura material del yacimiento el contacto que tuvo con otros asentamientos fenicios del Mediterráneo central y oriental, Cartago incluido, siendo las relaciones mas intensas las que mantuvo con el entorno gaditano y malagueño.

Hablando de relaciones es de destacar la que tuvieron con el centro indígena de la Peña Negra de Crevillente que disponía ya de una importante actividad metalúrgica antes de la aparición de los fenicios. Tal fue la relación que incluso se habla de la  instalación de una factoría fenicia en uno de los barrios de este gran centro indígena, dedicado a la explotación del mineral y posiblemente también vinculada a la producción y envasado de productos agropecuarios como vino o aceite.

La Fonteta

Imprescindible visita es el Museo Arqueológico de Guardamar, complemento a la visita al propio yacimiento donde encontraremos restos arqueológicos destacando amplio material cerámico elaborado a mano y las importaciones torneadas: ánforas, platos, lucernas de barniz rojo, botellitas de perfume, etc. No menos relevante son la serie de  objetos metálicos de bronce y otros elementos de adorno relacionados con la actividad metalúrgica. 

LA RÁBITA CALIFAL DE LAS DUNAS

Ya en el siglo X vuelve a resurgir el asentamiento de La Fonteta pero esta vez de la mano musulmana, porque en el año 944, en pleno periodo Califal, se fundó un monasterio islámico  en las dunas de Guardamar que se conoce como la Rábita Califal de las Dunas. Esta institución religiosa acogía a los musulmanes piadosos que optaban por dedicar su vida al retiro espiritual, la oración y la enseñanza. 

En el museo se puede encontrar una recreación a tamaño natural de una de sus salas-oratorio.


Fuentes:

Historia de la cultura material del mundo clásico, Mar Zarzalejos Prieto, Carmen Guiral Pelegrín y M.ª Pilar San Nicolás Pedraz. Editorial UNED

Protohistoria y Antigüedad de la Península Ibérica vol I. Las fuentes y la Iberia colonial. Eduardo Sánchez-Moreno (coord) y Adolfo J. Domínguez Monedero autor del capítulo Los fenicios en occidente. Editorial Silex

La cerámica a mano de La Fontenta (Guardamar del Segura, Alicante) de Rafael Ortíz Temprado (Universidad de Sevilla) Oriente y Occidente en la Antigüedad. Actas del CIJIMA II

La presencia fenicia  en la Península Ibérica: El Cabezo Pequeño del Estaño (Guardamar del Segura, Alicante. Trabajos de Prehistoria, , nº 1, enero-junio 2014, García Menárguez y Prados Martínez

La Fonteta. Excavaciones de 1996- 2002 en la colonia fenicia de la actual desembocadura del río Segura (Guardamar del Segura, Alicante) Seminarios internacionales sobre Temas Fenicios, González Prats.

El Museo Arqueológico de Guardamar, MAG, de Antonio García Menárguez, director del Museo 1995-2016. Boletín del Museo Arqueológico Nacional 35/2017

Webgrafía

https://www.basilioparedes.com/blog/visita-virtual-la-fonteta/

http://arqueologiaalicante.blogspot.com/2010/12/la-fonteta-guardamar.html

http://www.memoriadearena.es/fonteta/

https://www.javea.com/guardamar-del-segura-destino-de-la-ultima-excursion-de-amux/yacimiento-fenicio-de-la-fonteta/


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