TREGUA DE NAVIDAD 1914
El 24 de diciembre de
1914 cinco meses después del inicio y en pleno fragor de la Primera Guerra
Mundial, combatientes alemanes, franceses y británicos deciden dejar sus
fusiles en las trincheras y festejar la Navidad, noche de paz en las trincheras, compartiendo e intercambiando
cigarrillos y tarjetas. La confraternización, que les permite enterrar a sus
muertos, culmina con un partido de fútbol. Después del día de Navidad, vuelven
a ser enemigos. Ha pasado a la historia como la tregua de Navidad de 1914.
La guerra iba a ser corta
Muchos pensaron al inicio del conflicto que éste no se iba a prolongar mucho tiempo, pero llegó la Navidad y allí estaban, en el embarrado y fangoso suelo belga, con trincheras llenas de agua, frío, enfermedades y una guerra que aún iba a durar unos cuantos años más.
Hay evidencias, a través de cartas que han llegado hasta nuestros días y recortes de prensa del momento,
de la certeza del hecho, no fue una leyenda propagandística y romántica de la
guerra. Los soldados de ambos bandos, de forma totalmente natural acordaron ese
alto el fuego.
¿Quién empezó?
«A última hora de la
tarde los alemanes se volvieron divertidísimos, cantando y gritándonos. Dijeron
en inglés que, si no disparábamos, ellos tampoco lo harían. Encendieron fuegos
fuera de su trinchera, se sentaron alrededor y empezaron un concierto»,
explicaba en una carta el sargento británico Bernard J. Brooks, uno de los
presentes.
Willie Loasby, soldado
británico, fue el encargado de recorrer la distancia entre las trincheras
británicas y las enemigas, poco menos de 40 metros, para acordar un alto el
fuego, según narra en una carta enviada a su madre. Otra versión habla de que
fue un oficial alemán el que se acercó a la línea británica y con las manos en
alto pide permiso para dar sepultura a sus muertos, que yacen por decenas,
rodeando las trincheras.
Fuese como fuese, de algún sitio salió un balón de fútbol, como en cualquier patio de colegio o del
barrio, se montaron unas porterías con ropa y gorros, como en cualquier patio
de colegio o del barrio, y se pusieron a jugar, sin árbitro, por supuesto, como
en cualquier patio de colegio o del barrio.
Guerra de villancicos
Guerra de villancicos
Y todo empezó con una
“guerra” de villancicos la noche anterior, cuando los alemanes comenzaron a decorarsus trincheras y cantando "Stille Nacht, heine lige Nacht… (Noche de paz).
A lo que fue respondido pro las trincheras de enfrente con villancicos en
inglés.
Soldados que tanto solo
unas horas antes se habían estado disparando y con la única intención de matar
antes de ser matados, saltaron de sus trincheras para confraternizar, mostrando
la cara humana ante tanto horror y drama. Por unas horas el espíritu humano
invadió los campos de Flandes como luego lo hicieron las famosas amapolas. Esta
confraternización permitió, además poder recoger y enterrar cada uno a sus
muertos. Y al día siguiente volvieron a ser enemigos y quien sabe si una bala
proveniente de una de las trincheras alcanzó a quien el día anterior solo disputaba
un balón con quien disparó.
Problemas con los cuarteles generales
Problemas con los cuarteles generales
Este hecho espontáneo del
frente no hizo mucha gracia en el alto mando aliado que censuró a la prensa la
publicación de la noticia. Censura rota por The New York Times el 31 de
diciembre, en EE. UU., que publicó la noticias. Los periódicos británicos hicieron
lo mismo. El 8 de enero, el Daily Mirror publicaría en portada las primeras
fotos de soldados confraternizando con los alemanes. Sin embargo, los altos
mandos franceses censurarían durante años el acontecimiento. En el otro bando la
prensa fue más fura y criticó ese espíritu de la tregua que tildaron de bochornosa.
Prensa de 1914
“Recuerdo el silencio, el misterioso
silencio”, aseguraba en 2004, cuando tenía 108 años, el que seguramente era el
último testigo de aquella tregua, Alfred Anderson, en una entrevista con The
Guardian. “Durante dos meses, lo único que había escuchado eran bombazos,
disparos y voces alemanas en la distancia”. La BBC realizó en los años ochenta
un emocionante documental con entrevistas a tres testigos de aquel momento,
cuando tenían 80 años. Al recordarlo, todavía se les saltaban las lágrimas.
“Como todas las Navidades, dedicaré una parte de mis pensamientos a aquello. Y
recordaré a mis amigos que nunca lograron volver a casa”, agrega Anderson.
Cartas desde el frente
Cartas desde el frente
La descripción de
Anderson no se parece a la imagen tradicional de la tregua, asociada con
partidos de fútbol entre enemigos. Sin embargo, la mayoría de los historiadores
creen que más bien fueron peloteos ocasionales y que los soldados agotados
dedicaron sus energías a enterrar a los muertos en tierra de nadie, a veces
conjuntamente, y sobre todo a intercambiar regalos y charlas. “Ellos no querían
la guerra, nosotros no queríamos la guerra. Podíamos haber acabado todo ahí”,
relata uno de los soldados entrevistados por la BBC.
Y en este siglo han
aparecido más evidencias escritas de aquel acontecimiento, como la carta del
general británico Walter Congreve que escribió a su mujer contando lo vivido. Y
empezaba así: «Ha pasado algo extraordinario. Esta mañana, un alemán gritó que
querían una tregua de un día. Así que, con mucha cautela, uno de nuestros
hombres se levantó por encima del parapeto y vio como un alemán hacía lo
mismo». Esta emotiva misiva había desaparecido hasta que el Servicio de
Archivos del Condado de Staffordshire (en Gran Bretaña) la encontró guardada
por los descendientes del militar. En la misma explica que el no participó
porque no se fiaba y pensaba que podría ser una trampa. «Me invitaron a ir y
ver a los alemanes, pero me abstuve porque pensé que no podrían ser capaz de
resistirse a acabar con un general».
La guerra es cruel y despiadada,
se agotarían los calificativos negativos, pero metido en una trinchera, calado
de agua, con barro hasta las cejas y con la incertidumbre de si veras el día
siguiente, la Navidad seguro que es una de las peores pesadillas. Ésta se humanizó,
aunque solo fuese por unas horas.
Feliz Navidad!!! Brindemos
por todos ellos. Salud!!
Y si además de leer el post prefieres un audio te recomiendo este podcast de El Trastero de la Historia
https://youtu.be/_wLVP7gRU1A
Para saber más:
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Para saber más:
Todas las fotos son del archivo de Historia National Geographic
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