LA BATALLA DE WATERLOO
El 18 de junio de 1815 Napoleón se disponía a entablar la que sería su última batalla, en Waterloo . A lo largo del día la victoria pudo caer en el lado de un bando u otro, pequeños detalles resolvieron la duda. En este caso a favor de los aliados cuando la moral de las tropas napoleónicas se vino abajo. Como siempre pasa si miramos la historia con ojos del presente, desde una panorámica de doscientos años, es fácil criticar las decisiones tomadas en aquellas jornadas de la primavera de 1815. Decisiones que tomaron tanto Napoleón como sus oponentes el inglés Wellington y el prusiano Blücher en un corto espacio de tiempo, movilizando doscientos mil hombres en un terreno embarrado de difícil movilidad y sometidos a la presión de una batalla. El escritor Alessandro Barbero en su libro Waterloo. La última batalla de Napoleón (editorial Pasado&Presente, julio 2015) nos deja esta reflexión: «Tenía razón el duque de Wellington: si se interrogara a todos los participante