LA CONSPIRACIÓN DE LA PÓLVORA
Remember,
remember,
The 5th of November,
Gunpowder treason and plot;
For I see no reason
Why Gunpowder Treason
Should ever be forgot
The 5th of November,
Gunpowder treason and plot;
For I see no reason
Why Gunpowder Treason
Should ever be forgot
Los católicos ingleses habían sufrido una dura represión durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, por eso, a su muerte y con la llegada al trono de Jacobo Estuardo I de
Inglaterra y VI de Escocia aquellos concibieron cierta esperanza de al menos obtener
alguna tolerancia. Sobre todo, por la fuerte vinculación católica del nuevo
monarca, hijo de María Estuardo, reina escocesa católica y decapitada por
Isabel I, y casado, además, con una católica como Ana de Dinamarca.
SITUACIÓN DE LOS CATÓLICOS
En 1601, dos años antes de su coronación como rey
de Inglaterra, Jacobo se postuló así frente a los católicos: "Jamás
permitiré que pese sobre mi conciencia que la sangre de cualquier hombre sea
derramada por diferencias de opiniones religiosas, pero lamentaría que los
católicos se multiplicaran y practicaran sus viejos principios por encima de
los nuestros".
Pero el ansia de ser
aceptado por sus súbditos, mayoría anglicanos, fue superior a aquellos
ascendientes. Y desde el inicio de su reinado simpatizó con la iglesia
anglicana. El gozo de los católicos ingleses se iba hundiendo en el pozo. Y eso
que antes de subir al trono les había hecho algún guiño en forma de prometer
concederles cierta tolerancia.
Pero el entorno político
del nuevo rey, encabezado por el conde de Salisbury, hizo todo lo posible desde
el principio por evitar esta condescendencia. Y de esta forma el nuevo rey
cambió sus pretensiones y promesas para pasar a recrudecer las persecuciones y
las multas contra los católicos.
LOS CONSPIRADORES
Esto provocó la reacción
de un sector joven del catolicismo que no veía otra solución que pasar a la
acción. Así en mayo de 1604 Robert Catesby. auténtico cabecilla de la conjura, convoca una reunión de carácter
revolucionario con sus amigos católicos Thomas Wintour, Jack Wright y Thomas
Percy, todos ellos entre los 27 y 37 años.
Wintour viajó a
Flandes, bajo el dominio español en ese momento, en busca del apoyo de España.
Pero no lo consiguió para su sorpresa al alegar la católica España que no
deseaba enfrentamientos con su tradicional enemiga que quería la paz y no iba a
prestar ayuda a los conspiradores.
Pero el viaje no
fue en balde, estando en Flandes, Thomas Wintour se encontró con Guy Fawkes,
quien había ido a la escuela con J. Wright, uno de los conspiradores. Con 21
años lo había vendido todo y había cruzado el canal para luchar por el
catolicismo contra los protestantes holandeses. Poco tardaron en convencerle.
Volvía a su tierra siendo un veterano de los temidos Tercios y un experto en
explosivos.
EL PLAN
El plan diseñado era
atentar contra el rey el día de la solemne apertura del Parlamento mediante una
explosión subterránea. Acompañado de un levantamiento que asaltaría el poder. Se
proclamaría reina a Isabel hija de Jacobo, menor de edad, que no asistiría al
acto. El colofón era la ayuda española de la armada de Felipe III que sí
colaboraría si el complot tenía éxito, o eso pensaban los conspiradores.
Se criticó el plan de
Catesby por parte de algunos compañeros por considerarlo excesivo en cuanto a
las consecuencias humanas que conllevaba y más aún por venir de un grupo de
católicos. Pero el propio inspirador argumentó en defensa del plan que
cualquier medio era legal para deshacerse del tirano. Se desconoce si Catesby
conocía de la existencia de Maquiavelo y su Príncipe.
Los planes continuaron y
se alquiló un local cercano al Parlamento descubriendo una bodega que llegaba por el subsuelo a
la sala del Parlamento donde se iba a celebrar la ceremonia. Cuestión que
simplificaba los planes y facilitaba la acción. A partir de ese momento fueron
introduciendo de forma que no levantara sospecha una serie de barriles de
pólvora que harían explotar el día convenido. Solo había que esperar el
momento.
La Universidad de
Aberystwith (Gales), concretamente su Centro de Estudios sobre Explosivos
publicó un estudio en 2003 en el que se calculaba que, si se hubiese podido
encender todos aquellos barriles de pólvora, la explosión habría provocado una
destrucción total en un radio de 35 metros, de muros y tejados a 90 metros y de
ventanas a 800. Recordemos que todo este arsenal se encontraba debajo del mismo
Parlamento.
Si como hemos comentado
algunos conspiradores tenían sus dudas sobre la dimensión del atentado, éstas
se fueron disipando cuando en febrero de 1605 la legislación anticatólica fue
recrudeciéndose y las ejecuciones fueron aumentando.
5 DE NOVIEMBRE DE 1605
Por fin había fecha de
apertura, el 5 de noviembre de 1605.
El encargado de ejecutar
la misión fue el experto en detonaciones Guy Fawkes que debería provocar la
explosión y a continuación buscar la tan ansiada ayuda española.
Pero de alguna forma los
conspiradores fueron traicionados. Diez días antes, un mensaje llegó a manos de
lord Monteagle, conocido aristócrata católico, avisando del atentado. Éste que
no formaba parte de la conspiración vio la oportunidad de salvaguardarse e
informó a Salisbury ganándose la gracia y confianza del poder anglicano.
Un extracto de aquella
carta se guarda en el propio Parlamento actual: «My lord, out of the love I bear to some of your friends, I
have a care of your preservation (…) I would advise you as you
tender your life to devise some excuse to shift your attendance at this
parliament…»
(Se puede leer y apreciar
en el enlace del Parlamento del Reino Unido que adjunto al final)
DESCUBIERTOS O TRAICIONADOS
La maquinaria del Estado
se puso en marcha y consiguió desenmascarar a los conspiradores. Estos aún
sabedores del famoso mensaje decidieron mantener los planes.
El día 4 cuando Fawkes
hacia los últimos preparativos en el local anexo y su bodega fue descubierto y
hecho prisionero. Ese día el conde de Suffolk hizo un registro de la sede del
Parlamento y sus alrededores no encontrando nada sospechoso. Por la tarde se
repitió la operación, esta vez ejecutada por un oficial de la casa real, Thomas
Knyvett, pero dirigida a los edificios cercanos. Frente al almacén se topó con
un fornido hombre con barba tocado con un sombrero de ala ancha. No parecía un
vigilante, no solo por el sombrero, sus botas, espuelas, capa…La sospecha creció
y no dudaron en inspeccionar el almacén y cual seria su sorpresa al encontrar
36 barriles de pólvora. Fawkes que era el personaje del sombrero de ala ancha
fue detenido y al ser registrado le incautaron los fósforos necesarios como
detonantes.
Este hecho supuso el
ostracismo de los católicos en Inglaterra y no fue hasta el siglo XIX que
recuperaron sus derechos civiles.
En enero de 1606 fueron
ejecutados los conspiradores. El día 30 subió al cadalso Guy Fawkes junto con
otros tres compañeros de conspiración. 24 horas después fueron ejecutados el
resto.
Lord Salisbury, una vez
finalizadas las ejecuciones informó al rey: «A pesar de nuestros esfuerzos,
todos ellos murieron siendo católicos romanos. Por su religión, sacrificaron su
libertad y sus vidas».
Cada 5 de noviembre se
celebra en Reino Unido la Bonfire’s Night en recuerdo a esta historia, una
fiesta con hogueras, fuegos artificiales y desfiles en la que se quema un
muñeco que representa a Guy Fawkes. Posiblemente la celebración más famosa es
la que se representa el Lewes a 70 kilómetros al sur de Londres.
Remember,
remember,
The 5th of November,
Gunpowder treason and plot;
For I see no reason
Why Gunpowder Treason
Should ever be forgot
The 5th of November,
Gunpowder treason and plot;
For I see no reason
Why Gunpowder Treason
Should ever be forgot
Fuentes:
La Aventura de la
Historia, núm 87 La Conspiración de la Pólvora, los católicos acorralados en
Inglaterra.
Comentarios
Publicar un comentario